Japón, ese país que apasiona a mucha gente por su música, comida, tradiciones, libros, modos de entretenimiento como lo son videojuegos, anime, películas y en general su cultura, de este último podemos sacar una buena cantidad de leyendas que ya forman parte del bagaje cultural de muchos japoneses y podemos presenciar como poco a poco un buen numero de historias traspasa las fronteras siendo las de terror en su forma más antigua o contemporánea las que resultan sumamente atractivas; No es para menos pues es tremendo la eno…..a la chingada con toda esta introducción, que venimos a hablar de la serie en sí.
Yami Shibai se presenta como una serie que aborda una gran cantidad de leyendas urbanas japonesas -o eso supongo que nunca había escuchado hablar sobre una gelatina roja con dientes que mata personas en un metro en hora pico- en un formato que apenas llega a los 5 minutos contando su introducción y su cierre.
El cómo llegué a enterarme de esta serie reside ya en la visita a casa de un amigo y la revisión a los animes de estreno del año pasado, entre todos destacó para mis ojos esta peculiar obra de episodios cortos y dado a que toda serie de semejantes características ha terminado por agradarme mucho como son el caso de FLCL por Thermae Romae no dudé en hincarle el diente apenas terminara las anotadas en mi lista pues es muy difícil que algo me canse a los 5 minutos –menos Urban Yeti, esa mierda es el diablo-. Otra cosa a destacar es que la serie gano más popularidad gracias al tema de cierre compuesto por “AVTechNo!” donde la base musical es acompañada por letra cantada por la famosa Hatsume Miku, de Vocaloid – Tócate las pelotas con este dato-
Por lo mismo de ser una serie de cortísima duración, con una cantidad también pequeña de episodios, solo 13, y siendo todos ellos auto conclusivos me ha quedado tan chiquita esta reseña, pero bueno, trataré de explicar lo mejor que pueda todo este concepto sin destriparles mucho los episodios.
En lugar de iniciar con una breve reseña de la historia y crítica de sus aspectos empezare con el estilo de animación, bastante peculiar. A diferencia de otros animes donde todo va mínimamente fluido y con los diseños que todos conocemos se nos ofrece una estética llamada Kamishibai lo que en español sería drama de papel, un nombre realmente apropiado para lo que nuestros ojos ven durante todos los episodios pues los personajes involucrados no son más que figuras recortadas de papel que rara vez cambian sobre fondos estáticos. Seguramente esto eche para atrás a más de uno pero de algún modo me parece fundamental para meterle candela y logre esa atmosfera estática pero a la vez tensa que se presta a sustos. Esto en particular me ha gustado mucho y no ha sido para nada un impedimento para tomarse la serie bien y disfrutarla en buena medida.
Ya entrados en la trama todos los episodios tiene como única parte en común la introducción, desde un principio se deja claro la primicia: Un sujeto llega todas las tardes con su teatro ambulante, invitando a los niños a acercarse para presenciar alguna historia terrorífica que será representada con títeres de papel, como ya he mencionado anteriormente. De aquí en adelante cada historia nos mostrará a personajes siendo atormentados por personas muertas que han regresado a nuestra divertida y fantástica dimensión para seguir cagando el palo u otros seres monstruosos o fantasmales, en todo caso y si lo que se busca es una variedad nutrida de situaciones macabras les hago el llamado a tener esta serie muy en cuenta y si tienen conocimiento de leyendas o les agrada la idea de adentrarse a este mundo pues también.
Yami Shibai ofrece desde familias enteras que sufren una maldición, niños atormentados por espectros o personas sumergidas en situaciones tremendamente macabras, todas con un final, que se sobreentiende, muy trágico. Ignorando por completo si se basan en historias y leyendas ya antiguas recalco el hecho de que todas están ambientadas en nuestra época actual, estoy seguro que no lo será para todos, pero para mí las historias adquieren un plus en cuanto a terror por el mero hecho de estar ambientadas en escenarios cotidianos por gente común que podría ser cualquiera que estuviera hecho de papel y que contara solo con una expresión… eso es terror en su estado más sensual y salvaje (son las 2 de la mañana no sé qué penes digo a estas horas).
En general las historias están chidas, pero se hubiera agradecido si duraran un poquito más para crear un trasfondo y no dar la impresión de “soy un fantasma y te asusto porque me excitas”, obvio, no en todas…que algunas si necesitan ese desconocimiento o aparición abrupta para crear impacto, pero en otras, como la del sujeto que es embrujado solo porque es el más guapo del hospital por otros pacientes o la de la gelatina roja que mata a un sujeto en el metro a vista de todos, hubiera sido correcto saber que pitos hizo para merecer eso o qué demonios es lo que lo está atormentando….porque así no da miedo.
En todo caso y ya para cerrar con esta reseña invito a todo el mundo a verla, si te da mucho miedo pues invita a alguien pero yo no dejaría pasar esta obra por su corta duración, su estilo original ¡Y porque trata de fantasmas! Chingada madre, a todos les gustan las historias de fantasmas. Aclaro que no lo mejor que he visto últimamente, lo digo por Kuragehime, pero si engancha de buena forma y en menos de una hora habrás visto toda la serie.
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