Prison School es un verdadero fenómeno, siendo uno de los mangas más exitosos en Japón desde su primera aparición en 2011, y su adaptación al anime tarde que temprano terminaría apareciendo para el disfrute de aquellos que querían un verdadero compendio de situaciones fetichistas que rozan lo ilegal junto con una dosis muy generosa de tetas de descomunal tamaño y chistes tanto físicos como verdes. Así fue como en 2015 J.C. Staff, el estudio encargado de animar la próxima temporada de One Punch Man (Dios nos libre) se dio a la tarea de adaptar para la televisión la que vendría a ser una de las series sensación de dicho año.
Admito que yo quería ponerme con la reseña de este anime desde hace mucho tiempo pero dado el enorme hastío que todo el mundillo del anime me produjo a partir de mi última reseña; La de Punchline que tiene casi 2 años, decidí alejarme de los monitos chinos hasta que la sensación de total aburrimiento y pereza se disipara. Bueno, regresamos otra vez a las andadas y si bien hubiera preferido empezar con… no sé, las películas de Madoka, Zankyou No Terror, Boku No Hero Academy o volver a reseñar por millonésima vez a Midori para inyectar 300 visitas al día por 3 meses consecutivos; Prison School fue la elegida porque verla fue un desconcierto total dado que tiene elementos que me desagradan un poco pero también cuenta con cosas que me han parecido geniales y que me resultan sorprendentes porque a simple vista esta cosa no prometía más allá de lo obvio.
A la reseña que vamos.
Prison School tiene pinta a simple vista de ser el producto salido de la mente de quinceañeros calenturientos fanáticos al sadomasoquismo y que rinden culto a las tetas colosales. La premisa de la misma va de un grupo de 5 chicos que se ven envuelto en un escándalo que los acusa y condena por espiar el baño de chicas justo cuando ellas están haciendo uso de la instalación, por ende son sentenciados a pasar un mes en una prisión en medio del patio escolar desde el cuál no solo tendrán que acudir a sus actividades escolares cotidianas… sino que serán tratados como presos de verdad y estarán bajo un estricto régimen que incluye trabajos forzados, aislamiento del resto del plantel y ser disciplinados con una fusta.
Pero la cosa tiene más juguito del que se puede esperar, por si la premisa no es lo suficientemente rocambolesca . Para empezar a entender bien este desmadre es necesario iniciar por el principio de la historia que abarca el primer episodio. El instituto Hachimitsu es una escuela privada de gran prestigio que destaca por sus altas tasas de aceptación a la hora de presentar el examen de admisión universitaria en base a un riguroso plan académico y a que es exclusivo para señoritas. Con el cambio de directivos el instituto toma un cambio radical y decide por primera vez en su historia aceptar estudiantes varones. El cambio es paulatino y para este primer ciclo se aceptan únicamente a 5 chicos que desde el primer momento son vilipendiados por el resto del plantel, aunque tampoco es de asombrarse porque resultan ser una panda de pervertidos más salidos que la esquina de una mesa con la única motivación de pillar cacho. La cosa se sale de madre muy rápido y apenas tienen la oportunidad deciden salir de excursión nocturna para espiar a sus compañeras.
Después de una serie de escenas de extrema tensión donde nuestros héroes estaban por salirse con la suya son atrapados por el consejo estudiantil que en realidad opera desde la clandestinidad y que tiene como máximos dirigentes a tres chicas que muy bien de la cabeza no están… por no decir que están como las putas cabras. Estas deciden el castigo que ya antes hemos comentado y que será el punto inicial de una interesante (no lo digo con segundas) historia que involucra planes de escape estúpidos, sabotaje, intrigas y trampas con el fin de que nuestros protagonistas terminen siendo expulsados.
Del grupo de colegas destaca Kiyoshi, que viene a ser el verdadero protagonista de la obra aunque los demás no se quedan atrás. Tenemos a Gakuto que es un fanático de todo lo que tenga que ver con el periodo histórico de “Los tres reinos” de China y que se come buena parte de la serie, Andres que… bueno es el puto amo, Joe; un chico introvertido que tiene pinta de asesinar personas al azar en callejones oscuros por las noches y el amigo de la infancia de Kiyoshi cuyo nombre he olvidado por completo así que le llamaremos a partir de ahora “ El Rubio” . La dinámica entre estos 5 personajes es interesante y si bien Kiyoshi junto a Gakuto son los que más cámara roban es innegable que el resto de personajes cuenta con lo suyo y se ha esforzado para que todos estén bien integrados para evitar que pasen de forma desapercibida, de esta forma las diversas problemáticas, las situaciones más cómicas o en su defecto las más tensas involucran a uno o más de estos chicos.. De todos el que más me gusta destacar es a Gakuto, que muy a pesar del protagonista resulta ser bastante más carismático que este y si bien su papel principal es de hacer el imbécil sus divagaciones que involucran todo su saber sobre los tres reinos y sus ansias de querer aplicarlo en la vida real valen todo su peso en oro, por no mencionar sus desvaríos o el exponerse a situaciones límite para que los planes salgan a flote y si bien Kiyoshi es el encargado de las jugadas más heroicas y sus motivaciones e intenciones son igual de estúpidas no sería el personaje por el cual recordaría la serie.
Ahora bien, si te parece absurdo que esta panda de chicos estén de prisioneros de forma literal en un instituto el resto de la historia no hace más que elevar el listón en cuanto a situaciones estúpidas se refiere… porque estos hombre se toman la puta vida demasiado en serio de la forma equivocada y gracias a esto tenemos entretenimiento a lo largo de los 12 capítulos que esta serie ofrece en base a meterse en problemas y en intrincados planes de escape que casi siempre se resuelven por obra del espíritu santo pero que tanto pueden salir bien como mal, sea cuales sean los resultados es loable el intento de encasquetar en el mismo sitio la tensión, la epicidad, la comedia más verde y grotesca que puedas imaginar, además como bien ya mencioné, tiempo para el romance también tendremos.
La ecuación no estaría completa sin nuestro buen puñado de antagonistas y aquí tenemos tres que traen ganas de joder pero bien a los prisioneros. El consejo estudiantil conformada por la Sra presidenta, su mano derecha llamada Meiko y Hana que también es una colaboradora activa son quienes realmente mandan en el instituto y a pesar de que las medidas que toman son desproporcionadas, buscando la expulsión de nuestros amigos, razones para que la presidenta se muestre tan tiránica no le falta. Es aquí donde entra en el juego el director de la escuela, un hombre maduro de aspecto sobrio que se mantiene estoico ante las críticas sobre su decisión de incorporar hombres al instituto... que en realidad es un puto mujeriego que guarda como un tesoro una caja con fotografías de los culos de todas sus conquistas alrededor del mundo, gusta de pedir objetos de claro carácter erótico por internet y se ve que tiene una clara fascinación por la pornografía; su hija, la presidenta del consejo, asqueada de su padre tiene esa animadversión con el protagonista por el temor de que cuando se hagan mayores se conviertan en seres igual que su progenitor y aunque su discurso en un principio es de mantenerlos a raya para corregir estos comportamientos sus intenciones se degeneran hasta quererlos fuera del instituto. A pesar de contar con estos sentimientos tan fuertes la chica es fría como el hielo, junto el silencio que tiende a guardar y lo tajante de sus decisiones da mucho puto miedo… claro, el contar con una parvada adiestrada de cuervos también ayuda a imponer un poco de respeto.
Como bien dije esta señorita no trabaja sola y cuenta con un duo nefasto para llevar a cabo sus planes. Meiko de la que hablaremos después y Hana, una psicópata que se prende a la mínima y aunque su apariencia la hace parecer una chica de instituto más resulta en ser el demonio. Violenta como ella sola es partícipe de algunas de las escenas más demenciales de toda la serie… para no hablar de más por riesgo a spoilers apenas puedo hacer la observación de que cuando Kiyoshi y Hana se enfrentaban la incomodidad que un servidor padecía era notable, estamos hablando de escenas que rozan lo obsceno y que bien podrían servirnos para el preámbulo de cualquier escena hentai.
Por último está Meiko, que sin duda alguna es el personaje más reconocible de la serie por ser una dama de proporciones exageradas que va azotando a todo el mundo con una fusta. Si bien en un principio pensé que era la carne para llamar la atención del personal al poco tiempo uno nota que va más allá y es que el tratamiento que recibe Meiko la hace ver como el personaje más sin sentido de toda la jodida serie al grado de que llegué a pensar que el autor realmente despreciaba al personaje humillandolo cabrón. El 90% de todo el fanservice proviene de Meiko, cosa que tampoco es tan raro porque es el único personaje de la serie cuya tetas son más grandes que la cabeza de una persona promedio pero este llega a extremos que a la imaginación no dejan absolutamente nada, dando así situaciones burdas y grotescas, ahora bien que si el presentar en primer plano el potorro o las tetas de Meiko o ya directamente sacarle los pezones durante el 95$ de sus apariciones no deja claro que el personaje está ahí como una burla a todo lo que representa no es suficiente también cuenta con escenas donde…
… bueno de verdad… vemos cómo un personaje que en principio parecía la mano dura y pesada del consejo estudiantil se convierte en una caricatura absurda. Aplaudo la sinceridad de la serie en este punto a la hora de hacer la labor de sexualizar al personaje, sin ocultar absolutamente ninguna de las intenciones y que con su muy particular humor ridiculiza a este tipo de arquetipos que tanto abunda en el anime que por lo general tienen la función de llamar la atención del espectador. Además el personaje no es malo, como casi a todos los demás principales de la serie Meiko dista de ser un personaje plano (chistazo) y cuenta con su particular carácter el cual le llega a jugar en su contra.
También tenemos personajes secundarios como Chiyo, que la vemos congeniar bien con nuestro protagonista muy temprano en la serie para después volverse parte fundamental en la trama. Y hablando de la trama; bueno, tengo que admitir que me ha sorprendido para bien, tiene un buen ritmo que hace a la serie avanzar de forma muy rápido, por lo menos en este aspecto es muy difícil que se atragante uno con ella. Las problemáticas que plantea pueden resultar hasta ilógicas pero también están llevadas notablemente y se las han ingeniado para darle un toque de epicidad y dramatismo que no creí ver en esta madre, vamos ¿Quién pensaría que una salida para quedar con una chica o salir a comprar figurillas tendría tantísima emoción y mantendría al filo del asiento al espectador?. Más allá de padecer de lo que la inmensa mayoría de obras adaptadas del manga tiene, el final abierto justo cuando parece iniciar lo bueno, porque este continúa en emisión no veo problemas particularmente graves pero a saber… que ignoro por completo qué tan buena adaptación sea.
Llevamos escribiendo sobre esto toda la entrada, así que para este punto a nadie le debería sorprender que la serie es una comedia obscena, por lo tanto su género demográfico es el seinen. Y sí, abunda el humor verde, la comedia física y escatológica, por algunos lados me comentaron que tenía mucho humor negro pero sinceramente no lo vi por ningún lado. Obviamente la serie no es para todo el público en el sentido de que… mierda, realmente uno puede sentirse incómodo al verla por más ganas que el guionista le metió para ser divertida; en lo personal recomiendo mucha discreción para todo aquello que quieran ver Prison School, creanme que no será bonito que tus padres o compañeros de cuarto te pillen en uno de los puntos álgidos y piensen que eso de practicar el onanismo viendo dibujitos es uno de tus pasatiempos,no tiene nada de malo pero igual prefieres que quede en la intimidad… yo digo.
La comedia física es brutal, pensándolo bien es una serie muy violenta; literalmente a un personaje le meten un palo de árbol por el culo así que también es a tener en cuenta eso y el fanservice está a la orden del día. Que algunas escenas me causarán repelús no quita el hecho de que otras me parecieran genuinamente graciosas sin más, los ejemplos más claros son las típicas escenas donde los personajes exponen los eventos que suceden en ese momento cual narradores deportivos pero sin dejar de decir estupideces y salvajadas todo el tiempo... como los narradores deportivos vaya. Yo me esperé a la versión sin censura porque pensé que me estaría perdiendo de muchas cosas y efectivamente así fue, la versión original no tapaba nada más pezones por decirlo de alguna manera.
Técnicamente la serie está muy bien animada y siendo J.C. Staff me sorprende aun más los resultados. Por lo que sé los personajes están bien adaptados y hago especial hincapié a las expresiones faciales que aportan también bastante a la comedia… o a que te sientas francamente desconcertado. Los dibujos tienen muy buen detalle y no noté ningún problema de fluidez que empañe en trabajo, claro, para esto vuelvo a mencionar que la serie la mire en la versión que sale a la venta luego de ser emitida por la tele y eso trae consigo mejores en la animación en muchos casos, se usa una paleta de colores cálida y en cuanto a las escenas de fanservice… bueno, se han esmerado para que se vean bien, inclusive hay escenas animadas con figurillas lego que son AMOR. A grosso modo Prison School es un trabajo notable. Los actores de doblaje que participan en el trabajo cumple su trabajo de sobra aunque no me he percatado de una banda sonora destacable más allá del tema de apertura que sinceramente tampoco me gustó mucho.
En conclusión, la serie es hasta buena, pero recomendarla a todo el público es algo difícil… yo difiero en las opiniones vertidas para esta serie sobre cómo es el rey de la comedia, más que nada porque el humor que maneja no es de mi total agrado y no es la primera vez que pasa en este Blog, ahí tenemos a Dokuro Chan que me pareció una serie regulera. Pero qué diablos, trama entretenida tiene y si gustas de reirte a carcajadas con chistes obscenos o de un fanservice que tira más a lo grotesco que a lo erótico para hacer la gracia yo creo que esta sería la disfrutarás sin ningún problema.
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