Sigo
tratando de comprender esto de ser jugador de PC y por lo tanto estos
días veremos algunas reseñas sobre lo que he podido jugar junto a
mis caóticas impresiones a la hora de ponerme con toda la
parafernalia de las configuraciones y optimización... cosa que voy a
tardar bastante en acostumbrarme.
En
esta ocasión vengo con un título que adquirí hace 2 años cuando
aproveché las ofertas invernales del 2014. Por 35 pesos;1.8 euros,
cayó Deadlight, un interesante título que mezcla conceptos de una
aventura plataformera con la supervivencia de un juego de terror.
Actualmente está disponible en Xbox 360, PS3 y PC pero para consolas
de nueva generación, o sea Xbox One y PS4 está disponible desde
hace algunos días la versión del director, añadiendo algunos
extras como modos de juego, animaciones... y bugs que obligan a
reiniciar la partida pero también mantiene cosas del original como
su engorroso control... y sus bajones de frames, joder me estoy
cebando con esto y ni siquiera llevo media página.
Bienvenido al apocalipsis zombi... de nuevo
La
historia es un cliché gigante, no puede serlo de otra forma dado que
estamos hablando de una invasión de zombis, en donde nuestro
protagonista es partícipe en una odisea para encontrar a su familia
y amigos que actualmente se encuentran perdidos pues las injurias que
este nuevo mundo lleno de muertos andantes ofrece ha provocado una
separación forzosa . Encarnamos a Wayne un antiguo guardabosques que
ha llegado a la ciudad de Seattle con la esperanza de poder
sobrevivir a la catástrofe al refugiarse en la última zona segura
que queda en Estados Unidos.
Luego
de quedar solo, Wayne se mueve bajo la promesa de encontrarse de
nuevo con sus amigos en la zona segura, un punto donde se ha logrado
repelar a los zombis con militares amistosos y bebidas frías en la
nevera. Nuestra misión es evitar ser comidos por la oleada de
enemigos y dar con el camino correcto que nos lleve con el resto de
supervivientes.
Durante
nuestra aventura encontraremos personajes secundarios que tendremos
que ayudar para no perder la pista a los demás. Tirados por el piso
podremos tomar toda clase de documentos que nos ayudará a crear el
contexto y de vez en cuando a Wayne le pega bien cabrón los
analgésicos que se chuta para experimentar recuerdos sobre el inicio
de la infección en su pueblo natal.
La
historia da los mayores progresos gracias a cinemáticas que
presentan imágenes estáticas muy chulas y para que no pensemos que
nuestro protagonista es una mera sombra a nuestra merced este
desarrollará durante todo el tiempo un monólogo.
Por
lo general cumple con darnos un objetivo claro y presentarnos con el
tiempo una serie de problemas a resolver... Pero es jodidamente
predecible y el final es muy poco satisfactorio en su primera
partida, tiene un final alternativo que nos deja en las mismas pero
que explica mejor las cosas. En resumen: la historia es olvidable.
Survival plataformero de no muertos, mi sueño realizado
Cuando
el juego se anunció todo lo que se escuchaba era música para mis
oídos, esa marcada oscuridad tan característica, la mezcla de un
juego de avance lateral con un survival y la ambientación totalmente
decadente pudieron conmigo; por desgracia no puedo esconder la
decepción que sentí hace un par de días al acabarlo y constatar
que era un juego que necesitaba pulirse bastante respecto al control.
En
lo personal todo título de plataformas o juego de acción de avance
lateral debe de cumplir una única regla de oro que evoca
irremediablemente a qué tan divertido puede llegar a ser en buena
parte; podrá tener fallos en muchos aspectos: desde un apartado
técnico irregular, historia mala, apartado artístico feo o que
apenas aporte ideas novedosas... Pero el control, joder, cuando se
trata de controlar a tu personaje pocas cagadas son permitidas porque
te puedas cargar por completo la experiencia y volverla
innecesariamente frustrante como decidas exigirle un poco al
jugador... y esto es lo que precisamente pasa en Deadlight.
El enemigo más temible del juego
A
primeras el control promete cosas buenas: Puedes avanzar a tres
velocidades;caminar trotar y correr, saltar, agarrarte de salientes
para escalarlas, defenderte con un machete, usar armas de fuego y
realizar una serie de acciones contextuales como empujar cajas, poner
obstáculos y activar interruptores. Moverse con Wayne se siente
pesado y un poco torpe pero en este caso lo entiendo perfectamente,
aun con todo esto es lo bastante ágil y fuerte para dar grandes
saltos y escalar.
Los
primeros 20 minutos sirven como tutorial para aprender cómo manejar
a Wayne con todos lo anterior dicho y realmente el esquema es
bastante cómodo, dando opción inclusive de usar el gatillo derecho
del control para apuntar a donde queramos. Es conforme avanzamos y
nos topamos con situaciones que ponen en riesgo nuestra vida que
descubrimos que el control está gacho.
La
precisión en los saltos es algo vital desde que los videojuegos son
tal y más si hablamos de ellos como máximo método para alcanzar
nuestros objetivos y sortear peligros. En Deadlight tenemos dos
modos de salto, uno estando inmóvil y otro a la hora de correr para
alcanzar sitios lejanos, ambos están implementados de forma
horrenda. Para alcanzar un piso superior uno debe saltar estando
completamente parado pues de esta forma Wayne alza los brazos y puede
trepar, en caso de que nos estemos moviendo este hará un salto de
longitud hacia el extremo de la habitación... Con esto presente ya
deben de tener una vaga idea de la que se lía cuando el peligro
acecha y tenemos que salir a toda pastilla. Frustración no me ha
faltado, era normal repetir varias veces un punto de control porque
necesitaba saltar hacia una cornisa superior pero con la presión a
tope gracias a mis voraces perseguidores no me detenía
-literalmente- encima del punto indicado y aun moviéndome un poco a
Wayne le apetecía saltar hacia los brazos de los zombis para
terminar así con su miseria. Para realizar la acción anterior de
forma satisfactoria tenías que posicionarte justo debajo de la
saliente moviéndote poco a poco mientras los enemigos se acercan y
saltar para agarrarte, a veces tenías tiempo justo y otras
terminabas muerto sin posibilidad alguna.
Lo
anterior ya me enerva muchísimo pero no hemos terminado. Muchas
secciones se resuelven con el tradicional método de prueba y error,
sabiendo usarlo en determinados juegos puede provocar que te piques
con él y eso siempre es bueno... En otros casos puede hace que
mandes a la puta mierda todo, sí como en Deadlight. Cuando las
cosas se ponen calientes por lo general tenemos tiempo limitado para
salir airosos, ya sea porque hemos entrado en un edificio a punto de
caer, nos persigue un helicóptero o un grupo de militares maniáticos
quiere cazarnos. Estas fases requieren de bastante precisión y dado
que nuestro control es todo menos eso la bilis que llego a expulsar
es para llenar u garrafón.
Adrenalina y frustración en la misma dosis
La
fase del helicóptero es en particular mi favorita para ejemplificar
esto: Durante una huida por los tejados el helicóptero va lanzando
ráfagas que paulatinamente se acercan siendo la única opción
correr y ocultarse en los interiores... Mientras el tema va
desarrollándose seguramente hayamos visto la pantalla de reinicio
porque esto no es tan simple como ir para delante sin más, lo jodido
es cuando el 80% de esas muertes es por culpa del puñetero control.
Escalar barreras es crucial y hacerlo rápido aun más si no quieres
ser ejecutado por los disparos, sin embargo Wayne se puede quedar
pegado al puto enrejado, bajar con notable parsimonia o cruzar al
otro lado... Cuando previamente había cruzado a la dirección
correcta. Esto es un no parar, algunos obstáculos mortales te
asesinan cueste lo que cueste y en un par de ocasiones ni siquiera me
enteré de qué había hecho bien para sortear la zona con éxito,
por último tenemos un salto desde la pared que puede ser útil para
esquivar enemigos o llegar a sitios de acceso complicado, eso o puede
no responder y dejarnos vendidos.
Estoy
acostumbrado a que en los videojuegos los momentos de máxima tensión
estén hasta cierto punto encorsetadas pero en Deadlight se llega a
un extremo absurdo de que en escenas de “acción” tengas un rango
de decisión propia ínfimo teniendo que matar a los enemigos de una
única manera y preparándote para un evento mortal que te obligue a
repetir el mismo patrón pues de otra forma es imposible avanzar...
En definitiva pocas opciones para la improvisación tenemos.
Casi
todo lo dicho de forma negativa va relacionado con acciones
verticales hacia arriba pero se da el caso de que Wayne se baje sin
querer por una esquina y quede colgado hacía el vacío.
Viejo y confiable
Suena
difícil, pero no todo es malo en este juego. El sistema de combate
es de las pocas cosas que cumple mínimamente con lo esperado por
este servidor. Wayne cuenta con dos medidores: el de salud que es
ínfimo y la estamina, que se va gastando conforme corremos o
golpeamos pudiendo regenerarse si evitamos acciones pesadas; los
enemigos en cambio son férreos y pueden hacerte puré en cuestión
de segundos. Para defendernos de toda amenaza contamos con un hacha
que gasta mucha estamina pero que repele de forma eficaz a los
zombis, pudiendo derribarlos y rematarlos en el suelo. La forma más
eficaz de repeler a nuestros amigos es usando las pocas armas de
fuego disponibles: una pistola y la clásica, vieja y confiable escopeta, ambas de
munición muy limitada. El entorno también juega un papel importante
y podemos crear trampas para llamar la atención de los enemigos y
deshacernos de ellos sin entrar en peligro.
Los
acertijos están a la orden del día aunque no son lo suficientemente
rebuscados para causar dolor de cabeza... De hecho es más común
caer en la trampa de buscar una solución alternativa a la correcta
debido a muertes causadas por el pésimo control cuando precisamente
estás siguiendo el proceso indicado. Estos acertijos van desde mover
cajas, llevar cajas a elevadores, dejar caer cajas o usar cajas para
crear caminos, una locura. Si bien esto de usar cajas como elemento
indispensable para la supervivencia en un apocalípsis zombi rifa
mucho otros acertijos consisten en accionar mecanismos en un orden
específico o golpear/disparar a ciertos elementos para brindarnos
ayuda.
Para
darle más salsa al asunto Deadlight se aprovecha de ser un juego
literalmente oscuro para ocultar salas donde ya hacen extras para
meternos más en la historia y engrosar nuestra lista de logros
desbloqueados, como las putillas logreras que somos.
Juego de carrera corta
La
variedad de enemigos es escasa dado que solamente nos enfrentamos a
zombis y ya en partes avanzadas a militares. La adquisición de
armas no es inmediata y la escopeta es la última en ser encontrada
cuando ya estamos a 30 minutos de completar el juego. La poca
duración del título me jugó una mala pasada pues temiendo estar
apenas a la mitad del título me guardé todos los tiros de escopeta.
Me sorprendió la poca duración del título a decir verdad, aunque
dado que lo compré a precio bajo no me dolió tanto el gasto; ojo no
quiero dar a entender que el precio debe estar ligado a la duración
del juego pero en lo personal los 170 pesos que vale la gran parte
del tiempo no los vale debido al despropósito con los controles
aunando a la poca vida jugable del título. Al final la campaña
apenas supera las 3 horas.
La oscuridad entra por los ojos
Técnicamente
está muy bien. Las animaciones de los personajes son fluidas y el
entorno en ocasiones muestra efectos muy chulos como los brillantes
atardeceres o las ráfagas de lluvia que el viento provoca, me ha
gustado que el escenario trate de ser dinámico. El juego está lleno
de detalles que hace el paso por todas las locaciones únicas y que
ayudan a recordar que estamos en un puto infierno con pintas en
edificios, cuerpos por todas partes y destrucción a gran escala por
las calles. El rendimiento del juego por lo general es bastante bueno
aunque se notan bajones de frames por algunos instantes cuando algún
evento se tiene que cargar previamente o llegamos a un punto de
control... Nada que afecta la jugabilidad dicho sea de paso. Lo que
no me ha gustado es el diseño tan poco inspirado de los enemigos,
solo tenemos dos o tres modelos diferentes de zombis y uno de
militares. Mención aparte a las imágenes que adornan las
cinemáticas que rifan un puto huevo.
La
banda sonora es meramente ambiental y no tiene ningún tema
destacable.
Cuestión de precio
El
juego tiene muchos fallos pero aun así ofrece unas 3 horas
entretenidas -y frustrantes- definitivamente no lo recomendaría a
precio completo pero si instaría a pensárselo en caso de rebajas...
Inclusive fue regalado en Xbox 360 con el Gold y por 35 pesos no está
tan mal, dado que Steam maneja precios regionales y el de México
está estúpidamente barato -no me he dejado más de 30 euros en los
28 juegos que tengo- no tengo idea de cuál es su precio en otros
países.
TOTAL:
5
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