Estoy
cociente de que el miércoles de la semana pasada había prometido
continuar con la reseña de Boku X Pico. Sí, todo el mundo la está
deseando tanto como yo pero he cambiado de portátil después de
estar con la anterior la friolera cifra de 7 años. Ahora tengo un
equipo potentillo, bueno; lo suficiente para abrir el Firefox sin que
parezca una turbina de avión, y entre las cosas que puedo hacer,
aparte de no rezar para que el equipo explote o cierre un programa
sin mi permiso, es jugar bastantitos juegos actuales.
Claro,
por esta casa no vamos a ver un “The Witcher 3” pero si vamos a
entrarle bien cabrón a la indigencia y títulos que no requieran una
máquina de la nasa para disfrutarlos en mínimas condiciones.
Estos
últimos días he estado descargando casi todo los juegos que tenía
guardados en mi biblioteca de Steam y me ha pasado lo típico... me
hago un jodido lío con las configuraciones y los resultados son
de lo más variopinto; algunos van como la seda, otros tuve que
cambiarles hasta la cara para quedar fino y el puto Hell Yeah! sufre
un bajón de frames cada vez que se guarda la partida, cosa extraña
porque tengo juegos como el Trials o el Renegade Ops que te ponen
tropocientos efectos en pantalla y lo hacen tan tranquilos mientras
el mierdas este se niega a hacerme olvidar qué cosas quería dejar
en la generación pasada de consolas, en efecto no es algo que me
quite el sueño pero todo esto es nuevo para mí y en ocasiones me
siento abrumado ante tantísimas opciones.
Ahora
que estaba viendo todo este rollo y el de los emuladores -supongo que
los de PS2 y GameCube los moveré con un dedo- aproveché para
pasarme de nuevo todo el Hotline Miami y ya que estamos escribirle
una pequeña reseña... o pequeña comparada con la anterior que
hasta a mí me da pereza revisarla para corregir cosillas.
Hotline
Miami fue la sensación de hace algunos años y durante meses daba la
impresión de que no se hablaba de otra cosa. Tardé lo suyo en
jugarlo y lo hice en mi vieja portátil que podía moverlo sin
problema. Después de una jornada intensa de 6 horas, en realidad
fueron 3 días, logré terminarlo y el resultado no podía ser mejor.
Este juego era justo lo que mi corazón necesitaba, una experiencia
rápida, brutal y violenta donde dejábamos a lado las pretensiones y
volcábamos de llenos en una jugabilidad básica, sencilla de
manejar, pero; sobre todo, lleno de satisfacción.
Podría
contarles cosas sobre su historia, pero esta no tiene mucho de donde
sacar y lo poco que tenemos cuenta cosas realmente importantes... o
sea que paso de destriparles algo pues eso significaría negarles la
sorpresa.
Más sencillo que apretar un gatillo
Más sencillo que apretar un gatillo
Por
el día de hoy nos enfocaremos íntegramente en la jugabilidad, la
cual consiste en pocas palabras sobre matar rusos rapados por toda la
ciudad desde una perspectiva aérea. La cosa es sencilla, nuestro
objetivo es asignado previamente y una vez llegando al lugar de la
fiesta únicamente debemos preocuparnos de limpiar la zona... de
cualquier signo de vida, antes de que acaben con nosotros. Cumplir
este cometido suena sencillo pero existen varios puntos importantes
que vuelven este juego en la puta droga que es. La primera es la
muerte instantánea de nuestro protagonista al primer golpe o tiro
que suframos, así estamos hasta cierto punto en igualdad de
condiciones pues los enemigos también tienen la misma resistencia al
daño que nosotros, o sea ninguna.
Lo
anterior nos obliga a ser rápidos y reaccionar al instante pero sin
dejar de ser cautelosos y movernos con inteligencia, viendo qué
objetivo es más factible de eliminar primero ya sea por ofrecernos
una ventaja en el escenario, por el arma que porta o porque su
presencia podría jodernos su existencia en caso de alertarlo. Uno
pensaría que gracias a esta característica uno no puede salir a
toda pastilla aporreando mafiosos y quedando como un Dios de la
destrucción y muerte... pero en realidad sí se puede aunque se
necesita un dominio total del escenario y memorización de los
patrones y disposición que tienen todos los enemigos. Viendo algunos
videos podría dar la impresión de que todo se resuelve con nervios
de acero pero en realidad muchos de los capítulos podría
considerarse puzles con múltiples caminos a tomar donde la más
mínima acción influye de una forma bestial y vaya que tenemos con
qué afrontar el reto.
Juguetes para no aburrirte
Nuestro
protagonista cuenta con un armamento basto tanto para el mano a mano
como para matar a distancia, este se va desbloqueando conforme
obtenemos puntos de las masacres ejecutadas. Prácticamente todas las
armas se pueden arrojar si ya no nos sirve o vemos que algún enemigo
poderoso se acerca y no podemos enfrentarnos directamente a él. El
entorno también juega un papel importante porque podemos noquear a
los mafiosos al empujarlas, disparar a través de ventanas o
inclusive usar explosivos.
Premio al estilo libre
Uno
puede ser tan rígido y apegarse a una o dos armas o ser un puto
artista del asesinato. Tenemos un sistema de puntuación y combos que
nos premia el pasar cual demoledora y cambiar constantemente de armas
para que las matanzas sean variaditas. Disparar,arrojar objetos,
rematar a nuestros enemigos en el suelo, usarlos de escudo humano,
acuchillarlos, matarlos con el entorno o golpearlos con nuestras
propias manos dan infinidad de puntos que sumado a la velocidad,
flexibilidad, técnica y demás parámetros se nos recompensan con
muchos puntos... ver al final del nivel toda esa cantidad de puntos
mientras se hace un recuento de todas las formas de matar realizadas
para inmediatamente darnos más juguetes se siente muy rico... aunque
no tanto como lo es darle el golpe final a un puto ruso en el suelo
con un martillo para esparcir toda la masa encefálica por la
habitación.
Por
último están las máscaras que nuestro protagonista utiliza. Ya sea
para ocultar su identidad o disociarse de la realidad nuestro
personaje se equipa con máscaras de animales que más que ser
estéticas nos brindan ventajas de todo tipo: unas se encargan de
darnos más munición, ser rápidos, pasar desapercibidos o no ser
atacado por perros; pero también existen unas rotísimas, como
aquella que permite matar al golpear a un enemigo con las puertas.
Todo
lo anterior se resume en ir de misión en misión matando mafiosos,
un golpe es nuestra muerte y por eso es vital dominar las
herramientas brindadas por le escenario, pero en caso de morir basta
con apretar un botón para volver al combate desde el principio de la
zona, sin tiempos de carga ni nada, esta inmediatez es de la cosas
que vuelven tan adictivo el juego porque invita una y otra vez a
reintentar.
Crudeza en pixeles
Crudeza en pixeles
Artísticamente
se puede destacar esa ambientación ochentera onírica/psicodélica
que en lo personal me la pone muy dura, cuenta con el plus de estar
hecho totalmente con pixeles que ha pesar de no gustar a buena parte
del personal para mí tienen un encanto especial. La acción es
dinámica y ágil sin ralentizaciones de ningún tipo si tu equipo no
tiene más de 8 años, me sorprende sobre todo el hecho de lograr
animaciones de lo más vistosas en cuanto a ejecuciones se refiere
dado que al momento de arremeter contra alguien una lluvia de pixeles
rojos llena la pantalla... es una pasada terminar el trabajo volver
sobre nuestros pasos y ver el piso lleno de cadáveres mientras
algunos sobrevivientes se arrastran por el suelo.
Deep Cover
La
banda sonora es una locura y parece estar realizada específicamente
para el juego aun cuando la gran mayoría de los temas ya existían.
Es destacable la selección tan acertada de música, la gran mayoría
son temas electrónicos y otros más son psicodélicos/ lo-fi.
Hotline Miami tiene la clase de música que me gustaría escuchar en
un viaje de ácido o mientras conduzco de noche por la ciudad.
Conclusión
Dentro
de todo ese halo de pixeles rojizos y púrpuras se esconde uno de los
indies más divertidos que he tenido el placer de jugar. La
experiencia que me ha dejado es inigualable y a pesar del mensaje que
tiene de fondo pocos títulos incitan tanto a volver a las andadas
para mejorar puntuaciones y desbloquear armas y máscaras... joder
sí, lo recomiendo a todo el mundo y dado que está disponible para
PC, PS3, PS4, PSVita y móviles en realidad pocas excusas tienes.
TOTAL: 10
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