Super Adventure Island, sí señor. Hasta hace poco pude calmar mis ganas de jugarlo y de un solo tirón logre terminarlo, en realidad no es ninguna hazaña pues el juego dura un suspiro…pero esa hora y media es ganadora. Ya se han dado cuenta que el blog está comenzando a entrar cada vez más profundo en el ámbito retro de la SNES dándole un énfasis al género plataformas porque es el que más me rifa.
Super Adventure Island es la continuación de la famosa saga
que comenzó su andanzas en la NES, en si podíamos decir que el juego es un
plataformas con nada destacable aparte de manejar a un señor que solo utiliza
una falda de hojas y una gorra como indumentaria…y es verdad, sin embargo el
hecho de manejar una mecánica tan exigente como es la carrera contrarreloj es
un punto que lo hace especial y recomendable, en mi opinión dista de estar
entre los mejores del genero como Super Metroid y tampoco es que llegue a las
cotas de calidad de Super Castlevania pero se desenvuelve bien en este ámbito.
La historia nos cuenta como la novia del protagonista –un tal Máster sabe que chingados- es convertida en piedra mientras disfrutaban una noche estrellada, Masters decide ir en búsqueda del malvado que ha provocado tan lamentable suceso y se acabo la historia.
Ahora si podemos meternos de lleno a la mecánica, no vamos a
tardar mucho. El chiste del asunto radica en el tiempo limitado que contamos
para terminar la fase, esto se indica en una serie de barritas que van
apagándose y si se acaban nos morimos, pero para facilitarnos las cosas se han
puesto frutas que recuperan estas barras.
Por lo demás estamos ante un plataforma con elementos básicos
como lo son el salto, el salto más alto y los ítems especiales para adquirir
ataques que serán de gran utilidad contra enemigos como los caracoles malignos,
mosquitos diabólicos, pingüinos… dragones con anteojos y toda clase de animales
hasta el punto de dejarlos al borde de la extinción, también nos atacan los
miembros de una tribu de negros con mascaras.
Entre las cosas que podemos adquirir son mazos y bumeranes,
todos sirven para arrojarlos pues son ilimitados, a esto súmenle que si
agarramos otra vez el mismo ítem evolucionara, primero a una versión mejorada
del arma y después a una suerte de bolas moradas atómicas radioactivas que
llegan más lejos y pegaran más cabrón contra los jefes.
Aquí todo te chinga, ya sea una lanza venenosa o una puta
mosca que solo flotaba por ahí, es un toque y regresar al punto de control, la única
forma de aguantar por lo menos hasta el
segundo golpe es con la legendaria patineta que nos hace recorrer todo más rápido.
El diseño de los niveles esta puesto a manera de tener que recorrer todo a la máxima
velocidad posible tratando de evitar dejar a enemigos, porque regresan por ti a
violarte.
Independiente de la zona que estemos recorriendo nos
encontraremos con los elementos básicos de este tipo de juego pero modificados
para ajustarse más a la mecánica, como lo son las plataformas móviles que nos
hacen perder tiempo si no pasamos inmediatamente a la siguiente o las que ya de
plano nomas las tocas y se caen enseguida. La forma de desplazarse es
normalmente la normal –Dah- de izquierda a derecha para llegar a la meta por
medio de nuestros pies, pero se le agrega variedad con fases en las cuales hay
que subir a la cumbre de una montaña o un árbol gigante e incluso avanzar en
una fase acuática. El personaje se mueve
bien fluido, no es lo más rápido pero al momento de saltar y atacar responde
excelente.
El juego tiene una dificultad elevada pero muy disfrutable,
en los niveles y sin contar los putos jefes,
donde se te penaliza no porque el juego sea muy injusto, ya que no
faltan enemigos que salgan de la puta nada y desde atrás, sino porque uno se
llega a distraer – es que si digo “apendejarse” me regañan- o en el peor de los casos desesperarse por
perder de la misma manera en determinada sección.
Los jefes finales son muy jodidos por perder de un solo
toque, no hay que estar 5 minutos pegándoles pero es bastante estresante tener
que aprender el patrón para evitar ser aniquilados y al perder nuestras vidas
iniciar desde la primera fase del mundo.
Pero como Dios es bueno con nosotros nos ha regalado el
valioso obsequio de los emuladores, con los que si comienzas a llorar como una
nena por tener que iniciar todo –desgracia subsanada con la nueva generación
XD- puedes guardar y cargar cuando tú
quieras.
El apartado grafico del juego es muy simpático y colorido,
con escenarios variados como la jungla, el desierto, cavernas o zonas heladas
donde se respeta la fauna y flora con muchos detalles, los fondos son dignos de
mención y no se conforman con ser estáticos, que si los hay, pues encontramos
mamadas móviles de lo que imagino son nubes. El juego se mueve de forma muy
fluida sin ninguna ralentización, el diseño de los personajes es bastante
bueno, sobretodo la del protagonista y los jefes finales que a pesar de que el máximo
maligno es un puerco elefante duende volador, está bien cagado.
La banda sonora es increíble con temazos muy movidos…se
acabo.
TOTAL: 8
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