martes, 4 de agosto de 2015

Reseña Xbox 360: Sniper Elite V2



 

Tenía muchísimo tiempo que un juego de disparos, independientemente de estar en primera o tercera persona, me hiciera tomarme las cosas con tanta calma, pensando en cada movimiento y sudando como un bastardo en más de una ocasión… la travesía ha sido complicada pero también llena de satisfacciones. También destaco que es el primer juego de disparos ambientado en la segunda guerra mundial catado por un servidor y menuda gozada, no me arrepiento en lo más mínimo y siento que he cruzado por la puerta grande para toparme con una obra muy recomendada gracias a la propuesta más alejada de la acción desenfrenada y teniendo como protagonista a la que, para muchos, es la figura más mortífera en cualquier enfrentamiento bélico; el francotirador.

La saga tiene en su haber tres entregas, con el génesis lanzado originalmente en las consolas de la sexta generación –PS2, Xbox- y la PC, para más adelante aprovechar el espectacular inicio de Wii y ser porteado a la blanca consola de Nintendo… cinco años después del lanzamiento original. La actual entrega puede ser encontrada en la Xbox 360, PS3, PC y Wii U y mantiene gran parte del espíritu según lo que encontré.


Cuando me puse en serio con este título, cosa del año pasado, sabía qué encontrarme, pero me llevé una sorpresa al superar mis expectativas de manera notable. Como ya mencioné el juego me pareció una gozada, tiene bastante fallos que desde la perspectiva que se quiera utilizar a la hora de criticar el título pueden resultar características que alcen todavía más el espíritu de ser rápido, preciso, paciente e inteligente a la hora de afrontar esto en su máxima dificultad; por la cual el juego merece toda la pena.

La historia se remonta a los últimos días del conflicto en Berlín, un oficial, el francotirador Frank Fairburne y protagonista absoluto es enviado a detener el último intento de la Alemania nazi por darle vuelta a la guerra y hacerse con la victoria. Nuestro héroe tiene la encomienda de dar con los misiles V2, la última arma desarrollada por los nazis y, según la información, tiene un poder destructivo brutal. Para lograr cumplir la tarea tendrá que hacerle frente a todo una horda de enemigos totalmente sólo.

 

Las cosas suenan sencillas y, bueno, en realidad la trama no es nada del otro mundo pero tampoco está escrita por monos. Desde dar con los personajes clave detrás del proyecto para eliminarlos o sacarles información hasta verse en medio de un fuego cruzado entre los soldados alemanes que defienden los últimos vestigios de Berlín y el ejército ruso que ha entrado a la contienda y no interpreta el papel de bueno precisamente… tocándole así a Frank hacerle frente a ambos bandos.

El personaje durante la acción no intercambia apenas diálogos con alguien y básicamente suelta todo el rollo en la introducción de cada nivel, durante la pantalla de carga donde se puede acceder al mapa y varios menús; además de seguir relatando los hechos en las diversas cinemáticas que ocurren durante o al final del juego.

El título no guarda secretos, giros de guión o personajes destacables en cuanto a carisma, aparte del protagonista todos los demás son meros blancos a los cuales disparar desde cientos de metros y este tampoco denota una personalidad desbordante digna de elogios…pero me conformo con que el hijo de puta es una jodida máquina de matar capaz de asesinar cientos de soldados sin ayuda de nadie.

 

La mecánica tiene pinta de ser un juego de disparos en tercera persona con sistema de coberturas pero a pesar de compartir estas características con una inmensa cantidad de obras existen muchísimas diferencias… o fallos, que lo hacen único y obligan a abordar la situación de una manera única poco vista en otros lados.

Nuestro personaje se controla de forma tosca y si decidimos salir a pelear con armas de mediana y corta distancia, ya sea rifles o pistolas la precisión tan pobre hará que nos maten cual vil cucaracha… vamos, todo lo que no esté relacionado al comportamiento de un francotirador hace aguas; y eso me encanta. Mucha crítica se llevó este juego debido a los problemas con el control, pero precisamente esto se ha transformado en parte de la esencia del juego.

 

La indefensión de Frank se hace todavía más evidente por los enemigos, antes de seguir se aclara que la campaña la he terminado en la máxima dificultad posible y donde reside toda la gracia del juego por los puntos que tocaremos a continuación. Como bien dije, los enemigos causan dolores de cabeza muy intensos. Se encuentran patrullando por toda la zona, los tenemos defendiendo posiciones con torretas e inclusive nos enfrentaremos a francotiradores enemigos bien posicionados desde  atalayas, torres y edificios cercanos esperando aniquilarnos apenas asomemos la cabeza. El rango de visión es muy elevado, esto significa que desde distancias considerables nos pueden detectar sin problema y es inútil esperar que avanzando pegados desde el otro extremo del escenario lleguemos sin hacer sonar la alarma, los cabrones también son alertados por el ruido de nuestras pisadas y disparar cualquiera de nuestras armas sin ninguna fuente de ruido externa que esconda el sonoro efecto del plomo saliendo rabiosamente para matar nuestro blanco es dar a conocer nuestra posición e irremediablemente iniciar un enfrentamiento con las tropas enemigas… las cuales tienen una precisión bestial pues sin importar el arma que porten pueden hacernos mierda aun estando alejados decenas de metros.

Si jugamos en las dificultades inferiores tendremos varias ayudas disponibles, con el visor seremos capaces de marcar enemigos y una flecha nos indicará cuando un enemigo esté cerca a encontrarnos si intentamos pasar desapercibidos, los disparos no serán afectados por la fuerza gravitatoria de la tierra mientras más distancia recorre la bala, tampoco por la frecuencia cardiaca o por la dirección del viento al soplar… elementos que en la dificultad máxima estarán presentes aparte de deshabilitar todas las ayudas.

 

El diseño de los niveles se presta a tomar diversas rutas que traerán consigo obstáculos propios, son bastante grandes y de que podemos armar nuestro desmadre para iniciar una contienda en su máximo esplendor se puede… pero no se recomienda dado que el momento se puede salir de madre y acabar con un enjambre de proyectiles azotándonos desde todas direcciones. Se premia demasiado ser cauteloso y tener la paciencia de ir eliminando uno a uno, sin prisas a los enemigos, y a la par se castiga gracias a las habilidades enemigas y el control tan poco fino el tratar de despachar a ritmo de ametralladora; así queda claro que estilo se nos obliga a adoptar para no quedarnos estancados horas en un mismo punto.

Las coberturas, los diversos explosivos y el ruido ajeno es nuestro mayor aliado: El primero por obvias razones, el segundo nos sacará de muchos apuros ya que gracias a las minas o los explosivos de tracción pueden utilizarse en puntos donde fácilmente enemigos podrían entrar y matarnos… de hecho, no recuerdo algún otro juego donde parezca de carácter obligatorio utilizar estos aditamentos, mientras que en la gran mayoría de juegos los explosivos están ahí como un método más para acabar con los enemigos y puedes pasar prescindiendo de ellas todo el tiempo en Sniper Elite V2 no puedes, el asedio de los enemigos llega a puntos que si no preparas con antelación el escenario detectando los caminos que pueden utilizar para llegar a tu posición y poner estos objetos para frenarlos no pasará mucho tiempo para que ya tengas a 5 metros a 4 nazis o rusos dándote la bienvenida a Berlín.

Cada uno de los niveles tiene situaciones únicas que hacen del título una experiencia digna, variada y retadora. Dejamos claro que no nos limitaremos a avanzar de un punto hasta otro para matar o tomar algo y se acabó… detonación de estructuras y vehículos, fuga a la desesperada, batalla en una trinchera  o, de la mano de los momentos más angustiantes de la campaña, una batalla contra un grupo de francotiradores escondidos en todo el escenario, estos últimos son canela en rama.

 

Mientras más escribo sobre este juego crece la sensación de haber terminado algo especial. Dando énfasis en aquellos niveles donde un equipo de francotiradores hace acto de presencia… madre mía, pocas veces me había visto tan sumergido y concentrado, sintiendo una enorme satisfacción al ubicar uno de los colegas rivales y en medio de las ráfagas que me rozaban o directamente me daban incrustar un tiro en la cabeza y ponerse con el siguiente… pensando siempre que faltan menos pero al primer error nos mandarán al principio de la batalla de nuevo. Esto representaba un plus enorme, cada paso y cada tiro tenían que estar bien pensado, no estamos aquí para ser héroes, sino para sobrevivir aunque eso signifique estar 5 minutos jugando al gato y al ratón con nuestro adversario. Los puntos de control no son muy abundantes, pudiendo perder el progreso de media hora en cuestión de segundos por una distracción.

Nuestro rifle francotirador es el arma estrella del juego y de un certero disparo podemos activar una cámara especial donde se admira la trayectoria de la  bala y como esta entra al cuerpo humano para arrasar con órganos, huesos, piel y cartílagos… digno de verse, esto no puede desactivarse pero puta madre… luego de estar 10 minutos bailando la danza de la muerte ver como penetramos y hacemos trizas el cráneo de un ruso resulta una merecida recompensa. A nuestra disposición tenemos una cantidad elevada de rifles, cada uno con sus particularidades, ante tantos tipos uno no tarda en adecuarse al que más le convenga.

El uso de las armas secundarias no es inútil del todo, la pistola con silenciador permite ejecutar de forma sigilosa y las ametralladoras pueden salvarnos el pellejo en situaciones puntuales, pero las balas de estas son escasas y no alcanzan para matar a más de 3 soldados si bien nos va, estos hijos de puta absorben daño como esponjas.

Ahora que todo ha sido felicidad y alegría… pero el juego no se salva de algunas cagadas enormes respecto a la inteligencia artificial, soldados que corren y quedan atorados en algo o los molestos imbéciles que se la pasan corriendo siguiendo una ruta definida y marcándola hasta el infinito sin apurarse por encontrar cobertura y disparar… inclusive me sorprende que puedas matar enemigos a 20 centímetros de otro y que puedas pasar de lado de ellos sin problemas.

 

En total son 10 niveles más el prólogo y si tienen la versión completa podrán jugar misiones extras en donde se incluye una de matar al mismísimo Hitler… el sueño de todos. Cada misión es de un tamaño considerable y como he dicho con anterioridad, podemos utilizar buena cantidad de rutas para avanzar o escondernos en atalayas o edificios para hacer nuestro trabajo. La duración total de la campaña varía entre las 10 y 15 horas en el nivel máximo de dificultad.

El multijugador no incluye pantalla dividida para la campaña, pero se puede jugar en línea, Los modos competitivos los pude probar un poco hace tiempo, recuerdo apenas algunos retazos de esas partidas, como el hecho de tener un modo en equipo donde la organización es primordial y sin mucha bulla, o sea… nos enfrentamos en mapas donde no congregan 20 personas, a mí me freían a balazos cuando querían y yo apenas me enteraba de que pasaba, faltó profundizar más en ese aspecto pero ahora pocas ganas de hacerlo.

Gráficamente el juego es muy justito… los modelados de personajes apenas cumplen y tienen pinta de ser más antiguos de lo que son en realidad, el movimiento de estos es tosco; poco más que añadir, si acaso la buena representación de los uniformes de los ejércitos involucrados. Los escenarios igual, tienen buenos detalles pero las texturas están muy poco trabajadas, a su favor está la ambientación de la destrozada Berlín, llena de escombros, edificios colapsados y otros escenarios como una fábrica, el interior de un museo, zona de trincheras e inclusive una iglesia parcialmente destruida. Lo más llamativo es la cámara “de rayos X”, obviando que la entrega posterior mejoró una barbaridad, esta hace tomas de la bala penetrando diversas partes del cuerpo y… joder, me encanta; es tan estúpidamente explícito, visceral y sangriento pues la única función que tiene es mostrarnos en todo su esplendor el momento en el cuál tomamos la vida del enemigo ya sea al reventarle el hueso frontal o atravesar por ambos huesos temporales el cráneo, perforar pulmones o ver como impactamos la aorta… precioso, una verdadera obra de arte violenta.

 

El sonido es decente, la banda sonora no es memorable pero es útil para detectar que hemos sido detectados, pues solo suena en estos casos y se detiene cuando eliminamos a todo Dios o escapamos.

Sniper Elite V2 me ha gustado mucho bueno, no tengo nada más que decir, la madre está chida, la recomiendo un  chingo y todo eso, nos vemos.

TOTAL: 8

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