2019 está a punto de acabar y nos ha dejado muchísimas cosas interesante respecto al ámbito de los videojuegos: retornos gloriosos, polémicas de todo tipo, batacazos tremendos, sorpresas, juegos muy interesantes y un 2020 que pinta de escándalo desde los primeros meses del año. La entrada que están a punto de leer trata de compilar algunos los momentos más trascendentales del año desde mi perspectiva en forma de menciones honoríficas… también aclaro que toda mención que va apareciendo es de manera totalmente improvisada así que no intenten encontrarle algún sentido a la disposición de las menciones porque no lo tiene, VAMOS A ELLO.
Mención
al juegazo de ritmo: Sekiro
Y
con la broma realizada vamos al verdadero juego de ritmo de mi 2019:
DJMax Respect.
Rhythm
Heaven, Project Diva, DJ/Guitar Hero, Theathryhm Final Fantasy, Elite
Beat Agents, etc; a mí me encantan los juegos de ritmo y, aunque
actualmente no es un género que tenga tantísimos exponentes como
antaño, siempre procuro darle largo y tendido a uno por lo menos.
Este año te tocó a DJMax Respect, una sorpresa mayúscula porque lo
descubrí en una rebaja de la PS Store y ese mismo día ya lo tenía
descargado en la PS4.
Este
título es una puta maravilla y basa su jugabilidad en la ya clásica
pero efectiva (además de adictiva) pulsación de botones que van
desfilando de manera descendente por una banda a la mitad de la
pantalla. De base ya contamos con 147 canciones, modo arcade,
misiones, online y muchísimos coleccionables de forma de videos e
ilustraciones así quede contenido no podemos quejarnos… aunque
tenga packs DLC con decenas de canciones que nunca se han dignado a
rebajar los hijos de puta.
Eso
sí, el juego es muy duro para los noveles, siendo normal sentirse
como un auténtico pendejo en las primeras incursiones, completar el
modo Arcade (3 canciones de apenas 2 minutos) después de media hora
con una ingente cantidad de intentos a nuestra espalda será tan solo
el primer paso en la senda de DJMax. Pero también es muy
gratificante que a pesar de su curva de dificultad se deja jugar
excelente (luego de 2 horas en mínima dificultad por lo menos).
Mención especial al modo Misión del juego, con pruebas que te dan
una bofetada cuando crees dominar este título con varias secuencias
rompe dedos infernales han logrado que este servidor no le faltaran
ganas de lanzar el mando a la pared más cercana. Sí… amo este
pinche juego.
Recordando
la puta zona más asquerosa en videojuego alguno: Torreón de Farron
Es
evidente que el título es una exageración pero eso no quita que el
Torreón de Farron en Dark Souls 3 es de las zonas más repugnantes
de toda la saga. Esta ciénaga es un lugar enorme, cuenta con grandes
árboles cuyas copas tapan en gran medida los rayos del sol y a todo
esto se le suma que todas las zonas encharcadas pueden envenenar a
nuestro avatar. Moverse por aquí es complicado pues el nivel del
agua hasta las rodillas enlentece el avance una barbaridad un
abastecimiento abundante de musgo morado es obligatorio para aguantar
las largas caminatas necesarias para encontrar todos los objetos
escondidos.
Lo
más jodido de todo son los enemigos que hacen una sinergia
maravillosa con el bioma para dar por culo sin piedad. En las islas
que sirven para resguardarse del veneno encontramos criaturas que
además de dar tremendos zarpazos con sus garras pueden (como no
podría ser de otra manera) envenenar. Dentro del agua tenemos a unos
gigantes que lanzan hechizos muy complicados de esquivar debido a la
lentitud a la que estamos sometidos y para terminar la fiesta están
los putos basiliscos.
Los
basiliscos que tanto temor me dieron en el primer Dark Souls vuelven
para atormentarnos justamente aquí, como siempre son rápidos y
vienen en grupos lo bastante numerosos para pensar varia veces si
vale la pena aventurarse por ese orbe blanco que está hasta el
fondo. Es una gozada ver el medidor de maldición subir junto al de
veneno con miles de almas nuestras en juego.
This
game ends with you: Darkest Dungeon
Simplemente
fue demasiado para mí, lo admito. Este RPG tiene un sistema tan
denso y profundo (como sus mazmorras) que todas las cosas a tener en
cuenta para tener posibilidades de victoria me superaron. Tiene
mecánicas de puro azar (eventos aleatorios en la aldea, maldiciones,
porcentaje de efectividad de los ataques) que de plano las sentí
injustas. De hecho el juego es tan jodidamente severo que la
posibilidad de perder a todo un grupo de guerreros en el cual has
estado trabajando durante HORAS me tiró para atrás luego de una
decena de horas tratando de agarrarle el gusto al juego.
Lo
siento, al final no fue lo críptico del título o la mecánica de
dados que implementa lo que me hizo abandonarlo para siempre, sino la
poca o casi nula sensación de progresión de las últimas horas y el
hecho de saber que mis guerreros a los que tanto tiempo invertí
podrían perecer en 5 minutos… ya no estoy para estos trotes.
El
mejor juego que no he jugado: Control
Control
es un título al que le tengo muchísimas ganas. El estreno de este
título hace meses fue complicado: Un doblaje al español horrible,
el rendimiento en consolas que hacía muy difícil disfrutarlo y a
eso le sumamos que en páginas de comprar Online como Amazon era toda
una odisea dar con él debido a su peculiar nombre (prueben a teclear
en su buscador “Control PS4” y verán a qué me refiero.
Al
principio lo miré escéptico por sus problemas de rendimiento pero
con el pasar de las semanas y la llegada de los parches tal parece
que Control se ha convertido en una experiencia muy recomendable. La
gente habla maravillas de él, prácticamente me lo han vendido como
un Metroidvania mezclado con un frenético juego de disparos en
tercera persona inspirado en los relatos de la fundación SCP.
No sé ustedes, yo no necesito nada más para correr por él (además
de la plata claro).
Condecoraczzzzzzzzzzz:
Resident Evil: Revelations 2
Hace
poco publiqué la reseña de este spin off de Capcom y en él se
puede leer todo lo que pienso. Esta mención quiere destacar al juego
como la experiencia más tediosa y aburrida de todo el año. Campaña
de apenas 7-8 horas de las cuales 3 consisten en resolver acertijos
la mar de fáciles cuya única intención es hacernos perder tiempo a
lo bruto, el resto del juego consiste en meter a los protagonistas en
arenas con enemigos; todo lo anterior en la locación de la saga más
sosas de todas con el villano más desaprovechado también. Eso sí, el modo asalto está chido.
La
secuela que me decepcionó: Wolfenstein II: The New Colossus
El
primer Wolfenstein de actual generación fue todo un sorpresón, un
gunplay exquisito, acción brutal y un diseño de niveles muy potente
con fases chingonas, rápidamente se convirtió en un obligado para
todo aquel que gustara de juegos de disparos. Como únicas pegas
estaba la implementación del sigilo pues la IA era irregular para
ejecutar este estilo de juego de manera satisfactoria y el poco daño
que aguantaba el protagonista que no incentivaba un estilo de juego
tan agresivo.
La
secuela llegó 3 años después, el gunplay es más de lo mismo pero
la campaña es inferior si la comparamos con New Order. Es más
corta, las locaciones resultan ser mucho menos llamativas al
limitarse a barrios destruidos o conquistados de Estados Unidos (en
el primero viajamos por varias partes del mundo), el diseño de
niveles es regular y la dificultad se ha visto elevada (por
cuestiones argumentales) gracias a que la vulnerabilidad se ha
acentuado y la hitscan del enemigo tiene un ratio de acierto absurdo
aún en dificultades intermedias.
Básicamente
han tomado lo bueno, lo han dejado como está y han potenciado las
carencias del anterior título. Lo que más me pone triste es que el
juego tiene NIVELES ENTEROS donde el adoptar un rol meramente
ofensivo aprovechando la posibilidad de cargar dos armas y la
velocidad de movimiento es penalizado muy duro… joder, qué
frustrante tener una escopeta en una mano y un lanzacohetes en otra y
no poder despacharse nazis a gusto porque el nivel exige sigilo para
superarse.
El
juego que está empezando a valorarse mejor vapuleado por la crítica
hace unos años: Final Fantasy XV
Pero
mira nada más, hace un año compré el último juego de la saga RPG
más popular en occidente y lo hice con miedo. Adquirí la Royal
Edition en un acto compulsivo, tanto así que traté de cancelarlo a
las pocas horas porque en los foros solo leía cosas horribles de él;
inclusive llegué a leer que era peor que el XII porque por lo menos
este último tenía una buena historia. Corrí a cancelar mi pedido
de Amazon porque salía perdiendo ante XII pero el hijo de puta ya
estaba en camino a mi domicilio.
Decidí
apechugar una vez llegó y madre mía, qué bien me la pasé con el
mentado peor juego de la saga. Tiene cosas maravillosas y otras muy
criticables pero en general es buen juego, uno de 7 para ser más
concreto. Con el juego bien jugado ahora veía exageradas las
críticas tan viscerales que sentenciaban de manera categórica a
FFXV aunque por un lado se entiende el enfado de los más fanáticos,
es duro ver cómo una saga que antaño se caracterizaba por ser
excelente parece no poder llegar de nuevo a esos estándares.
Lo
curiosos es que hace unos días salió la noticia de que FFXV se
había convertido en el tercero más vendido de la saga. La verdad es
que yo dudo que eso se pueda traducir en un éxito debido a los
tiempos y costos de desarrollo, pero lo destacable es que se nota que
el público lo está teniendo en mayor estima; en los comentarios se
puede ver a más gente que ha quedado contenta con el juego… o por
lo menos no lo tilda de puta mierda. Estoy seguro que con el pasar de
los años esta entrega será mejor valorada.
El
“besto waifu material”: Code Vein
Los
creadores de God Eater por fin se les hizo publicar su Soulslike
luego de un año de retraso. El juego está francamente bien, todo
sea dicho, pero lo que se ha llevado todos los reflectores ha sido su
completísimo editor de personaje, el cual nos ha dejado muy buenos
monos:
…
buenísimos
monos diría yo:
¡WEST
VIRGINIAAAAA!: Anthem
Uno
de los juegos que más expectación tenía de parte de los jugadores,
se decía que este sí sería el juego bueno de Bioware, hecho por el
equipo principal, luego del fiasco de Mass Effect: Andromeda. Llegó
febrero y con ello el estreno de Anthem junto a una de las más
inmensas decepciones ya no solo del año, sino de la puta década. EA
y Bioware no dieron una con este título centrado en el loot, si bien
parece que el gunplay era divertido todo lo demás estaba ejecutado
de manera torpe; misiones secundarias repetitivas, end game muy poco
satisfactorio y además estaba repleto de bugs siendo especialmente
famoso uno de la versión de PS4 que crasheaba toda la puta consola,
siendo necesario desenchufarla de la corriente para poder volver a
iniciarla.
Por
si no fuera poco a las semanas de estreno salieron a la luz el
verdadero infierno que resultó ser el desarrollo de este juego;
hablamos de que solamente los último meses de este estuvieron
dedicados a programarlo siendo los primeros años del desarrollo la
fase conceptual, esto llevó al crunch que Bioware sometió a sus
empleado que tenían que lidiar con una forma dantesca de trabajar
utilizando además un motor gráfico problemático para el tipo de
juego.
Actualmente
el juego no levanta cabeza. El sinfín de problemas de todo tipo que
concluyeron en uno de los fracasos más espectaculares de la
industria obligó a EA a modificar la hoja de ruta que tenía
respecto al contenido adicional de Anthem para enfocarse por MESES a
enmendar lo máximo posible todas las descomposturas, incluyendo el
retraso de Cataclismo (para hacer la puta ola) la expansión gorda
del juego. La comunidad entorno al juego ha caído de manera
considerable y por más que EA ha intentado atraer a nuevos jugadores
o a los que se han marchado no hay manera de conseguir buenos números
respecto a usuarios activos.
Una
verdadera lástima para los empleados de Bioware a la cual no le doy
mucho tiempo de vida como las cosas sigan por este camino, chinga tu
madre EA.
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