jueves, 11 de junio de 2015

Reseña Anime: Another




 La puta que me pario ya era hora de esta reseña y vaya, creo que me voy a divertir un poquito escribiendo. Verán, Another fue una de las primeras series con las cuales empecé a adentrarme en esta afición y de hecho ya tiene una crítica en mi antiguo blog de Gamefilia que igual y si me pega la real gana sacamos algunas citas de ese texto para contrastar mi veredicto actual en un ejercicio retrospectivo necesario para esta ocasión… pues en gran parte tendré que retractarme de muchas cosas publicadas en el no tan lejano 2012.

En un principio mi crítica fue bastante favorable y no me corte ni un solo pelo en afirmar estar ante uno de los mejores animes vistos en mi vida. Ya, no ha pasado tanto tiempo, poco más de tres años y teniendo en cuenta que tampoco he sido de devorar animes al por mayor; pero después de pasado la fiebre de Another, que en su momento fue considerada por muchos la mejor serie de la temporada 2012, empezaron las críticas menos favorables que claramente eran discordantes a mi opinión inicial… hasta que me dio un día revisionar los primeros dos capítulos y comencé a notar que posiblemente no estaba ante un portento precisamente.
 

Igual y aclaro que la serie no es un despropósito total, tiene buenas ideas pero no las ejecuta de la mejor forma, ofrece algunos puntazos y momentos de tensión pero también salvajadas con nulo sentido que dejan a cuadros a más de uno por llegar a límites absurdos, vamos a ello.



 

Another es la adaptación de una saga de novelas que de momento tiene dos entregas, trasladando el primer libro a los 12 capítulos que dura este anime producido por P.A. Works, estudio que en su haber tiene obras del calibre de Angel Beats! y Canaan. El director encargado de trasladar lo mejor posible el trabajo literario a la animación es Tsutomu Mizushima, que no es precisamente un novel en esto de trabajar en obras donde el componente principal es el impacto causado a base de la aparición de litros y litros de sangre al ser director de series como Blood –C y Dokuro-chan, aunque tampoco es que solo esté enfrascado en el terreno más visceral de la escena dado su conocido trabajo en las películas de Crayon Sin-chan.


No podemos negar que Another es actualmente una de las series más recomendadas y me atrevería a decir que es considerara como el buque insignia si hablamos de animes que tengan como principal basa presentar una historia de terror/suspenso donde no falte misterio, espectros y sangré, cómo no. Si nos volcamos con la opinión general nos encontramos con una obra muy bien valorada para los estándares actuales al rozar el 8 en el sitio “My Anime List”, de momento tiene un 7.98 de global, cosa bastante lógica de esperar si tenemos en cuenta que es la primera opción a dar en muchos casos a aquel que pide luz para descubrir cosas interesantes en el ámbito del terror.

Pero… ¿Realmente es tan buena como dicen? No es necesario repetirlo, antes del salto dejé claro que desde mi perspectiva actual distaba mucho de ser un anime notable, pero si nos referimos a series de suspenso/terror tampoco vamos sobrados de obras potentes y en cierta medida Another puede apalear en muchos casos esas ganas de quedarse en casa un día lluvioso con palomitas viendo algo tenebroso para mantenerse en ambiente, pero obvio, no en todos.

La historia empieza con dos voces en off manteniendo una conversación sobre cierta maldición que azota la escuela secundaria de Yomiyama. 25 años atrás de los acontecimientos que presenciamos en Another, o sea 1972, vivía una estudiante tremendamente popular llamada Misaki que asistía a la secundaria, más precisamente en la clase 3-3, sin embargo por cosas del cruel destino esta muere en un accidente y deja a todos sus compañeros y maestros consternados. 


 

En memoria de tan querida estudiante deciden dejar donde estaba el asiento que ella solía ocupar y seguir con las clases de manera normal. Un día un alumno de la clase de la fallecida Misaki se levanta de forma abrupta –seguramente era el payaso de la clase… o el poeta… o el imbécil en todo caso- apunta hacia el lugar vacio y en un alarde de humor para quitarle hierro al asunto exclama que su compañera muerta sigue con ellos, viva y que como todo el mundo puede ver está justamente en el sitio donde le corresponde dentro del salón.

A partir de aquí toda la escuela, alumnos, profesores y directivos empiezan a actuar como si Misaki en realidad siguiera perteneciendo al grueso del plante estudiantil que sigue conservando su cuerpo físico con las funciones vitales inalteradas… inclusive al llegar el día de la graduación le hacen cupo para la fotografía oficial ¡ Y toma!. La leyenda cuenta que la figura de Misaki aparece en dicha foto y lo que es todavía peor, una maldición evocada por el trato de la escuela hacia la muerta se cierne desde ese momento a la desafortunada clase 3-3; que a partir de ese momento está condenada a sufrir toda clase de penurias, pues gracias al gesto hacia Misaki alumnos muertos son atraídos, adquieren forma física e interactúan como cualquier otro en el salón, esto provoca alteraciones en el espacio-tiempo y un desajuste que provoca la muerte de los estudiantes y sus familiares, a esto se le llama la calamidad y tiene como finalidad regresar el balance a un salón donde sobre un ser… el otro.


 

Sobre esto se mueve todo lo acontecido en la serie pero antes de entrar en el maravilloso mundo de las catástrofes, las muertes horribles, el mutismo confabulado y los personajes femeninos carentes de expresión es buen momento de presentar al protagonista absoluto, Sakakibara. Nuestro joven y gallardo héroe llega desde la capital, Tokyo, hasta el pueblo de Yomiyama para iniciar una nueva fase de su vida… pero las cosas no inician de la mejor forma, apenas llega sufre un colapso pulmonar que le impide incorporarse a su nueva escuela, pero en el hospital es visitado por el comité, el cual se muestra bastante extraño con Sakakibara pero le da el visto bueno para ser parte del salón. Un día antes de ser dado de alta Sakakibara se topa con una extraña joven con parche en el ojo que resulta ir a la misma escuela.

Igual y es mi deber avisar que a partir de aquí empezarán algunos, muchos en realidad, Spoilers que pueden estropear algunas escenas de la serie… avisados quedan.

Hasta aquí todo bien, bueno, las cosas empiezan a decaer apenas empiezan y es que no estoy para nada de acuerdo en mantener el misterio de la situación gracias a un mutismo grosero hacia el protagonista que nos deja en las mismas durante bastantes episodios, sobre todo en los primeros 5 donde se alimenta la idea de que la chica del parche, de nombre Misaki para darle más candela, está directamente relacionada con la mentada maldición al ser una estudiante ignorada por todos como si no existiera y agarra fuerza en el capítulo tres, donde por fin alguien pierde la vida de forma aparatosa y de ahí en adelante esto se convierte en un festival macabro donde la gente muere de forma inverosímil al estilo Destino Final.

Pero a pesar de ya estar en medio de una matanza por fuerzas que no conocemos y que a todos les vale verga saber porque seguimos sin saber que mierdas está pasando. La gente se está muriendo, el protagonista sigue cuestionando a sus compañeros qué demonios pasa y pregunta respecto a la misteriosa Misaki pero todo el mundo se niega a responderle o para mayor cachondeo sufre alguna penuria justo antes de soltar la sopa… e inclusive pasa de la forma más cliché posible como lo es el “Oh amigo yo te contaré todo así que pregúntame… Oh Dios mío me está dando un infarto y aquí la palmo, con permiso y siento morir cuando estabas a punto de conocer la verdad” aterrador en verdad.


 

Yo no entiendo el afán de seguir este esquema tan horrendo donde sí, parece que estamos a punto de encontrar algo gordo pero al final todo queda en el mismo sitio, los siguientes capítulos, me refiero con exactitud al 4 y 5 todo permanece inalterado y se repite lo visto en el capítulo 3; nadie le dice nada a Sakakibara y se mantiene en ese rollo de estar tranquilo y sereno cuando otro ya estaría exigiendo de verdad respuestas mientras se caga en la puta madre de todos que no disimulan tan siquiera que existe algo crucial que el protagonista no sabe y no se lo cuentan por simple y llanamente no querer… inmediatamente después de 15 minutos donde no pasa nada destacable Sakakibara parece encontrar una luz que le ilumine pero nada, pasa algo trágico la mar de predecible, suerte para la próxima.


 

El asunto no es tan catastrófico y para el capítulo 6 en adelante la serie sale de un estado catatónico donde en verdad empiezan a suceder cosas pero siguiendo a su bola de ofrecer muerte tras muerte de personajes que simple y llanamente nos importan un pimiento… porque ese es otro punto; saliendo de la esfera de personajes principales que cumplen todos los arquetipos típicos de un salón de clase sin trabajarse mucho, en realidad nada, el desarrollo durante los 12 capítulos nos encontramos a individuos que por una u otra razón relacionada con la calamidad mueren… y ya.  Me parece increíble pues la cosa va más allá de ver como un secundario que en ocasiones aparecía y tenía un papel anecdótico con algunos minutos en pantalla es borrado de la existencia de una manera más exagerada que la muerte anterior… no, aquí ya directamente están por y para la muerte, siendo así imposible enfatizar con ellos, por lo tanto el impacto queda en lo mero gráfico; vamos, ni siquiera el resto de alumnos lo resiente y los protagonistas siguen tan frescos como si acabaran de levantarse un domingo en verano… si al final recordamos a uno de los fallecidos es porque realmente se esmeró en morir de forma espectacular.

Igual y en algún momento mencionan de forma puntual la muerte de algún personaje pero el comportamiento tan anormal de algunos, sobre todo de Misaki, me parece fuera de serie teniendo en cuenta las circunstancias… o igual y así se tomarían las cosas un alumno japonés promedio, quien sabe. Siguiendo con la trama, esta llega a buenas instancias respecto al problema principal de detener la calamidad… pero entonces nos topamos con el episodio 11 y 12 o lo que viene a ser lo mismo los compases finales, donde por fin la cosa explota –literal- y todos se vuelven locos, ofreciéndonos un cómico festival de asesinatos en cadena donde ahora sí, o no lo pillé en algún momento o a los escritores se les antojó terminar todo rápido y nos meten aparte de unas secuencias ilógicas un Deus Ex Machina de manual que si nos ponemos a revisar capítulos anteriores hace ver a cierto personaje como un jodido subnormal por no comunicar tener el súper poder de detectar quien es el puto extra.


 

El último tramo conglomera lo malo de esta serie, se olvida de las cosillas buenas e interesantes que aportaba hasta ese momento y maximiza todo a límites astronómicos para resultados muy cómicos, o que alguien me diga dónde está la lógica en que una puta vieja que en la vida la habíamos visto se vuelva loca y le nazcan unas ganas tremendas de despachar a todo el personal mientras provoca un incendio en el hotel donde todos los alumnos están hospedados en un viaje que busca la redención de la clase pero que también estos se vuelven locos presa del pánico y empiezan a matarse unos a otros… exacto, en ningún jodido lado; en mis deducciones suena fuerte que la calamidad sea un ente que es capaz de poseer personas si así lo quiere, cosa que suena lógica si nos fijamos en los suicidios y en este último segmento de la serie.

Y es así como la serie se pasa por el forro la seriedad que tenía, con una fiesta de muertes espectacular hasta quedar a gusto. Las cosas no terminan nada bien, muere quien tiene que morir y el final nos muestra a los sobrevivientes pasando categóricamente de lo que suceda el próximo año con los desgraciados siguientes, todo O.K.

Misaki, la estudiante del parche, merece una mención aparte de todo el lío que representa la historia… un personaje apático a más no poder e inexpresivo que no me llega a la jodida cabeza el cómo puede ser un personaje tan querido, vamos, es el favorito de muchísimos fans del anime pero sus diálogos no van a ningún lado llegando a un punto de ambigüedad críptica difícil de superar durante TODA la serie; en verdad, me pareció un personaje olvidable que perdura por ser la mancuerna del protagonista y ser relacionada de forma directa con la catástrofe. En cuanto a Sakakibara pues nada… otro puto imbécil que hasta después de la mitad de la serie no hace más que esperar que las respuestas le lleguen del cielo sin preocuparse un poco por preguntar e indagar sobre los sucesos misteriosos y el trato anormal a Misaki, durante toda la serie mantiene la pasividad de los cojones. Y del resto ni hablar nomás están para enervar al momento de abordar temas importantes y como en anteriores párrafos mencioné, toman un cachondeo brutal por informar al protagonista en plan “Mira, sí… pasa algo muy macabro y peligroso, pero no te puedo decir nada, así lo dictan mis santos cojones”.


 

¿Y cómo le va con todo el rollo del terror, la tensión, el suspenso y demás chorradas? Pues más o menos... la serie no es un despropósito total y después de tolerar los primeros episodios además de ese ritmo tan lento la cosa puede llegarse a disfrutar, pues a pesar de sus fallos la cosa está entretenida si nos ceñimos estrictamente a la idea principal de un grupo de jóvenes tratando de detener un extraño fenómeno paranormal de naturaleza indescriptible. En cuanto a la tensión es algo que la serie trata de apañarse y no duda en marcarse un corte abrupto al final de un episodio con un evento a punto de suceder para, de manera efectiva, tener a buena parte del público intrigado, parar en seco algunas revelaciones será lo habitual; he dejado claro que paso de este tipo de recursos pues a la larga me resulta monótono, predecible y me cuesta tratar con seriedad el anime ¿Pero qué cojones? Para pasar el rato está muy bien. Además que la lentitud no está de a gratis, supongo, que muchas escenas tardan en desarrollarse y se intenta aprovechar para la constante sensación de que en cualquier momento un pendejo morirá… ya sea por una explosión abrupta de los órganos o que un balón de futbol le impacte directo a la cara y lo haga caer a un abismo sin final; pero funciona a medias pues algunos desenlaces fatales se ven llegar desde kilómetros apenas notemos algo raro en alguien… digo, si de la nada se enfoca a un personaje por 5 segundos está cantado que morirá, y así sucede.

El apartado técnico es otra cosa. Es simplemente maravilloso. Yo no he visto más trabajos de la casa animadora P.A. Works pero a día de hoy me sigue pareciendo un portento en cuanto a animación de personajes, utilización de colores adecuados, juego perfecto de sombras, enfoques grandiosos y en ocasiones un soberbio  trabajo en los planos para las escenas cumbre buscando un equilibrio entre lo explicito y lo grotesco. Siento que será de las series que al pasar los años mantendrán muy bien el tipo en este aspecto y la atmosfera creada no puede ser mejor, con acabados lúgubres, sombríos, oscuros y desgastados. Las escenas viscerales están bien hechas y reflejan una angustiosa agonía cuando realmente quieren esmerarse en este sentido, mientras otras son precipitadas y exageradas, pero con un balance positivo.


 

Pero las cosas no siempre pueden ser perfectas y si bien tenemos una gran calidad en cuanto animación y detalles el diseño de los personajes es genérico a más no poder y la gran puta mayoría se acerca peligrosamente a la línea andrógina, apenas tienen señas de distinción, la verdad deja mucho que desear.

La banda sonora es otro rollo también destacable, el tema de apertura está producido por Ali Project, grupo japonés de tendencias sinfónicas combinadas con pop, rock y electrónica, la canción logra destacar pero sigue siendo muy similar a los trabajos previos de estos artistas, no me refiero a seguir un estilo propio y mantenerlo… me refiero a que parece que estamos escuchando el fragmento de alguna otra canción y lo mismo pasa con mucho de su trabajo, pero está bien y todo. Para contrastar tenemos el armónico de tendencias melancólicas y dulzonas tema de cierre, vamos, dejaré ambos a continuación y ya decidirán cual gusta más:




El resto que conforma el grueso de temas que a lo largo suena en la serie no se queda atrás, algunos son mínimamente memorables como el escuchado apenas inician las hostilidades y otros tantos funcionan para una correcta inmersión y contribuyen a la atmosfera, me agrade el hecho de no abusar de efectos sonoros:



¿Qué encontramos en el balance final de esta serie? Bueno, pues lo ya dicho, entretenida y para de contar, no es un enorme despropósito y en realidad no encuentro pegas para desacreditarla categóricamente pero eso sí, la recomendaría solo si en verdad estás desesperado por ver algo de esta índole y no encuentras nada más de igual forma si pasas por alto tantísimas fallas en la ejecución de la obra.

TOTAL: 6

Y bien banda, por hoy es todo pero dentro de muy poco volveré con otra reseña que hemos pegado una buena carrera y más inspirado no puedo estar. En estos momentos estoy seleccionando la próxima serie, me ha costado seleccionar alguna, sobre todo porque dejo solapo con muchísima frecuencia algunas que quieren ser vistas desde ya con otras igual de apetecibles…  en fin que aquí tenemos la siguiente en ser reseñada…


 

Joder… voy preparándome para los ataques epilépticos.

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