miércoles, 9 de diciembre de 2015

Reseña 3DS: Shin Megami Tensei IV




Es curioso como una de las sagas de RPG más importantes y queridas del mundillo deba buena parte de su éxito a un spin off, en este caso hablamos de Shin Megami Tensei y la sub saga Persona; La segunda con una quinta entrega para consolas de sobremesa que, según mi perspectiva, ha levantado no poca expectación y la saga principal con su cuarta entrega ya en la calle pero con un trato asqueroso en Europa al salir únicamente en digital, tarde y en inglés.

Cosa distinta pasa en este lado del charco, con el juego en físico y con una edición especial para adquirir desde mucho antes de su llegada al viejo continente. Ah pesar de la salvajada de parte de Atlus nos encontramos ante uno de las joyas de la consola, un imprescindible que, según algunos jugones,  disputa el primer lugar del podio en lo que a RPG respecta.  

La verdad creo no van mal encaminados, aunque es muy temprano para afirmar su lugar en el Olimpo de la 3DS de mi parte dada mi poca experiencia con ella es innegable que entre las experiencias a nivel de videojuegos tenidas este año esta es sin duda alguna es la más satisfactoria, la más épica y sin duda alguna la más divertida hasta tal punto de considerarla como uno de los mejores juegos de rol que he jugado en mucho tiempo.

Muchos podemos celebrar y gozar como viles perras este tremendo juegazo, que a pesar de mantenerse un poco conservador en algunos aspectos significa el regreso de la saga enumerada estrella, que teníamos sin verla desde PS2. Bueno, no es tan cierto lo último dado que la NDS tiene entre sus perlas un Strange Journey, que aun con diferencias notorias en la mecánica de juego se sentía como un verdadero sucesor de Nocturne y argumentalmente tiene una relevancia importante con la cuarta entrega que vamos a reseñar el día de hoy.

Ya ha sido bastante cháchara, así que vamos adentrándonos un poco en el juego que Atlus ha preparado con mucho cariño para nosotros.

No vamos a entrar demasiado en la historia, pues la considero una de las partes más importantes de la saga… y mi inglés es absolutamente mediocre en estos moemtnos, pero tampoco me he pasado el juego sin enterarme de una mierda, venga, hagamos un resumen chiquito del principio. El protagonista principal, el elegido para patearle el culo a toda una horda de demonios enviados desde el inframundo con el propósito de dominar el planeta a base de usar su incalculable poder y maldad es un joven de apenas 18 años proveniente de un pueblito que pertenece al reino de Mikado, ubicado en la edad media, sí. 

 

Junto con un amigo de la infancia, nuestro protagonista se dirige al castillo buscando convertirse en samuráis, para eso tendrán que pasar por el rito especial del guantelete mágico de la alegría, o algo así, con el fin de demostrar ser aptos para el trabajo. Después de 20 minutos de diálogo somos aceptados por el guantelete y nos convertimos en uno más de las fuerzas para combatir el mal en forma de bestias sobrenaturales que buscan hacernos picadillo. Una vez conocemos a toda la banda que nos acompañará durante el recorrido nos pondremos manos a la obra cumpliendo misiones que los altos mandos nos encargan.

El resto de la historia prefiero que quede en secreto, aunque para estas alturas y como verán en las imágenes pasamos de un entorno medieval a una urbe actual como lo es Tokyo, con todo y sus edificios, carros, luces y prostitutas transexuales… por la obra y gracia de un mago, o no. Sea como sea la historia es oscura como ella sola, llena de momentos perturbadores con personajes más locos que una cabra y giros que pondrán a prueba al jugador. A los más nuevos no les sonará, pero los ya curtidos saben que la historia va forjándose conforme nuestras decisiones; de nosotros dependerá la resolución de dilemas muy pesados cuyas elecciones tienen repercusión a nivel global que, individualmente de nuestros propósitos, serán muy duras de tomar. 

 

Además muchas cosas se explican por medio de la interacción con otros personajes que ayudarán a resolver el rompecabezas. Lo malo de esto es que el juego está en total inglés… si fuera otra clase de títulos esto nos valdría completamente igual, pero aquí los diálogos son muy densos y en lo particular cansan después de estar jugando un buen rato.

Ahora viene lo interesante, hablemos sobre la mecánica de juego. Aquí ha existido un poco de debate, pero no se puede negar que este SMT es especialmente asequible, sobre todo en comparación con el Strange Journey… de hecho, a falta de probar el Devil Survivor 2, es el juego de la saga más sencillo que podemos encontrar en consolas de Nintendo en casi todos los sentidos, y a pesar de todo no deja de ser un reto elevado en comparación de muchos otros juegos de rol.

En el chan de Zona Delta hice unas pequeñas impresiones sobre esto y aquí vamos a profundizar más sobre el tema empezando por el sistema de combate y exploración haciendo comparaciones con el último título que jugué de la saga, el Strange Journey.

La exploración ha vuelto a ser en tercera persona pudiendo caminar libremente por los escenarios en busca de tesoros, llaves y puertas para seguir avanzando, en SMT de DS se había optado por una vista en primera persona y el movimiento era por casillas, bastante clásico. Los enemigos ahora son visibles en el escenario, teniendo la posibilidad de huir de ellos o atacarlos primero para evitar emboscadas, dejando atrás los inevitables combates del Strange Journey. Esto para mí es un punto positivo, pudiendo regresar a zonas ya exploradas y ahorrar mucho tiempo simplemente esquivando enemigos o evitando acercarse demasiado.

 

La base de los combates es idéntica en ambas, pero los cambios y novedades sutiles terminan por marcar una diferencia brutal que en lo personal me ha gustado muchísimo. En SMT no basta con tener ataques más poderosos que el enemigo para acabarlo primero, o tener energía abundante, aquí si quieres salir victorioso es obligatorio conocer y dominar los diversos elementos, debilidades y fortalezas que tanto tu equipo como el enemigo tiene, tanto así que un hijo de puta de 6 niveles más bajo que nosotros puede aniquilarnos en un solo turno por dar con nuestras debilidades y aprovecharse de ello.

Suena bastante duro, pero créanme, comparado con el SMT DS este sistema se ha vuelto mucho más amigable. Aplicando esto también a la principal novedad, el “Press Turn System” que es el nuevo modo de sacar ventaja por aprovecharnos de las debilidades del enemigo.  Si hacemos memoria en el Strange Journey podíamos hacer que nuestros aliados atacaran en combo al enemigo si nos aprovechábamos de su debilidad usando habilidades elementales adecuadas, siempre y cuando fueran afines a nuestra causa pues también hay que recordar que los demonios podían pertenecer a alguno de los tres bandos –ley, neutral y caos- y sólo ejecutaban ataques extras si pertenecíamos al de ellos. En SMT IV nos olvidamos si nuestros aliados son afines o no a la causa del protagonista y nos centramos más a lo que pasa durante el combate.

El “Press Turn System” obsequia a los elementos de nuestra formación con turnos extras, esto significa que podemos duplicar el número de turnos, pasando de 4 hasta 8 posibles si jugamos bien nuestras cartas. Esto se traduce en ocasiones en verdaderas masacres, incluyendo las ejercidas sobre nuestro equipo, donde el oponente ni siquiera pudo respirar. Aprovecharnos repetidamente de las debilidades alterará nuestros estados elevándonos, pudiéndolo gastar para ataques más potentes o guardarlo pues eleva la defensa y agilidad, bloqueando los embates enemigos. Esta novedad facilita bastante las cosas en ocasiones, pero se vuelve estúpidamente divertido.

De ahí en más no tenemos novedades muy llamativas, pero las que encontramos siguen facilitando la experiencia. La visión de los combates sigue manteniéndose en primera persona, pero al interfaz ha mejorado bastante, indicándonos inclusive que elementos son especialmente efectivos para el enemigo o avisándonos cuando alguien del bando contrario tiene posibilidad de bloquear nuestro ataque o está a punto de ser derrotado, sólo con esto muchísimos quebraderos de cabeza desaparecen y tenemos la sensación de mayor control en el combate.


Si algo hacía adictivo la saga era la fusión de demonios, bueno, pues ahora regresa más intuitivo que nunca.  Aun seguiremos pensando cuidadosamente qué demonios utilizar para crear nuevos pero ahora con la seguridad de obtener justamente lo que necesitamos o queremos. A mí me pasaba bastante seguido el hecho de durar varias horas más reclutando y fusionando demonios para derrotar al jefe de turno pues mis amiguitos presentaban debilidades elementales que el oponente aprovechaba sin piedad, pues ahora con el buscador de la catedral de las sombras podemos buscas exactamente si queremos un demonio con habilidades específicas y si queremos evitar ser débiles ante un elemento en concreto.

Esto tiene críticas, pues el factor sorpresa se perdió por completo, de hecho se ha simplificado tanto la fusión que ni siquiera necesitamos tener a los demonios en nuestro equipo, basta con tenerlos registrados en el compendio y se nos cobrará una suma determinada de Macca –la moneda del juego- , las habilidades también podemos escogerlas nosotros. Con todos estos cambios es normal tener retractores, pero yo no soy uno de ellos, de hecho me encanta. Se agiliza muchísimo el juego gracias a las medidas implementadas, evitando dar vueltas comprando y fusionando monstruos para obtener uno que necesitamos para volver a fusionar con un gasto considerable de recursos o tiempo.

El sistema de guardado también cambió, pudiendo salvar la partida en cualquier punto, adiós a volver a recorrer todo el mapa o regresar con el escroto reventado a la base a recuperar energía.


Subir de niveles y ganar dinero en un principio parece la cosa más complicada del juego… pero apenas nos sueltan un poco y ya estaremos ganando miles de créditos para gastarlos a lo pendejo y subiendo niveles como si no hubiera un mañana con la subsecuente aparición de demonios más poderosos para unirlos a nuestras filas en un ciclo sin fin hasta llegar a ser el amo del universo.

Lo único que más o menos ha quedado igual es la forma de reclutar demonios. Para esto necesitamos convencerlos respondiendo preguntas y regalándoles cosas, si todo sale bien tendremos un nuevo amigo a nuestras ordenes, de lo contrario prepárate para ser atacado, es más sólido este apartado que en la entrega anterior, donde pareciera que el mero azar hacía que los demonios se enojaran o se unieran a nosotros. También destaca que al subir de nivel nuestros demonios pueden enseñarnos poderes y esto es por obvias razones muy útil.


Las aplicaciones regresan, pero ahora no existe límite en cuanto al número que podemos tener activadas al mismo tiempo y dan beneficios muy jugosos.

El personaje es totalmente personalizable, tanto en conseguir las habilidades mediante las obsequiadas por nuestra escuadra, la adquisición de armas y armaduras y por elegir qué puntos queremos aumentar al subir de nivel, teniendo a nuestra elección ser especialistas en ataques físicos, elementales, ser un personaje equilibrado entre otros.


Con todos estos cambios es inevitable tener un juego mucho más sencillo. La curva de dificultad del resto de títulos de la saga empieza más o menos igual…por lo menos en portátiles de Nintendo: las cosas inician muy putas pero en cuestión de horas logramos aclimatarnos para seguir ascendiendo en cuanto a dificultad. Aquí el juego inicia muy potente, tanto así que los primeros jefes son de hecho los más complicados del juego; después del arrebato inicial la dificultad se dosifica con algunos picos pero nada en comparación con otras entregas.

No podemos olvidarnos del mapa de Tokyo donde tenemos que movernos para llegar a los puntos que hacen avanzar la historia… por desgracia. Es la cosa más putamente confusa que existe, gracias a Dios tenemos guías en internet para dejarnos de pérdidas de tiempo. Algunas secciones del mapa están bloqueadas y sólo podremos seguir avanzando si completamos misiones principales para después hablar con alguien que nos dará el visto bueno para seguir avanzando, volvernos a perder y regresar hasta que algo suceda. Gracias a este pinche mapa podemos acceder a las zonas del juego, desde los campos de batalla donde la historia sigue su curso hasta zonas seguras donde podemos aceptar misiones secundarias, comprar cosas, viajar hasta otros lugares mediante portales o recuperar fuerzas.

Las misiones secundarias dan cosas muy chulas pero tampoco son necesarias para pasar el juego, aun así alargan la duración algunas decena de horas más.

Ante todos estos cambios en realidad no tengo muchas pegas… sí, el mapa está de la verga pero todos los demás me parecen cambios acertados. De hecho si la dificultad que caracteriza la saga echa para atrás a alguien debería seriamente plantearse jugar esta entrega, ofrece un buen reto mezcla una cantidad abrumadora de demonios –más de 400- , da uno de los sistemas de combate más profundos y satisfactorios y no se pasa de perverso con el jugador, en lo personal me ha encantado.


El título tiene para varias partidas, sobre todo por tener 4 finales que obtendremos en consecuencia de nuestras decisiones y que definen qué lugares visitaremos o los enemigos a vencer después de cierta parte de la aventura.

Los gráficos tienen luces y sombras: Por un lado tenemos la recreación en 3D de las locaciones por donde nos movemos y en este sentido no desmerece en lo absoluto; el personaje tiene también buen diseño y cambia dependiendo de lo que tenga puesto, existe una buena variedad de locaciones y ninguna zona que visitamos está falta de detalles o presenta patrones repetitivos.

Pero por el otro lado tenemos los combates, que en este aspecto no han evolucionado en absoluto. En primera persona con los enemigos escasos de animación. Hablando de enemigos es visible que se requiere una renovación a fondo de muchas ilustraciones, me explico ahora: muchos de los diseños de este SMT IV son idénticos a los vistos en entregas pasadas, venga que son un corta y pega tal cual, en especial porque chocan una barbaridad con diseños más recientes o con las incorporaciones nuevas… joder, es que algunos monstruos parecen sacados del puto chino.


Que sí está chido, han logrado una cifra bestial de demonios, pero ya va siendo hora de una renovación a fondo de diseños y de mostrar un mayor dinamismo a la en los combates… que les impriman vida por el amor de Dios que parece que estoy combatiendo figuras promocionales de cartón del cine. Esto en consecuencia traería un descenso bestial de demonios o de aumentar el tiempo de desarrollo de futuras entregas pero al final todos lo vamos a agradecer.

Las ilustraciones que los personajes principales tienen me han agradado bastante, así también la incorporación de demonios nuevos.

La banda sonora es buenísima llena de temas muy movidos, se aleja de la vista en Strange Journey y por esto mismo no es tan significativa, pero es innegable que guarda mucha calidad y que la cantidad también es abrumadora.

Y nada más que decir, recomendado al 100% con una duración aceptable de +40 horas en una primera partida, con un factor de rejugabilidad muy elevada y perfecta para los que nunca se han atrevido a catar un juego de esta veterana saga por la dificultad.

TOTAL: 9

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