Sabía que esto ocurriría, desde lo más profundo de mi corazón lo pedía con unas fuerzas inmensas y por fin ese momento ha llegado, el día en que por fin se adaptaron las obras de Junji Ito al anime. Verlas todas de una sola sentada era uno de mis máximos deseos dada la tremenda importancia que los mangas han tenido al punto de ser todo un referente internacional, con un estilo único para contar y plasmar historias terroríficas en papel que destacan por seleccionar entornos urbanos y situaciones cotidianas que encierran tras de sí eventos surrealistas que impactan por su inverosímil contexto pero a la vez por lo escabroso y mortal que ya hace intrínseco en cada una de sus obras al punto de que Junji Ito rige a las víctimas de sus creaciones por una lógica desquiciante y que…..¡¡JAJA NO EN REALIDAD ESTAMOS AQUÍ POR LOS PUTOS LOLES!!
Hace
muchos años me enganché cosa mala a los mangas de este señor.
Empecé con su obra más conocida en occidente, Uzumaki, y tengo que
admitir que me impactó de manera importante el desconcertante estilo
artístico, una combinación bastante resultona entre criaturas
aberrantes, la ruptura de la anatomía humana a límites de
pesadilla, caras raras y un interés casi fetichista del autor por la
tripofobia. Pero una vez pasado el impacto que este manga me provocó
fui descubriendo que el señor Junji Ito será muy pitudo y todo eso
para idear una primicia estúpidamente alocada acompañado de
verdaderas bestias infernales gracias a un dibujo sobresaliente pero
que a nivel de desarrollo de trama, tratamiento de protagonistas,
exposición de hechos/motivos para desgranar su universo, las
disonancias y formas de concluir sus cuentos muchas veces hace ver
sus historias de terror como un chiste o en su defecto como en algo a
medio coser… como si fuera más una versión preliminar o algo
hecho en plan broma, ojo que no lo digo por el humor que se llega a ver.
Uzumaki
es para mí la mejor obra del autor hasta la fecha. Muestra un
pueblito donde extrañas fuerzas que no se pueden comprender se
ciernen sobre él y afecta de distintas formas a sus habitantes y
espacio. Todo eso recuerda a los relatos de Lovecraft y eso siempre
es bueno hasta que ya avanzando a Junji Ito se le empezó a pasar un
poco la dosis de hierbabuena; entonces comenzó a meter bebés que
hablan, viajes en el tiempo, deportes aéreos extremos entre otras
cosas que sinceramente me sacaban de rollo muy gacho. Ya más
adentrado a sus obras descubrí que la cosa no se quedaba en algo
puntual, seres del tamaño de un planeta que cambian el eje
gravitacional de la tierra, fantasmas descomunales teniendo sexo, el
famoso relato de la falla de Amigara o Jack el destripador surcando
por los sueños de la gente son algunas de las historias más
absurdas con un sin fin de desafíos a la lógica, física, espacio y
tiempo. Llegué a un punto en que leer esto era más por cachondeo y
el incentivo principal de ponerme con su adaptación que se estrenó
en Crunchyroll era para seguir la fiesta que empezó años atrás…
o sea que mis espectativa para encontrarme con algo que me diera
verdadero miedo estaban por los suelos.
Junji
Ito Collection es uno de los estrenos más atractivos de la temporada
y con razón. Se tienen ganas de parte de la comunidad de una serie
que perturbe y provoque miedo al espectador, de las últimas obras
que han pretendido esto se encuentra Another que ya tiene 6 años
desde su estreno, Corpse Party que data del 2013, Yami Shibai que ya
va por su enésima temporada, Pupa que es una putísima mierda o
Kowabon que es una serie de episodios de 2 minutos. El panorama para
el anime de terror no es bastante alentador (tampoco lo es para el
anime en general a decir verdad) y que de la nada te venga el puto
Junji Ito, el señor que hizo un cuento sobre un señor que se
esconde dentro de una silla, a decirte que se acerca la adaptación
de sus obras al anime es para causar alboroto… eso imagino.
La
especulación, el gozo y la dicha llegó acompañada de dudas. El
estudio Deen estaba detrás del proyecto como casa animadora y aunque
fue la encargada de darle vida a la adaptación de mi querida
Higurashi No Naku Koro Ni, que por cierto tiene un puto 10/10 en esta
casa, uno tiene que admitir que la mayoría de sus trabajos son
flojos en cuanto a apartado técnico se refiere. Lógicamente esta no
será la excepción pero de eso ya hablaremos más adelante.
La
serie le hace honor a su nombre y más que una adaptación a una de
sus relatos más largos como Uzumaki, Gyo o Tomie es una antología
de cuentos cortos que se ofrecen en cada episodio en binas, o sea que
cada emisión cuenta con dos historias. La selección de las
historias parece estar guiada más por presupuesto/tiempo que por
relevancia dado que hay muchísimas historias que son más conocidas
y queridas que las que conforman la serie. Se nota la ausencia de las
adaptaciones de La falla de Amigara, Hellstar Remina, la propia
Uzumaki, Army of One o la del hombre silla que no recuerdo cómo se
llama, la neta… a mi en especial me pesa que no se adaptara
Uzumaki, que sí, estoy hablando de una adaptación de Deen pero aun
así hubiera estado rico criticarla para bien o para mal.
Centrándonos
en lo que tenemos a nuestra disposición, es necesario destacar que
la adaptación de la obra original es bastante fiel a nivel de guión
y eso es tanto bueno como malo. Por un lado se respetan las flipadas
e ideas de Junji Ito pero lo hace sin aprovechar el medio al que está
adaptado e inclusive tenemos un decremento notable de la fuerza de
ciertos relatos por la baja calidad de la animación. Esto se hubiera
compensado con creces si se hubieran sido más inteligente en
utilizar los recursos narrativos que el manga no puede tener por sus
obvias limitaciones, como haber jugado con ángulos de cámara,
aprovechar que podemos contar con una banda sonora o que se
experimentará con el tiempo que se toma para avanzar la historia, el
tipo de cosas que se hacen en la televisión o en el cine para TRATAR
DE DAR PUTO MIEDO.
Los
cuentos de algunos episodios son bastante resultones y se nota cabrón
que el desarrollo de este anime estuvo lleno de inconsistencias al
punto de que la animación y dirección de un capítulo a otro
parecía ser totalmente diferente a lo visto. Llegó un momento en el
que pensé que lo mejor sería hacer pequeñas reseñas que abarcaran
un único episodio… pero eso significa 12 entradas y la flojera me
puede de forma descomunal.
Tenemos
historias como “Funeral de una muñeca”, “Historia aplastante”,
“La casa de los títeres” o “Sueño largo” que son de lejos
lo mejor que la serie puede ofrecer. Sí, en todos se repite la
fórmula típica de Junji Ito, esa que consiste en poner algo que más
que resultar aterrador, paranormal o increíble es absurdo, ridículo
y que roza la demencia sin ningún sentido. Esto es hasta cómico
porque todos los involucrados parecen aceptar sin más o de plano
participar en estas chorradas como si fuera una especie de juego
donde la realidad está fragmentada a los límites de la locura. A mí
me sigue encantando lo bien que se toman los habitantes del cuento
“La ciudad sin calles” como su ciudad empieza a crear casas y
cuartos de la nada o que el hallazgo de una planta con ojos de parte
de un grupo de estudiantes se tome tan a la ligera. Pero seamos
sinceros, que el fuerte de Junji Ito siempre ha sido la atmósfera
sucia, grotesca y maligna que plasma con el lápiz… y que por
desgracia queda lejos de ser trasladada al anime.
Yo
no sé por qué un trabajo que a todas luces atrae la mirada de todos
los que están metidos en el mundo del anime de alguna u otra forma
se lo dejan a un estudio con resultados tan irregulares. Podría
valer la excusa de que Deen ya ha tenido experiencia en adaptar obras
ajenas a la animación y que además tengan como objetivo a los que
buscan pasar miedo, pero en lo personal considero que Higurashi que
también tenía algunas escenas donde todo se veía de miedo (en el
peor sentido) atesora mejor calidad… con 12 putos años a sus
espaldas y siendo animado por el mismo estudio.
Puede
que no lo haya dejado claro aún, la animación es una puta mierda la
mayoría del tiempo. El detalle de los dibujos es paupérrimo, ya no
es que algunos personajes padezcan de una degradación acentuada,
diréctamente les han pasado cloro encima y los han dejado “limpios”.
Al downgrade a nivel detalle se le suma que en movimiento es
horrible, curioso pero es en sus escenas más estáticas que la serie
brilla. Apenas nos topamos con algo mínimamente dinámico y se nota
que los becarios estaban sufriendo cabrón para animar. Recuerdo
claramente una escena en el episodio 11 (la puse aquí a un lado
mientras escribía este párrafo) donde hay una pelea, o el intento
de una, donde dos personajes empiezan a echar desmadre con magia y
las exigencias del evento pusieron en evidencia que la tasa de frames
por segundo se veía afectada de forma espantosa.
Deen
simplemente ha quedado a deber, el proyecto de animar algo que exige
un detalle casi enfermizo le quedó enorme y esto ha provocado que
aun no esperando apenas algo de ellos… logren decepcionarme en todo
aspecto.
La
banda sonora no destaca apenas dentro de los capítulos, pero admito
que el tema de THE PINBALLS sonando en la apertura es bastante bueno,
contrasta con el tema de cierra mucho más tranquilo. Los efectos
sonoros no son la gran cosa y las voces tampoco destacan por sonar
geniales, siendo el conjunto un trabajo bastante regular.
Al
final del día Junji Ito Collection resulta ser un anime del montón.
Cuenta con un diseño artístico descafeinado si lo comparamos con la
versión original y duele ver que a pesar de inclusive calcar algunas
imágenes del propio manga, que al fan generarán simpatía, se ha
desaprovechado por completo las posibilidades ofrecidas. Técnicamente
es malo, con uno que otro episodio que está mucho mejor animado (el
episodio 10 y 12 sobre todo). La banda sonora tiene un tema chido de
apertura y el trabajo hecho por los actores de voz (o seiyuus) no es
para echar cohetes. Aun así es entretenido y si jamás has leído
algo de Junji Ito tiene su pase si no te atrae el formato manga.
TOTAL:
5
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