Hacer la reseña de este anime es un poco más complicado de lo usual y es que a día de hoy no me explico que un producto con sus atributos logre ser considerada la mejor serie de la temporada pasada, según algunos medios, y de la misma forma tampoco las altas valoraciones entre los espectadores a tal punto de tener un jodido 8.61 en el sitio My Anime List. Eso de un lado, pues del otro tenemos a un grupo muy nutrido de detractores que critican la serie y la dejan a la altura del fango. Ahora que si hablamos desde mi particular punto de vista prefiero no decantarme por ninguna de estos dos ideales porque vamos, a las primeras de cambio no vemos nada poderosamente llamativo, personajes absurdos que no destacan mucho por su profundidad, evolución o carisma, una trama que pinta predecible a más no poder desde el primer episodio, humor simplón que tira a enseñar carne más que cualquier otra cosa y claro, esto significa a una cantidad ingente de ecchi... tanto como para mandara la puta mierda toda la obra a aquel que encuentre este recurso pesado y repulsivo, sobre todo si las escenas más sugerente involucran a menores de edad y metemeos en este mismo saco al siempre peliagudo tema del incesto… pero por raro que parezca me ha parecido de las series más entretenidas del año y no es decir poco.
¿Qué hace disfrutable este anime en comparación a otros de la misma camada? Pues uno que esté más o menos metido a este mundillo podrá corroborar como las series de acción/comedia simplona donde hasta las piedras tienen más tetas que todas las mujeres de un colegio en la vida real juntas abundan desde hace varios años… ¿Qué hace diferente a No Game No Life de series como High School of the Dead por decir un ejemplo obvio? La respuesta la encontramos en los primeros compases de esta corta aventura de apenas 12 episodios.