jueves, 17 de julio de 2014

Reseña Anime: Ping Pong: The Animation


Hace relativamente poco terminé de ver Ping Pong: The Animation, al contrario de lo que usualmente me pasa le tenía a esta serie unas expectativas altísimas y no es para menos, había leído de forma superficial algunas reseñas de sitios donde si me suelo fiar por las opiniones del autor sobre las grandes bondades que la obra atesoraba, pues bien, después de ver la secuencia final y al momento de estar escribiendo esto no me queda duda alguna de estar ante una de las mejores series anime que he visto en mi vida.

Sé que suena muy exagerado lo último que he dicho, pero trataré de explicar en esta entrada los motivos cosechados de esta serie para llegar a tal conclusión. Tampoco les voy a mentir, aparte de tener ese estilo de animación y arte tan peculiar rozando lo espantoso y extra deforme en ocasiones no inventa nada nuevo, pero al igual que en TTGL la ejecución de todos los tópicos que la serie maneja es simplemente magistral y el hecho de cómo elementos tan explotados son trasladados a un escenario tan llamativo y poco usual como una serie deportiva de Ping Pong no hace meritos más que recibir críticas positivas y alabanzas de mi parte. En pocas palabras esta serie nos ofrece algo visto por todos seguramente pero que aun así nos encanta volver a ver cuando se nos presenta pintado de otra forma y bien, sin forzar nada…que todo giro en el argumento y evolución en la trama sea una completa delicia que hemos degustado ya pero en formato diferente, como cuando comemos huevos.

Estamos a punto de entrar de lleno a la serie que seguramente se quedará en mi podio personal de lo mejor del año y es que el resto de productos a pesar de contar con un presupuesto muchísimo mayor a Ping Pong: The Animation la tienen jodida para lograr las cotas de calidad en prácticamente el resto de sus apartados excluyendo el diseño, un ritmo rápido, unos protagonistas nada cansinos, una bestia parda en dinamismo y enfoque técnico acompañado de una banda sonora cumplidora en todo momento…simplemente esta serie roza con las yemas de los dedos el cielo de obras atemporales.


La primicia de esta serie es la siguiente. Con un enfoque total a lo que viene siendo el Ping Pong, la serie nos muestra a nuestros dos protagonistas, Peco y Smile, como miembros del club de este respectivo deporte en su respectivo instituto. Ambos son las fichas clave que tiene la escuela para aspirar a lo alto en los torneos organizados contra otros institutos pero aun teniendo características y virtudes igual de grandes para jugar son diametralmente opuestos en cuanto a personalidad y mentalidad, aun así cabe destacar lo buenos amigos que son. Peco por un lado quiere ser el mejor jugador del mundo, lograr llegar a los juegos olímpicos y ganarlos claro está, de una personalidad arrogante y presumida realmente piensa que poco pueden hacer sus rivales contra él; caso contrario al de Smile, un tipo serio que solo juega para divertirse pero aun con un nivel por encima del resto es asquerosamente compasivo dejándose ganar en ocasiones.


La chicha de la serie empieza cuando un torneo entre los diversos institutos se lleva a cabo y el camino que es tomado por  nuestros dos protagonistas son bifurcaciones bastante curiosas, evitaré destriparlas y no les contaré más al respecto.

Aun siendo estos personajes pilares básicos para la trama ni de lejos son los únicos importantes, a escena entra China y Dragón –los llamaré por sus apodos- que compiten en escuelas diferentes con motivos para ganar totalmente diferentes. Algo a destacar es la tremenda profundidad que tienen los personajes y lo bien planteadas de los diversos dramas o demonios internos, más que solamente conformarse o tirar a lo lógico de este tipo de series donde se manejan los conceptos del trabajo en equipo, camaradería y el sentido de la derrota/victoria se ha optado por tratar a los personajes de forma individual como si encerrados dentro de una burbuja estuvieran. Así como vemos los típicos feudos entre conocidos rivales otros se preocuparán más por lidiar consigo mismos y aquí una de las principales basas de la serie.

En lugar de fijar a alguien como protagonista supremo o hacer girar todo en torno al campeonato de Tenis de Mesa se opta por darles su merecida atención a los participantes de este evento, caso parecido a Planetes, que si, la competición bien pinche chingona y así pero ¿Por qué juegan? ¿Qué pasa si pierden? ¿Cómo se sienten al momento de enfrentarse al rival? ¿Por qué todo ese rencor hacia determinado oponente? ¿Realmente se está haciendo lo que se quiere? Estas son algunas de las preguntas que se abordan genialmente y vieran como se les mete candela a los personajes con esto.


El principio puede parecer algo regular con unos personajes que seguramente se consideran odiosos por ser los típicos: el personaje que nunca sonríe, el energético arrogante, el competidor con oscuro pasado y así, pero conforme la trama avanza se hace presente lo dicho en anteriores párrafos y de ahí en adelante no hace más que seguir subiendo una cumbre hasta llegar al clímax en los compases finales de este anime.

El ritmo es bastante bueno y sabe intercalar bien todo tipo de escenas, desde conversaciones trascendentales, la preparación previa a los partidos, los mismos partidos y una cantidad elevada de flashbacks para darle trasfondo al asunto. Eso sí, no vayan a esperar una narrativa de velocidad trepidante con episodios enteros viendo como dos monigotes deformes se la pasan pegándole a una pelota con raqueta y las cosas pasan en putiza pero no tengo motivos para achacar, en general está bien llevado sin hacer escenas largas en lo absoluto, me alegra decirles que en esta serie las tan temidas escenas con tiempo muerto o de relleno no existen, e inclusive los Flashback están perfectamente insertados para complementar las escenas cumbres en lugar de representar un corte de rollo, algo que suele pasar con este tipo de elementos narrativos.

Bien, ya casi he comentado todo lo posible para no destriparles nada, nada me gustaría más que profundizar en cada uno de los aspectos de la serie, pero por tener una trama rompedora no tengo tanta libertad como en una comedia y por lo mismo de no ser sumamente original –pero si bien pinche épica y asombrosa- tampoco existe algo más que rascar…bueno, en realidad si, existe un último punto que quiero abordar.

Por el planteamiento expuesto de la serie parecería que poco lugar para eventos fantasiosos y escenas surrealistas tenemos, pero no, algo que me ha gustado muchísimo son las escenas en forma de metáfora y a modo de imprimirle epicidad y contundencia con unas transformaciones extravagantes que tomaremos más en cuenta apenas toquemos los aspectos técnicos de la serie, pero de una vez les digo, en ningún momento pretenden ser pretenciosas –Dah- todo lo contrario, estás secciones están incluidas de forma inteligente para darle un sabor simplemente especial.


Con solo 11 capítulos la serie se torna inclusive corta y realmente la recomiendo a todo el mundo, no vamos a encontrar nada del otro mundo –lo he dicho por millonésima ocasión pero no importa- aun así es tremendamente divertida, entretiene bien cabrón y deja un gusto realmente dulce.

Ahora, vamos a tocar uno de los puntos cruciales, el apartado técnico/artístico. Miren, seré muy claro,  me parte el corazón en un chingo de cachitos enterarme que alguien no se decide a verla por el diseño de los personajes y lo que es aún peor, el abandono de los espectadores por este punto una vez empezada. Les doy la razón, el diseño está bien pinche culero, el dibujo tan irregular y tosco choca en un principio….pero lo sigue haciendo aun más en determinadas escenas donde de verdad las personas parecen criaturas sacadas desde el mismísimo puto infierno, pero creo que esto lo compensa con una calidad increíble cuando se trata de escenas llenas de acción.

Por increíble que les parezca a algunos la animación tiene unos momentos simplemente gloriosos, es una puta gozada ver en todo su esplendor una metáfora como “la llegada del héroe” o “el chico robot” porque de verdad están bien logradas y si les rifa esto no les quiero ni contar cuando se trata de representar los partidos, claro que quiero decirles todo el rollo.  Los partidos sin simplemente maravillosos, un despliegue de lo bien trabajo que están los movimientos de los personajes, que puto Aku No Hana ni que mi verga, Ping Pong: Animation da cátedra en este sentido, partidos rápidos con movimientos ágiles y fluidos, realmente espectaculares con escenas conformadas por varios paneles en la pantalla para dar enfoques simultáneos.


La banda sonora tampoco está nada mal, tiene un tema de apertura de poquísima madre, al igual que el de cierre, bastante simpático. La banda sonora dentro de la misma serie tiene desde una canción emotiva cantada por uno de los protagonistas en el episodio 6 –momento cumbre de la serie- y también se presentan algunos temas cañeros electrónicos, no soy de destacar la banda sonora pero veo una obra tan redonda en Ping Pong que sería injusto dejar este apartado sin mencionar…hablando de mencionar, una mención especial al tema que está compuesto básicamente por los sonidos provocados por las pelotas chocando en la mesa y paletas.

Ahora bien niños, con esto quiero terminar la reseña, encarecidamente les recomiendo ver la serie, no le hagan ni puto caso a los puntos malos provocados no por la ineptitud del estudio sino por las limitaciones económicas que no le impiden dejar en pañales a otras series de esta y la anterior temporada, con dos cojones. Siendo una serie con un fuerte contenido emocional y humano, púes los protagonistas son el eje central, que no será innovadora pero que te tiene enganchado como un enano no puedo más que decirles…VEAN LA PUTA SERIE.



TOTAL: 10

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