Este juego ya ha pasado por mis manos en anteriores
ocasiones, inclusive cuenta con una primera reseña que data de mediados del
2012, pero es una putísima mierda denigrante así que hoy ni siquiera pondré el
link hacia esa reseña… ¡No la busquen cabrones! Les seré sincero, nunca he
visto una película de Alien, mucho menos he jugado un videojuego aparte de este
y saben algo, pocas ganas de ponerme con las películas en estos momentos.
Así que en base a este nulo conocimiento por toda la parafernalia que rodea este famoso universo seguramente me he perdido de muchísimas referencias, lo que también me vale una hectárea de verga. Inicialmente esta entrada pretendía participar en el mes de Alien de Zona Delta pero por cuestiones de tiempo/escuela ni siquiera pude iniciarla hasta el mismísimo día de hoy, es tarde para lamentarse así que empecemos de una buena vez.
Aliens: Infestation fue de los últimos juegos importantes que la NDS recibió, resultando además ser una especie de aperitivo para lo que se suponía sería uno de los mejores juegos basados en la licencia, el Aliesn: Colonial Marines… al final la versión mayor de esta tanda para consolas de sobremesa terminó siendo en una puta mierda, pero antes de este chasco nos encontramos con el que en verdad resultó un verdadero juegazo…bueno, no exageremos, que tampoco forma parte de mi Top de la consola, pero de que tiene muchísimos puntos buenos que lo hacen sentirse como una experiencia satisfactoria y altamente recomendable lo es.
La mecánica del juego bebe muchísimo de otros juegos de exploración con una buena dosis de libertad para movernos por el mapa, como los Castlevania disponibles para la misma consola. El esquema para avanzar en el juego es ir recorriendo la enorme USS Sulaco, una nave de proporciones gigantescas que hace de escenario central, a la par que conseguimos diferentes ítems y llaves para acceder a zonas en un principio bloqueadas. Si ya han jugado previamente títulos como Super Metroid o Castlevania: Dawn of Sorrow no creo que necesite decir lo jodidamente grandioso y divertido que es explorar un lugar lleno de salas, pero si es el caso contrario lo vuelvo a decir, es una gozada.
Por las imágenes ya puestas uno puede pensar que se inspira muchísimo en juegos de su misma extirpe con muy pocas novedades… y es la verdad, pero esto no tiene nada de malo, un “Metroidvania” siempre será bienvenido y si tiene una atmosfera y estilo artístico tan genial como es el caso de este juego pues con mayor razón. Aun así el juego ofrece algunas peculiaridades y características que lo vuelven una experiencia muy desafiante. La más importante es la muerte permanente de nuestros personajes controlables, verán; En un principio contamos con un máximo de 4 soldados, los cuales al morir se pierden de forma definitiva, estos hacen la función de “vidas” y la única manera de conseguir más es reclutando a otros camaradas esparcidos por el mapa.
No podemos ir reclutando a lo estúpido, si los cuatro cupos están llenos esto será imposible pero podremos marcar el lugar donde se encuentran para regresar por ellos cuando los necesitemos. Esta característica obliga a ir con muchísimo cuidado por el escenario, no es que los solados estén hechos de azúcar pero los enemigos quitan un putero de vida y morir por avanzar a lo pendejo sin apenas cuidados es imposible pues basta solo un enemigo para meternos en un aprieto, esto no es un Dark Souls de la exploración en dos dimensiones pero si no quieres verte en la situación de quedarte con un único soldado corriendo con los testículos en la mano hacia una sala de guardado en la quinta chingada de la nave más vale llevarla calmada.
Los soldados son de idénticas habilidades así que no pesa más la muerte determinada de algún soldado encima de la de otros…aunque pensándolo bien esto mismo sería de poca madre pues le daría un toque deliciosamente puteante a nuestra aventura por la nave perder a nuestro soldado especialista en algo. En fin, el juego no es un paseo, que eso quede muy claro, los enemigos son unos cabrones que destacan por su agilidad, resistencia o potencia de fuego, todos tienen un patrón muy simple de ataque como lo es disparar cuando te ven o correr hacia tu posición pero con eso bastará para pasarla mal. La variedad de enemigos no es muy alta pero cumple muy bien, Aliens de diferentes tipos, robots y soldados enemigos se dan cita para matarnos.
Para repartir candela nos encontramos con un buen arsenal de armas de fuego compuesto por un rifle de asalto, una escopeta, un lanzallamas y una especie de torreta portátil que hace un desmadre colosal… todas son más o menos efectivas dependiendo de con quién nos estemos enfrentados, digo, la escopeta por ejemplo no es inútil contra lo xenomorfos pero ya me dirás tu que risas cuando surja la necesidad de cargar unos cuantos tiros mientras una bestia de color verde mayate te persigue, aquí entra otra característica que eleva en cierto grado la dificultad del juego: solo podemos cargar con un arma a la vez; contamos con una pistola de munición infinita pero vale pito contra prácticamente todo enemigo y algunas puertas necesitan forzosamente el lanzallamas para abrirlas así que si no cargamos con el tendremos que regresar con el plus de ser un arma poco efectiva contra más de un enemigo.
Para guardar progresos, cambiar de arma y recuperar vida están las salas especiales, una especie de almacén donde podremos respirar tranquilos.
Nuestro monigote cuenta con un abanico muy funcional de movimientos, salto, correr, agacharse y maromas para evadir peligros, la gran mayoría gasta una barra de estamina y esta requiere mucho cuidado para no agotarse, también está un sistema de cobertura detrás de cajas que no sirve de absolutamente nada a menos que gustes de estar 30 segundos disparándole a un enemigo cada vez que asoma la cabeza.
Lo más complicado del juego no es ir buscando las llaves para acceder a nuevas zonas de hecho este punto es todo lo contrario, con un punto marcado en el mapa para llegar. Y los enemigos tienen un patrón de aparición criminalmente marcado, dicho esto no esperes que un enemigo aparezca de forma sorpresiva en alguna sala, en el mapa estarán marcados gracias a un detector de movimiento, esto es muy útil pues uno se da la idea de cuantos enemigos le están esperando y si conviene ir en nuestro estado actual.
Si bien es cierto que USS Sulaco es el escenario principal en ciertas partes nos enviarán a otras zonas fuera de la nave, en general son muy cortas y no cuentan con un mapa tan complejo o grande como el de la nave principal.
Básicamente durante todo el juego estaremos haciendo lo
mismo sin la adquisición de habilidades nuevas a excepción de las armas, si
acaso unos potenciadores que sirven para aumentar el daño de las armas, gracias
a Dios el juego no es muy largo y créanme, si hubiera durado 3 horas más se
comenzaría a sentir la monotonía, esto sobre todo porque los patrones enemigos
y estos mismos no tienen mucho chiste a parte de quitar mucha vitalidad.
Como sección para refrescar las cosas nos meterán dentro de un vehículo que tendremos que proteger moviéndolo hace los lados y usando la pantalla táctil para controlar la torreta…es una escena breve y por eso creo que se han olvidado de los zurdos pues la torreta a huevo necesita la mano derecha, algo que es incomodo para mí.
El juego tiene una duración justa entre las 5 - 6 horas, cosa que de verdad se agradece pues si bien todo esto rifa mucho la fórmula se estaba comenzando a gastar y si hubiera durado un par de horas más comenzaría a notarse una seria monotonía… no me malentienda, el juego es muy divertido pero después de regresar a la USS Sulaco por última vez poco estaba aportando a la fórmula, sin coleccionables, apenas mejoras o variaciones en enemigos y situaciones damos las gracias por un juego que no intentó alargar su vida de forma innecesaria a pesar de ser corto. El juego no tiene muchos incentivos para volver a jugarlo, los extras prácticamente no existen.
Técnicamente el juego luce muy bien, los gráficos tienen un aura retro que solo el estudio –el mismo de Contra 4- sabe imprimir con maestría. No tengo muchas pegas, los escenarios son muy buenos y aunque la nave no destaca por ofrecer una variedad apabullante de escenarios sí que tiene una buena dosis de salas especiales y secciones fácilmente reconocibles de otras como las duchas, la morgue o la sección de desperdicios, además que cuando salimos a otros lugares fuera de la nave se notan muchas diferencias entre esta. Entre los pocos problemas del juego en este aspecto son los soldados, básicamente todos son iguales en cuanto a estatura y corpulencia, sean hombres o mujeres y no me vale eso de que usan el mismo uniforme y así, pues en las imágenes estáticas cada soldado tiene características muy propias. Los enemigos están muy resultones, los alienígenas cuentan con buenas animaciones y los jefes finales son mastodónticos.
La banda sonora cumple bien su papel y punto, nada destacable.
¿Qué más puedo decir de este juego? Me ha gustado mucho, todos sus apartados lo bordan para hacer un título memorable recomendado a toda persona que quiera jugar algo de calidad para la NDS, llamativo por la licencia utilizada y por el buen uso de esta, además que el género en la pequeña de Nintendo no tuvo muchos exponentes del género “Metroidvania” pero sí que los pocos que están presente rozan una enorme calidad, este sin llegar a las cotas de Castlevania Order of Ecclesia o Dawn of Sorrow nos ofrece una propuesta sólida, divertida y llena de guiños a los fans de la saga que seguramente disfrutarán más con los guiños presentes.
TOTAL: 8
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