El espacio, ese inmenso lugar lleno de enigmas, de
naturaleza infinita donde tantas aventuras hemos vivido a lo largo de nuestras
travesías en un sinfín de emocionantes títulos como Halo, Doom, Halo…este, pues
Mario Galaxy, Mass Effect, Halo y por supuesto, Dead Space.
Dead Space es la saga que revitalizo el género de los juegos de terror donde nos enfrentábamos a un verdadero infierno lleno de peligros y tensión, vamos, subamos a nuestra alfombra mágica del tiempo para rememorar sus inicios y destacar lo estúpidamente afortunados que somos al tener este juego entre nosotros contrastándolo con el panorama de aquellos años como los buenos analistas… ¿Ya vieron? Porque no les voy a poner dos parrafadas de eso, prefiero poner todo este rollo inútil y completamente de relleno antes que viajar en el pasado porque yo lo valgo.
Ahora bien, antes de seguir con el análisis decir que mis
expectativas estaban muy frías y no precisamente por tomar como ambientación un
planeta congelado (ríanse…pinchis putos ;_;). Olviden la tremenda pendejada
dicha *ejem*, Dead Space 2 es uno de mis
juegos favoritos en lo que va de la generación –bueno, la que se acaba de
terminar- debido a una mecánica bien
pinche chida, desmembrar criaturas y utilizar poderes mágicos de ingeniero para
hacer explotar naves, ciudades enteras y monumentos alienígenas malditos, tanto
me ha gustado que en un año me lo he pasado, por lo menos, 6 veces… es bien
pinche divertido.
La última entrega no me tenía muy esperanzado, sobre todo
por declaraciones confirmando la baja de huevos porque resultaba muy
terrorífico para la mayoría de los jugadores, me suena muy raro porque da más
miedo los festivales navideños escolares organizados en mi secundaria que
cualquier situación tensa o de terror en Dead Space 2… en fin, mientras no
pusieran arcoíris y cambiaran los necromorfos por tabletas de chocolate
sonrientes todo bien. Yo quería una continuación divertida como su predecesor,
pero en vez de eso es igual que su predecesor con añadidos mínimos y no muy
bien implementados a decir verdad.
La historia nos sitúa tiempo después de los acontecimientos
de la segunda entrega con Isaac sumido
en su propia mierda, Ellie lo ha dejado porque nuestro protagonista estaba bien
loco debido a su exposición prolongada a ondas y mensajes psíquicos
alienígenos. Isaac ya hace como muchos héroes en un departamento sucio lleno de
cartones de pizza y con un aviso de desalojo debido a los 14 meses de renta sin
pagar. De la pinche nada el centro de la ciudad explota y se nos da a entender
que otro desmadre alienígena está a punto de acontecer, pero a Isaac no se le
da el tiempo de salir corriendo como marica y llega el capitán Norton junto con
otro wey cuyo nombre he olvidado para obligarlo a sacar las papas del fuego en
el nombre de la tierra, o lo que queda de ella.
Como es de suponer Isaac no se toma muy bien las órdenes
hasta que en un giro de guion inesperado de esos cabrones muy impactantes nos
avisa de cómo Ellie se encontraba en la zona de la misión y ha desaparecido,
esto motiva a nuestro ingeniero a aceptar la misión con todos sus huevos. La
cosa trata de darle algo de drama con la inclusión de un triangulo amoroso
entre Isaac-Norton-Ellie, no en ese orden, pero resulta que Norton es el nuevo
novio de Ellie y esto enchila a Isaac que sufre de encogimiento testicular
cuando ve el romántico rencuentro de su ex-pareja con el capitán de la misión.
Como bien dije se le ha tratado de imprimirle dramatismo pero en lugar de
llorar y sufrir por el pobre Isaac en su intento de componer su fracturada
relación amorosa vemos momentos bien pendejos con el mismo Isaac teniendo
berrinches y peleándose con todo el mundo mientras el personal es devorado por
necromorfos.
Hablando del personal, decir que ahora contamos con un
nutrido grupo de personajes (ósea más de 4) con algo de protagonismo en la
historia, si, muchos mueren sin apenas decir algo pero el constante intercambio
de palabras con algunos le quita la sensación de soledad en la mayoría del
tiempo.
Como viene siendo habitual en la saga a lo largo de todo el
trayecto, donde vemos a Isaac haciendo cosas espectaculares de ingeniero
mágico, encontraremos muchos documentos coleccionables y grabaciones de audio
con información que ayuda a comprender un poco mejor todo el desmadre pasado,
sobre todo con la aparición de los necromorfos en el planeta y el accionar
militar y científico en la zona… no son la gran riata pero algunos muy poquitos
aportan cosas interesantes, el resto me resulta pura pinche paja.
La historia tiene giros de guion algo predecibles y el final
dado a la saga me parece muy correcto, aunque queda abierto.
La mecánica jugable se mantiene similar a la anterior
entrega pero, joder. Durante todo este tiempo hemos visto la evolución lógica
de nuestro protagonista, de ser un simple ingeniero que utiliza herramientas
para defenderse se ha convertido en una verdadera máquina de matar con la
capacidad de utilizar armas de grueso calibre y movimientos espectaculares de
reacción inmediata. Ahora más que nunca se nota lo estúpidamente poderoso de
Isaac…o lo pendejos que están nuestros enemigos.
Estamos ante un juego de disparos en tercera persona con
mejoras mínimas de su antecesor, lo que no sería nada malo porque Dead Space 2
es grandioso, pero el enfoque no es lo mismo y es ahí donde buena parte de la
diversión y encanto se pierde.
Nuestra capacidad baja de tener 4 armas disponibles en
nuestro inventario a solo 2 no representara un problema e inclusive se
entiende, tenemos un equipo bien ponchudo.
Las casillas del inventario serán siempre las mismas y es algo también
entendible, la munición es universal y no nos tendremos que preocupar por
guardar espacios extras, lo único
modificable en nuestro traje es el mejoramiento de la vida disponible, el daño
de los objetos arrojados por nuestro rayo telequinético de ingeniero o la
duración y potencia de la extasis.
Se han incluido tiroteos con otros humanos, muy escasos
gracias a Dios porque la inteligencia es ridícula y es muy sangrante en algunos
casos, cuando los necromorfos aparecen
también y en lugar de armarse una batalla entre humanos y alienígenas se les
marca a todos que solo tú eres el enemigo, dando como resultado a la fundación
intergaláctica exterminadora de Isaac, es muy curioso ver a todo
Dios contra
ti, tampoco lo neguemos, pero se ve tan artificial XD… no siempre pasa porque toca ver como si
reaccionan y entre todos se agarran a chingadazos en más de una ocasión.
Otra novedad es la desaparición de nodos de energía y
créditos para adquirir objetos, mejorar nuestro arsenal y conseguir nuevas
armas, en lugar de eso los bancos nos permitirán hacer todo por nosotros
mismos, como todo buen ingeniero. El sistema es un poco confuso pero una vez
hemos avanzado un buen tramo lo más probable es que a nuestro poder tengamos un
par de armas bien pinches poderosas con toda mejora posible y donde nos
cargaremos al mismísimo Dios lunar de tres disparos.
Por ultimo mensionar el cooperativo, no lo he jugado y me
vale madre, pero se me hace bien pinche estúpido el hecho de jugar solamente en
línea dejando a lado la forma local, si hubiera sido un pinche desmadre de
juego lleno de risas con alguien que está a tu lado…no a 75 kilómetros de tu
casa.
Ya entrados en la acción pues remarcar lo antes dicho. Isaac
se ha convertido en una puta máquina de matar finamente aceitada, aguantamos
una cantidad aceptable de disparos y existe un sistema de cobertura muy
rudimentario, las cotas de acción y desenfreno alcanzan niveles nunca antes
vistos en la saga. Esto no lo veo mal, a mí siempre me pareció un juego de
acción muy bueno, pero ha desaparecido mucha gracia de su mecánica anterior,
rebanar a los bichos para evitar su avance rápido.
El desmembramiento pasa a un
segundo plan cuando en las tres entregas anteriores principales era la
característica principal. ¿Por qué penes pasa esto? Pues porque los enemigos
ahora son más rápidos, más numerosos y por supuesto, las armas nuevas son
potentes al extremo y la munición es universal.
El hecho de tener enemigos más rápidos y numerosos nos orilla a disparar a todo lo que se mueva
sin descanso y con nuestras armas es lo más recomendable. Todos recordaremos
como la cortadora del principio se convertía en una clásica “vieja confiable”
en Dead Space 2, tenía un poder aceptable, podíamos mejorarla y resultaba muy
versátil en, por lo menos, los primeros dos tercios del juego;
Bueno pues en
esta entrega apenas encontremos otro tipo de arma la cortadora valdrá pito, así
de sencillo.
Misiones secundarias se han incluido a lo largo de la
historia principal, algunas son exclusivas del modo cooperativo y constan en su
gran mayoría de enfrentarte a hordas de enemigos, literal, para al final
obtener un jugoso tesoro lleno de juguetitos.
El juego es demasiado continuista, prácticamente todo lo
demás queda intacto, aun así el juego divierte durante gran parte del juego, se
hace tedioso tener que pasar por zonas muy similares entre sí o regresar sobre
nuestros pasos en momentos puntuales pero no deberían de tener miedo si lo que
buscan es seguir con las aventuras intergalácticas de nuestro amigo Clark. Los
escenarios son más variados en el hecho de existir algunos muy abiertos.
Como novedades en el catalogo de enemigos están…. Pues unos
weyes que se mueven muy rápido, humanos infectados con machetes, los ya
mencionados soldados y unos pinches flacos que mueren de dos tiros. Las bestias
grandotas no son tan la riata, el jefe final nos proporciona el enfrentamiento
más gris de la saga… ha sido más emocionante resolver los mini-juegos y
acertijos que esa madre.
La duración es aceptable… es más, para las ultimas horas yo
ya deseaba terminar – ese último tramo en las ruinas es
aburriiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiido-, dura aproximadamente 15 horas y la neta aun
siendo divertido destrozar todo ser móvil no tengo muchas ganas de jugarlo por
un buen tiempo.
El apartado técnico es muy bueno, Isaac y compañía muestra
varios gestos creíbles y el modelado está de poca madre. El diseño de enemigos
no es tan diferente a entregas anteriores, pero tampoco es idéntico, las
criaturas nuevas suplen la ausencia de otros que no aparecen y el traje que
portan los antes vivos, ahora necromorfos, es diferente dependiendo de la zona
en donde se encuentren. Los escenarios siguen una tónica similar a la de la
saga en general, espacios cerrados muy oscuros con todos los objetos
desparramados cubiertos de sangre, a estas típicas habitaciones se les añade la
parte inicial de la ciudad, la zona del espacio con chatarra, naves gigantes y
satélites pupulando, muy bonito todo, y por supuesto el planeta congelado
con…todo congelado y cubierto de nieve.
El gore sigue muy presente pero, gracias a dios, las escenas
viscerales donde vemos a Isaac siendo molido a golpes o comido tienen una
duración menor. Las luces siguen jugando un papel importante porque al
principio apenas vamos a ver más allá de lo que nuestro casco llegue a
iluminar. La cámara se posiciona atrás de nuestras espaldas y es, como siempre,
bien cómoda y nada molesta, por supuesto que también intenta darte algún susto
con enemigos apareciendo por detrás pero ni de broma llega a asustarnos.
La música es la típica aumenta-tensión…o eso pretende. Los
efectos sonoros resultan buenos y vuelvo a repetir, sirve para ir preparándote
con tu pinche escopeta lanza bombas eléctricas con ácido…porque tampoco te
ponen muy tenso a estas alturas XD.
Dead Space 3 es una entrega muy completa en el sentido de
todo lo que contiene, es largo, tiene muchos coleccionables, el sistema de
personalizado es muy completo, la variedad de enemigos es extensa, las habilidades
de Isaac son útiles y aportan cosas cucas a la mecánica de juego… pero ha
perdido esencia, desmembrar ya no es tan necesario, la integración de enemigos
humanos no queda bien, esas ñoñadas dramáticas que han intentado colar no
funcionan bien y qué decir de la parte final del juego, aburrido y si resulta
un inconveniente importante, por lo menos en mi opinión. Aun así no vamos a ser
jodidos con él, si lo ven barato y les llama la atención pasar un buen rato
entretenido –en las primeras 13 horas de 15- adelante.
TOTAL: 7
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