domingo, 20 de abril de 2014

Reseña Anime: Chuunibyou demo Koi ga Shitai!


Luego de haber terminado los animes que tenía pendientes de forma más urgente- Baccano, TTGL y Mirai Nikki- agarré otro camino y empecé a ver series muy diferentes de lo que acostumbramos tocar en este blog como Kuragehime, llegando a agradarme bastante pues sin dejar de enfocarse al público femenino ofrecía elementos suficientes para gustar a todo aquel en búsqueda de algo ligero con la única pretensión de entretener.

Ahora bien, siguiendo mis andanzas por series que usualmente pasan desapercibidas por este servidor nos hemos topado con Chuunibyou demo Koi ga Shitai!, una serie de apenas 12 capítulos cuyo año de salida se remonta al 2012, bastante reciente me parece en lo personal,  y bueno la verdad es la de siempre en estos casos, no esperaba absolutamente nada de ella aparte de entretener con su comedia absurda y líos amorosos que desde lejos se ven –uno lo intuye con un solo protagonista masculino rodeado de chicas- sin embargo y admitiendo que esto es cierto durante los primeros 2/3 de la serie me ha desagradado mucho el tremendo bajón y cambio abrupto de comedia a drama y ñoñadas amorosas… pero venga, pasemos de una buena vez a la serie y toquemos todos estos puntos con calma.



Ofrecida en un principio como una serie con notables cargas humorísticas abarca la historia del día a día de un joven que acaba de ingresar a la preparatoria en una nueva escuela tratando de olvidar su vergonzoso pasado. Yuuta es el nombre de este personaje y en esta nueva etapa de su vida quiere dejar atrás su época donde se creía el puto amor del universo, el dios todopoderoso de un mundo inventado por el mismo, el Maestro de las Llamas Oscuras o como mierdas se auto dirigía acompañado de aditamentos que el mismo ha fabricado, ropa que ha confeccionado por cuenta propia con motivos de ir acorde a su rango fantástico mágico de maestro del fuego y demás parafernalia  alcanzando cotas de extravagancia infinitas.  Ahora con un Yuuta que ha entrado en razón nos lo encontramos deshaciéndose de todo este material y procurando llevar una rutina ordinaria totalmente curada del “Síndrome de Octavo Grado”


Las cosas parecen ir bien y no le ha costado mucho acoplarse e inclusive hacer amigos hasta que conoce a la joven Rikka, compañera de su propio salón, que sigue sumergida en este extraño síndrome que provoca comportamientos altamente raros y antisociales como buen aficionado tapatío de futbol,  no solamente permanece en este estado sino que conoce muy bien el antiguo yo de Yuuta y de alguna u otra manera ha terminado por fascinarle esta faceta ya eliminada por nuestro protagonista, recordándosela cada vez que puede y llamándolo o refiriéndose a él como Maestro de la llama oscura. En si esto es la principal basa de la serie pues nuestro protagonista tendrá que lidiar con una chica que cree tener súper poderes y como al igual que él en su tiempo sufre del Síndrome del Octavo Grado además de convivir con el resto de compañeros donde se complicará más la vida con los malentendidos a desarrollarse a lo largo de los 12 episodios.

Como bien he mencionado al principio los primeros 2/3 de la historia se vuelcan más a ofrecernos situaciones cómicas, absurdas de notable entretenimiento, no son la gran verga y si nos ponemos a comparar no llegan ni a la gracia que series como Gintama Excel Saga o Nichijou ni a la tremenda absurdez de Nichijou –la otra Nichijou- pero en si nos encontramos con un humor bastante potable donde las situaciones ridículas vienen acompañadas de combates donde se alardea de una épica tremenda con coreografías elaboradas y la presencia de armas de proporciones  bíblicas.

Esto último tengo que explicarlo mejor. En algunas partes de la trama Rikka entra en conflicto ya sea con sus familiares o con otros alumnos de la escuela, ya sean peleas de puro cachondeo o verdaderas confrontaciones totalmente serias se nos presentan desde la muy particular visión de la chica, lo que vendría siendo una chusca pelea de una idiota con parche en el ojo contra su hermana a base de paraguas y cucharones para la sopa es transformado en combates llenos de magia, luces y explosiones con un abanico muy amplio de movimientos y piruetas… Tengo que admitir la gracia causada pues mientras Rikka lo ve todo como una encarnizada batalla donde dos entes mágicos miden fuerza sin escatimar recursos espectaculares seguramente estará Yuuta y sus amigos cerca viendo como efectivamente no es más que una pelea entre una idiota de parche en el ojo batiendo un paraguas contra su hermana que opta por defenderse con el cucharón de la sopa.

Dicho esto dejo en claro que la gran mayoría de situaciones cómicas es causada por el continuo choque entre la realidad real –Dah- y la alternativa donde Yuuta junto con otra compañera que no tardará en incorporarse a sus flipadas viven para proteger al mundo (¿?) sin importar si tienen que cagarle el día a alguien en el camino, como a la joven y popular Nibutani que recibe trancazos de la puta nada sin deberla ni temerla pues guarda cierta relación con ese mundo mágico y alternativo tan difícil de comprender para el personal común y corriente.


Ahora bien, solamente diré que muchos gags y situaciones físicas conservan un buen nivel hasta que llevamos mucha serie vista y al anime se le da por volverse tremendamente dramática y meterle amor, cursilerías y emotividad para aplastar hasta hacer puré mucha de la esencia cómica de la serie. No estoy en contra de meterle dramatismo y temas serios para crear trasfondo o meterle sustancia, ahí tenemos a dos ejemplos que me han encantado como Mawaru y la mismísima Kuragehime donde no se guardaban nada y mientras en la primera el transición era totalmente justificable y necesaria a un tono trágico la segunda no te abrumaba para nada y se mantenía fresca y simpática.

En este caso no sucede para mi desgracia y para mayor plus decir que la serie se queda estancada durante dos episodios decisivos para la relación entre los protagonistas en teoría, lo digo porque de los 40 minutos la situación evoluciona en tan solo 6 si juntamos todos los momentos importantes, el resto es una especie de tormento donde los personajes no saben que penes están sintiendo, se montan sus historias y no paran de caer en una espiral de sufrimiento amoroso juvenil… a partir de ahí y ya armado todo para el final se nos espera episodios muy dramáticos. Vuelvo a remarcar que no le hago asco a este tipo de situaciones pero tampoco están tan bien logradas, el motivo de tantas lágrimas y tristeza se intuye bastante, venga: Chica que evade la realidad, chico que convive con ella, sentimientos entre ambos después de pasar rato junto, el verdadero motivo del comportamiento de Rikka….


El problema es que la situación no se alcanza a desarrollar bien y para los últimos momentos la cosa sufre un desmadre con un final bastante atropellado, pero a la vez predecible y aburrido en partes. Pa terminar de amargar más el resultado se trata de dar un mensaje para lograr hasta cierto punto una identificación del espectador con los personajes pero resulta redundante que un narrador se meta para explicarnos esto cuando se viene intuyendo desde las fases más tempranas de la serie y se puede transmitir sin tanto rollo.

Básicamente puedo decir que no me ha gustado el desarrollo de la trama a partir de su último tercio, soso, con episodios enteros muy monótonos y pesados que parecen no llevar a ninguna parte y con un episodio final muy atropellado donde pasan muchas cosas en poco tiempo y de forma no muy bien pensada –mames ese momento de “a toda madre en bicicleta” -, pero cuidado que aun así pienso que tiene momentos muy buenos, inclusive se puede alagar de ciertas escenas muy emotivas donde la “magia” aparece y es aquí donde realmente se ve la evolución y la faceta más emotiva de algunos personajes.

Otro problema y que se puede atribuir a los pocos episodios –aunque se me estaba volviendo pesada- es el desarrollo de algunos personajes secundarios, no todos pero aun así se sienten muy desaprovechados y más teniendo en cuenta los derroteros tomados hacia la temática del drama y amor, perfecta para, por ejemplo, un amigo del protagonista que batalla constantemente para declarársele a una compañera de escuela con desastrosos resultados, siento como hubiera mejorado si algunos secundarios tuvieran más atención, pero bueno.


La animación es notable. El diseño de los personajes está hecho para remarcar la lindura de los personajes femeninos, si mal no recuerdo el estudio encargado es el mismo creador de la famosa serie “K-On” que, entre otras cosas como la música pues es sobre una banda –tendría huevos si no- es recordada por la enorme dulzura que destilan sus protagonistas gracias al estilo moe usado…aquí se puede notar muchísimo ese tipo de dibujo, gustará más o menos pero no se puede negar lo bien hecho.

Entre toda la animación destaco las peleas absurdas, llegan a ser una verdadera genialidad y tiene esos aires de “chicas mágicas” llevado a su máxima expresión con un dinamismo perfecto y los imperdibles casi obligados efectos donde se lanzan conjuros y se invocan armas del tamaño de un camión, de ahí en más nada que destacar, las misma imágenes hablan por sí mismas de una paleta muy colorida y viva junto a unos escenarios perfectamente iluminados  y pensados en resaltar la atmosfera desenfadada o triste, dependiendo el caso.

Ya para terminar decir que la serie no me ha decepcionado así tal cual, si, me he cagado en la puta madre con esos episodios finales en casi todo su transcurso y se echa de menos como se tira por la borda casi todo rastro de humor o comedio con el afán de darle un toque más oscuro y desalentador a una serie que en lo personal no pintaba nada de esa manera, que si, se tenía que tocar el tema de Rikka pero no de forma tan pesada como para revolcarse exclusivamente con ella mandando lo demás al pito… en fin, pero el resto me ha gustado y tiene unos puntazos sobresalientes, aun y a riesgo de que algunos la consideren pesada la recomiendo si no tienen nada mejor que ver, son fanáticos de los trabajos de este estudio o no les interesa los puntos negativos bastante notorios de esta comedia romántica que en realidad sufre una transición de comedia a romance.


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