Hace varios días publiqué sobre los momentos iniciales de Punchline. Todo apuntaba a estar frente a la enésima serie vacía de contenido acompañada de una llamativa envoltura desbordante de color, mínimamente disfrutable gracias a su trabajo en la animación y diseño artístico pero con un enfoque claramente picante para atraer al público lo máximo posible acudiendo al recurso fácil del ecchi con todo lo que conlleva.
Lamentablemente muchas series sucumben en el olvido o pasan a engrosar el interminable catálogo de obras mediocres que sí, tenían elementos “originales”, se volaban la barda con un argumento absurdo lleno de momentos locos que los guionistas se sacaron de la nada mientras estaban de fiesta en un estado elevado de ebriedad; y si nos centramos en las impresiones iniciales de esta serie vemos que cada uno se cumple al pié de la letra. El episodio de apertura deja claro algo… precisamente que no deja claro absolutamente nada y la primicia suena, cuanto menos, absurda, si gustan pueden ver las impresiones iniciales, por algo las hago.
Ya en el segundo capítulo vemos que la tónica a seguir de la serie puede alejar y atraer por partes iguales a la audiencia. El protagonista, Yuuta, es un fantasma que habita una casa llena de chicas tirando a estereotipos que ya empiezan a arranciarse para obtener la fórmula de una serie Harem repleto de “panty shots” aprovechándose de las propiedades sobrenaturales de Yuuta. Punchline, jugando desde el inicio con estas cartas podría haber optado por seguir por el camino seguro: centrarse en ofrecer fanservice y ecchi en cantidades razonables con dosis de acción y comedia; tomando la inercia de sus primeros dos episodios evitando desinflarse a los niveles de la anodina “Kore wa zombie desu ka?” o similares, pero Punchline no lo hace. La serie me ha sorprendido de forma muy grata y pega un subidón tremendo que no me esperaba por nada del mundo, espero que esta reseña les regrese un poco la fe sobre este producto, si es que la perdieron en la entrada anterior.
Siento esta serie algo infravalorada, da al espectador mucho más de lo que uno puede esperar y es uno de los ejemplos perfectos de no juzgar un producto por las erróneas impresiones que pueden generar los primeros momentos de esta mero gancho esperan captar la máxima atención posible, sea buena o mala. Sin duda es una de las series que uno debería de tener en cuenta si gusta de adentrarse un poco a este mundo pues juega con un elemento que en realidad pocos animes utilizan, dotar de un mínimo de humanidad a sus personajes.
Ahora, que no todo es bueno. No seré yo quien les venda la moto, la serie tiene muchos fallos y en comparación con el resto de aportaciones que tenemos este 2015 nos dejó es normal que pase tapada… teniendo en cuenta también que este año tampoco fue la puta bomba que salvó a la industria del abismo. Además, entiendo perfectamente la opinión de buena parte del sector de pasar de él por diversos motivos: el ecchi constante, lo que puede tardar en arrancar y ofrecer algo interesante o que al fin y al cabo la trama no cuenta nada novedoso, no aporta nada destacable; pero la madre entretiene y de eso ya tenemos un buen puñado de series que cumplen mejor.
Inclusive desde el anuncio previo al lanzamiento en páginas como Koi-Nya o Deculture se sintió un rechazo casi categórico aun dando a conocer que tanto el estudio y personal involucrado no eran desconocidos o unos fracasados…pero de nuevo los entiendo, ves el puto tráiler y te dan ganas de mirar para otro lado… pero en cuanto te enteras del eslogan “si ves bragas, el mundo llegará a su fin” que en la misma KN son tan amables de proporcionarigual y te da por provocar una laguna mental para olvidar todo lo visto:
Punchline es una serie estrenada durante el 2015, contando con 12 capítulos y siendo un producto totalmente original de parte del estudio MAPPA, un estudio que no tendrá una historia larga pero en su corto haber ya tiene una serie bastante representativa del tamaño de “Zankyou no terror”. El proyecto es dirigido por Yutaka Uemura y animado por Shôta Iwasaki, uno de los principales animadores que trabajaron en “Kill la Kill”. La serie pasó sin pena ni gloria, o por lo menos esa sensación tengo al ser apenas mencionada en los sitios del mundillo que frecuento, pero la crítica que los usuarios vierten es positiva en general… aunque ninguno mencione que estamos ante el rey del 2015, ni mucho menos.
Yuuta, es el protagonista de la historia y sus peripecias empiezan en el momento que una banda de secuestradores asalta el camión que tomó. Durante toda la escena aparece una extraña joven vestida de naranja irrumpiendo en medio de la situación y pegándole a todo malvado, sin embargo el líder de la operación… o eso puedo suponer pues va de chulo, toma las riendas y amaga a nuestra heroína de pintas raras. Mientras esto pasa Yuuta recupera el sentido, mientras todo ocurría quedó inconsciente, viendo en el acto a una chica tirada enseñando la ropa interior; esto prende a nuestro protagonista en el sentido más literal de la palabra otorgándole poderes mágicos, gracias a estos se abalanza contra el misterioso hombre que tiene control de todos y ambos caen al vacio, directo al agua.
Yuuta es socorrido por la chica de naranja, que hasta hace pocos momentos repartía panes con un popote gigante, pero el destino es cruel y una ráfaga de viento levanta el vestido de esta, dejando a la vista la lencería que trae puesta, nuestro protagonista no puede soportar tantas emociones y muere a causa de un choque hipovolémico por la pérdida masiva de sangre expulsada por las vías respiratorias superiores.
Entre las leyes inquebrantables del anime tenemos que un protagonista no puede morir en el primer episodio… o en caso de hacerlo seguirá haciendo acto de presencia, ya sea mediante saltos temporales al pasado o como un fantasma, Yuuta toma la segunda opción. Yuuta conoce a un gato que le explica a detalle su situación, en realidad no ha muerto, pero un espíritu ha tomado posesión de su cuerpo aprovechando que este había quedado inconsciente en las orillas del río, la única manera de recuperarlo es buscando un libro mágico con el conjuro indicado para recuperarlo, pero con una condición: la humanidad llegará a su final gracias a la caída de un meteorito que el propio Yuuta provoca al excitarse y morir debido a una sobrecarga de poder.
Dado que Yuuta, el cuerpo de Yuuta y el libro que le regresará a Yuuta el cuerpo de Yuuta están bajo el techo de una casa donde habitan mujeres en su totalidad la tarea es poco menos que imposible. Sabiendo esto el gato –y el guionista- se han sacado de la manga que los fantasmas tienen poderes capaces de desafiar el tiempo para regresar al pasado y evitar que nuestro protagonista se caliente demasiado.
Si revisaron un poco la entrada anterior sobre este anime sabrán que el primer episodio es el festival de la ropa interior y termina con la caída del meteorito al fallar Yuuta su misión de no mirar más de la cuenta. A continuación seguiremos relatando algunos hechos y pasará a dar mi opinión sobre la trama a fondo, pero no sin antes enseñarles la secuencia de apertura, pedazo de arte, qué va… un pedazo de PEPINO bien verde y jugoso:
Bromas fuera. La cosa aquí, como bien ya mencioné, espantaría a más de uno, pero apenas arranca la verdadera trama y la cosa no para de mejorar hasta llegar a niveles aceptables que sinceramente nos mantendrán muy entretenidos. Antes de continuar aviso: veo adecuado tocar puntos específicos de la historia y personajes que se consideran spoilers, esto es una advertencia en caso de querer llegar limpios a la serie… si la quieren ver.
MAPPA se ha convertido en un estudio que a partir de ahora tendré más en cuenta, dio el pelotazo con “Zankyou no terror” y en esta ocasión vuelven a recordarnos que gustan de ofrecer al espectador idas de olla con giros argumentales inesperados que quedarían en nada si no fuera porque también agregan verdadero contenido a la trama para no caer en la sensación de estar viendo secuencia de imágenes y diálogos sin más, también a tratar bien a sus personajes para sacarnos de la cabeza a base de una buena evolución de los estereotipos planos que pensamos son en un principio. La historia se podría dividir en tres partes, bien diferenciadas entre sí, cada una repercutiendo considerablemente en la evolución de los personajes.
Durante el inicio y presentación de los habitantes de la casa estos apenas destacan… inclusive algunos ya me tienen frito de verlos tantas veces. Obviando que ya hemos hablado bastante del protagonista tenemos a Mikata, una pelirrosa torpe, inocente y de comportamiento infantil pero con un alter ego –ser la heroína “Strange Juice” que salvó a Yuuta al inicio de todo-. Ito, otra de las inquilinas es el arquetipo perfecto de chica ermitaña fanática a los videojuegos que apenas sale de casa. Rabura, la mayor de todas, es un intento de médium que en realidad es un total fracaso tanto en su profesión como en otros ámbitos de su vida. Por último tenemos a Meika, la casera y mejor amiga de Mikata, notablemente la más madura del lugar.
Ante la tremenda variedad de damas, y sus palpables diferencias respecto al físico y personalidad, Yuuta aun en estado fantasmal se la debe de pasar de putísima madre, si un zombi puede montarse su propio harem, igual un espectro tiene las mismas posibilidades, con dos cojones. Pero… no me lo van a creer, amigos, las chicas no mueven el culo al son de Yuuta o este es el punto de atención de estas… al contrario, a Yuuta le tocara involucrarse como pueda en los vaivenes que todas las inquilinas tienen entre sí. ¡Así es, existe un anime donde todos los personajes importantes a excepción del protagonista son mujeres, que están buenas y dan para saciar fetiches, y no es un puto harem, inclusive se molestan en profundizar bastante en la relación que tienen todas y el ecchi es meramente superficial!...
…joder ¿Es esto en serio...
… viví lo suficiente para ver un anime que tiene todos los elementos para explotar el fanservice y se digan a trabajarme los personajes…
… A volverlos relevantes… a que… de verdad… sienta un mínimo interés por ellos?...
… no me lo creo, señores.
Pero la cosa no hace más que mejorar, el verdadero problema sale a relucir al poco tiempo y el interés crece de manera exponencial conforme pasan los minutos. Qmay es una organización terrorista que participó en el secuestro del autobús donde Yuuta y el resto de protagonistas iban… pero sus planos no se limitan a este tipo de minucias, de hecho preparan un plan para provocar la extinción humana gracias a la caída del meterorito. Esto significa que Yuuta no provocó la destrucción de la vida en la tierra, pero es una pieza fundamental para evitar la catástrofe y sobreexcitarse lo deja inhabilitado para este fin, básicamente. En un giro de guión las dudas de si estamos en un harem o algo más se disipan y Yuuta se ve enredado en un rollo que involucra asesinatos, experimentos clandestinos, organizaciones terroristas y bucles a través el tiempo para evitar a toda costa que el objeto proveniente del espacio exterior impacte el mero día de inicio del año nuevo.
Ya, la segunda parte del anime termina de poner las cartas sobre la mesa y en la tercera comienzan a atar los cabos. Les vuelvo a avisar que seguiré comentando cosas importantes, si no se fueron en la primera advertencia pero les ha generado la gana, aunque sea mínima, de verla están a tiempo de marcharse.
Me agrada el dinamismo de la serie, es un no parar de aportar cosas a la trama viendo cómo muchísimos espectadores, incluyéndome, ven derribados bastantes prejuicios. No me cansaré de repetirlo, no es una obra trascendental pero se agradece y es meritorio el hecho de romper las líneas demostrando que las primeras impresiones no deben de segarnos a veces. Lejos de ser una serie sosa, repetitiva e insustancial Punchline es divertida, viva y explosiva llegando inclusive a ser...
… emotiva.
Esto sorprendió a todos, jugó con las
expectativas del espectador, dio mucho más de lo esperado pero… es casi lo
único valioso de ella en realidad. Venga, es cómo aquel chiquillo que suele
fallar estrepitosamente en el colegio pero que para los finales va y te saca un
7, pasando así el curso… sorprende sí, pero en cuanto a resultados existen
mejores. Teniendo a mis espaldas la experiencia que series del calibre de
Kyousou Giga, Magnitude 8.0 o Kaiba, obras donde con una carga emocional
inmensa donde las relaciones y la magnitud de estas son vistas desde varios y
acertados prismas uno ya no es tan susceptible a sorprenderse por cualquier
cosa. Punchline tiene algunos momentos memorables pero no se ha atrevido a dar
un giro de tuerca sustancial a estos, claro, tenemos algunas sorpresas, pero
estas no se supieron explotar bien o son recursos muy manidos.
Tampoco nos vamos a pasar de lanza, estábamos muy a gusto todos; además, no me veo con ganas de buscar fallos graves, porque no los tiene, provocando así el desanimo de alguien que hasta hace 3 cuartillas a lo mejor estaba ya interesado, sigamos comentando lo destacable.
La tercera y última parte termina por ser un clímax adecuado. Revelaciones se hacen respecto al estado Über –el mismo que vuelve al protagonista en una máquina imparable cuando se excita-, centrándose mucho más ahora en Yuuta, Mikata y los planes de la organización terrorista Qmay. Sabiendo que entre los lectores existen verdaderos temerarios a toparse con un destripe no abordaré de lleno el último tercio… eso y que también no suelo meterme tanto en los compases finales, sobre todo si merece un mínimo la pena el visionado. El punto de volver a saltar de nuevo a la trama es comentar que el final no es decepcionante y lo dice alguien que es especialmente quisquilloso en este punto. El ritmo se mantiene de principio a fin, alternando entre escenas de acción, drama o los convenientes saltos temporales al pasado junto a unos más pausados.
El apartado artístico cumple perfecto. Llamativo con un uso de colores vivos en un principio pero sabiendo aplacar esto por unos más fríos en episodios más avanzados. Sea cuál sea la paleta seleccionada la serie se ve grandiosa. El diseño de los personajes es resultón y se ve el empeño en dotarles de buena presencia que las hace fácilmente reconocibles del resto de animes, ni hablar de las facciones y movimientos que les imprime viveza. La animación no tiene prácticamente alguna pega, la acción transcurre de forma fluida sin percatarme de desperfectos notables, la puesta en escena es perfecta donde más movimiento presenciamos evitando caer en un caos donde no sabemos qué está pasando realmente.
En este apartado MAPPA se ha comportado muy bien dándole también a los interiores un detalle que supera la media, cierto es que la naturaleza de la misma obra permite que algunas locaciones se repitan bastante pero venga, aun sabiendo que algunas escenas se repiten justificándose por motivos argumentales no existe reciclaje y la perspectiva será diferente. Y por último, para terminar de bordarlo ¿han visto las ilustraciones que marcan la mitad del episodio para dar el salto a los comerciales y retornar de ellos? Jojojo…
… pero menuda obra de arte se marca el estudio ¡MUAJAJAJA PERO QUÉ PEPINO DE ILUSTRACIONES!
Y la cosa no acaba, se han visto la secuencia de cierre con los créditos, es una monada joder:
El sonido es lo peor del conjunto. No destaca en nada a parte del trabajo realizado por los actores de doblaje. Más o menos recordaremos la canción de tema de apertura y a lo mejor del de cierre pero fuera de eso no recuerdo otro tema que merezca la pena ser mencionado.
Hasta aquí la reseña de hoy. Punchline no será un proyecto inolvidable, pero logra su cometido de entretener y sorprendió para bien. En general recomiendo verla en caso de no tener idea de qué degustar o si por alguna razón uno se siente saturado. El ecchi no pasa de moderado y me gusta pensar que el ritmo es lo suficientemente constante para mantener al espectador enganchado... todo lo que quería decir está impresa en la reseña, por lo tanto me marcho hasta la próxima.
TOTAL: 8
Tampoco nos vamos a pasar de lanza, estábamos muy a gusto todos; además, no me veo con ganas de buscar fallos graves, porque no los tiene, provocando así el desanimo de alguien que hasta hace 3 cuartillas a lo mejor estaba ya interesado, sigamos comentando lo destacable.
La tercera y última parte termina por ser un clímax adecuado. Revelaciones se hacen respecto al estado Über –el mismo que vuelve al protagonista en una máquina imparable cuando se excita-, centrándose mucho más ahora en Yuuta, Mikata y los planes de la organización terrorista Qmay. Sabiendo que entre los lectores existen verdaderos temerarios a toparse con un destripe no abordaré de lleno el último tercio… eso y que también no suelo meterme tanto en los compases finales, sobre todo si merece un mínimo la pena el visionado. El punto de volver a saltar de nuevo a la trama es comentar que el final no es decepcionante y lo dice alguien que es especialmente quisquilloso en este punto. El ritmo se mantiene de principio a fin, alternando entre escenas de acción, drama o los convenientes saltos temporales al pasado junto a unos más pausados.
El apartado artístico cumple perfecto. Llamativo con un uso de colores vivos en un principio pero sabiendo aplacar esto por unos más fríos en episodios más avanzados. Sea cuál sea la paleta seleccionada la serie se ve grandiosa. El diseño de los personajes es resultón y se ve el empeño en dotarles de buena presencia que las hace fácilmente reconocibles del resto de animes, ni hablar de las facciones y movimientos que les imprime viveza. La animación no tiene prácticamente alguna pega, la acción transcurre de forma fluida sin percatarme de desperfectos notables, la puesta en escena es perfecta donde más movimiento presenciamos evitando caer en un caos donde no sabemos qué está pasando realmente.
En este apartado MAPPA se ha comportado muy bien dándole también a los interiores un detalle que supera la media, cierto es que la naturaleza de la misma obra permite que algunas locaciones se repitan bastante pero venga, aun sabiendo que algunas escenas se repiten justificándose por motivos argumentales no existe reciclaje y la perspectiva será diferente. Y por último, para terminar de bordarlo ¿han visto las ilustraciones que marcan la mitad del episodio para dar el salto a los comerciales y retornar de ellos? Jojojo…
… pero menuda obra de arte se marca el estudio ¡MUAJAJAJA PERO QUÉ PEPINO DE ILUSTRACIONES!
Y la cosa no acaba, se han visto la secuencia de cierre con los créditos, es una monada joder:
El sonido es lo peor del conjunto. No destaca en nada a parte del trabajo realizado por los actores de doblaje. Más o menos recordaremos la canción de tema de apertura y a lo mejor del de cierre pero fuera de eso no recuerdo otro tema que merezca la pena ser mencionado.
Hasta aquí la reseña de hoy. Punchline no será un proyecto inolvidable, pero logra su cometido de entretener y sorprendió para bien. En general recomiendo verla en caso de no tener idea de qué degustar o si por alguna razón uno se siente saturado. El ecchi no pasa de moderado y me gusta pensar que el ritmo es lo suficientemente constante para mantener al espectador enganchado... todo lo que quería decir está impresa en la reseña, por lo tanto me marcho hasta la próxima.
TOTAL: 8
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