El año pasado por estas fechas dejé aparcado Dark Souls para Xbox 360, a pesar de contar con un análisis que califican al título entorno a las más de 50 horas que llegué a jugar en tres intentos lo aparqué en la fatídica sección de Anor Londo, así es. Donde nuestros dos amables amigos de dorada armadura nos dan una cálida bienvenida a una de las partes más desafiantes de todo el juego, donde mucha gente lo ha dado por imposible sin ayuda externa y catapultado por la crítica y jugadores al Olimpo de los momentos más épicos de la generación… doy fe de eso.
La semana pasada me decidí, le eché huevos al asunto y empecé mi cuarta partida con toda la experiencia acumulada, aprovechándome de los propios errores el juego para sacar ventaja e informándome en los diferentes foros cómo lidiar con determinadas situaciones y es aquí lo polémico del asunto.