Creo que es hora de llegar a ese punto clave para todo blog
que se digna a hablar sobre anime, aquella bifurcación que separa a los de buen
gusto tirando siempre por lo seguro de los más temerarios –e ilógicos- que
buscan traer a sus lectores obras de poco agrado colectivo –osea son una puta
mierda- tratando de informar aun a sabiendas del tiempo –y neuronas- por perderse…
si muchachos, hoy le toca reseña a School Days.
Vamos a dejar las cosas bien claras y para evitar malos tragos a aquellos que desconozcan el final de la serie en sí que el siguiente texto da por sentado que ya lo has visto, de lo contrario pues nada, le invito a dejar de leer si está interesado en ver toda la puta mierda de serie solo para presenciar uno de los finales más jodidamente raros y aleatorios de todos los tiempos, claro que para esto tendrá que tolerar 11 episodios de 20 minutos cada uno con una cantidad de subnormalidades inmensas, tanto así que dan ganas de agarrar un martillo –o cuchillo para carne- e ir a asustar un poquito al escritor de semejante pesadilla y estupidez argumental. Dicho esto comenzamos.