miércoles, 23 de julio de 2014

Reseña Wii: WarioWare: Smooth Moves


Como bien pueden notar, últimamente tengo un venazo por escribir reseñas sobre Wii y es una tendencia que durante algún tiempo seguirá. En todo caso el juego que hoy nos ocupa es el mismísimo WarioWare: Smooth Moves, uno de los títulos que acompañaron a la blanca de Nintendo durante sus primeros pasos en América.

La principal basa de este juego es conocer y explotar las propiedades del mando, que en su momento era el motivo para que todo el mundo se volviera loco, es inolvidable aquellos días donde la Wii se vendía como churros, cuando era más socorrida y deseada que prostituta el día de quincena o cuando miles de videos nos deslumbraron con público protagonizando verdaderas carreras de obstáculos con hombres golpeando ancianas y niños de 6 años con tal de adquirir lo que en su tiempo se consideró una revolución además de contar con el beneplácito de todas las compañías como Rockstar, Capcom, Ubisoft, EA entre muchas otras…eran días felices.

Pues bien, WarioWare: S.M. responde a la necesidad de demostrar todas las posibilidades del control a base de micro-juegos pero de una forma sumamente divertida, desenfadada y simpática, a pesar de ser un título cuya campaña –de alguna forma le tengo que llamar a esa madre- dura apenas hora y media es innegable la tremenda calidad de este título.



El juego tiene una suerte de chiste de intento de simulacro de historia donde a Wario le roban su comida y en la persecución por recuperarla encuentra un antiguo artefacto con forma de mando de Wii dentro de un museo, una roca sale de la nada y comienza a rodar en dirección a Wario dando lugar desde ese momento a toda la horda de minijuegos disparatados y ridículos.


WarioWare no esconde nada del otro mundo en este sentido, cada zona desbloqueada en el mapa de la ciudad nos contará una pequeña historia, como una bruja que quiere aprender un nuevo hechizo, unos ninjas que quieren salvar el tempo de un poderoso demonio, un taxista que lleva a su pasajero a su destino o un bailarín en medio de una fiesta Disco con gatos entre otras chingaderas poco convencionales, en cada una de estas se nos presentará una tanda de micro-juegos –es que duran como 4 segundos, no me jodan con lo de micro- que al ser completadas sin perder todos los intentos desbloqueará más zonas y por ende descubriremos más formas de jugar.

Sé que a muchos no les rifa mucho el concepto de micro-juegos, pero de verdad es muy divertido aun jugando solo aunque claro, es casi indispensable estar acompañado para sacarle todo el jugo. Para completar los cientos de pruebas será fundamental ponerle atención a las indicaciones de uso del mando cuando la posición de este tiene que cambiar por exigencias de las pruebas. Estas poses van sujetar el mando de forma convencional, como si fuera el mango de un paraguas, sostenerlo cual bandeja a otra más extrañas como la del elefante o al estilo mohicano donde ponemos el mando sobre nuestras cabezas…es obvio que hacer estas dagas no es obligatorio pero bastante chicha tiene cuando se juega con amigos, venga que no sean putos y hagan las cosas como se marca en la pantalla.


La gran mayoría de las pruebas aun durando 5 segundos y sin mencionar como cojones tiene que hacerse resultan muy intuitivas y lógicas: ¿Qué tienes una dentadura postiza? Pues pégasela a la abuela,  ¿Qué unas verduras están en la sartén? Pues a saltearlas, ¿Qué tienes una piña en la mano? Pues pásala por la banda para registrar el precio ¿Qué tiene una nariz frente a ti? Pues pícala con el dedo… ¿Lo ven? Todo es obvio a pesar de lo pendejamente estúpido de algunos –pero rifan un huevo-. Pero esto solo es en la mayoría, tenemos algunos bastante confusos donde  al no saber reaccionar por no ofrecer alguna pista de lo que tenemos que hacer perdemos, esto tiene solución pues si perdemos nuestras vidas y nos sentimos inútiles por varios minijuegos del nivel podemos practicarlos en su respectiva sección, la cual está divido por categorías –dependiendo de la pose con el control-, así hasta alcanzar dominarlos y quitarnos ese pinche nivel que se nos resiste.

Total, que las posiciones y poses con las que sujetamos el mando son todas las posibles, desde utilizarlo para agitar una botella y empapar a los colegas con el líquido de la felicidad, dispararle a las latas, manejar un carro o señalar indicaciones, no cabe duda alguna de lo bien explotado del mando y resulta extrañamente divertido como algo que a priori parece falto de gracia como estirar el control hacia delante,  atribuyo esto a que son un putamadral de pruebas, las cuales duran segundos contados y tienen un factor aleatorio que nos hace mantenernos atentos para seguir superando records o intentando ganarles a nuestros amigos.

El modo para más de un jugador no es simultáneo como se puede esperar, en vez de eso es un sistema por turnos donde los oponentes van acumulando puntos y después se ven metidos en diferentes mecánicas exclusivas de este modo como lo es decidir quien sigue de jugar o por medio del azar enfrentarse a una prueba donde lo bien que lo hemos hecho determina la posibilidad de salvarnos, como el caso de un lago donde los monigotes están suspendidos y con un numero de cuerdas de sostén influenciadas por el lugar que ocupamos, cada jugador corta una cuerda y como manzanas van cayendo; esto da a situaciones hilarantes del tipo como un primer lugar es eliminado primero o el que pende de un hilo desde el principio es el sobreviviente.


Durante el juego se pueden desbloquear pruebas más largas donde el objetivo no es más que alcanzar mayor puntuación como una bola de ping pong que tiene que ser impulsada con una paleta e incusive un modo donde se puede jugar con pruebas que utilizan el complemento del mando, el nunchuck.
Horas y horas de diversión están aseguradas y puedes poner a todo el puto mundo frente al televisor por la gran sencillez de utilizar el mando.

El apartado gráfico es una locura, muchísimas pruebas tienen un diseño simplón pero bastante simpático, otros son surrealistas o con un marcado estilo caricaturesco como en las cinemáticas mientras algunos están simplemente de la verga –a propósito claro está- con unos diseños tremendamente pobres donde los polígonos son grandes como puños, esto la verdad no importa, digo, para lo que duran la mayoría poco tiempo tenemos en fijarnos en esos detalles y es una clara muestra de lo que busca el juego, olvidate de los gráficos y demás mierdas, aquí te vas a divertir poniendo poses de subnormal y salteando verduras, perra.  Sin embargo sorprende que se calque tan cual gráficos de juegos de GC e inclusive versiones mejoradas de SNES, desde Metroid, Star Fox, Animal Crossing, Super Mario Sunshine, Brain Training o The Legend of Zelda W.W.  protagonizaran algunos micro-juegos siguiendo la estela de completarlos en putiza.


La banda sonora pasa desapercibida, no recuerdo algún tema memorable y eso que hace pocos días lo acabo de terminar.

Wii en su día tuvo juegos de todo tipo, estoy totalmente de acuerdo que no en la cantidad deseada en todos los géneros, sin embargo en este ámbito los juegos para pachanguear brillaron con luz propia, Mario Kart, Super Smash Bros, Rhythmn Heaven Fever en el último suspiro de la consola y este juego que acabamos de reseñas son la perfecta muestra, lo recomiendo muchísimo y más si tienes con quien compartir unas risas, en ningún momento defrauda y lo poco que dura la campaña es apaleado por las horas de diversión que ofrece en su vertiente multi-jugador, saludos y espero leerlos pronto.

TOTAL: 8

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