En un acto de locura, muy propio de mí, decidí jugármela con Final Fantasy XV, una juego que desde su lanzamiento ha levantado pasiones. Mientras de un lado teníamos a la crítica calificando este título como una obra de buena a notable, con una calificación media del 80 en metacritic, los usuarios se debatían entre sí estaban ante un buen exponente de la saga o hundía más una franquicia en horas bajas. Independientemente de toda la variedad de opiniones respecto a la calidad de este último Final Fantasy, la mayoría estamos de acuerdo en que fue un puto desastre para Square Enix.
El
pasado 8 de noviembre en una especie de evento se comunicaba al
público lo siguiente: Hajime Tabata, máximo responsable de FF XV,
dejaba por la paz el proyecto y con ello se cancelaba prácticamente
todos los capítulos extras próximos a estrenarse durante 2019, a
excepción de uno dedicado al antagonista más notorio de la
aventura. Como quién dice, Final Fantasy XV había sido abandonado
por completo, culminando así uno de los mayores fracasos a nivel
comercial con pérdidas millonarias aún tratándose de ser de las
entregas más vendidas de toda la franquicia . Curiosamente ese mismo
día, y pocos minutos antes de enterarme de cómo estaba todo el
desmadre, acababa de agenciarme la Royal Edition, deberíamos
confirmar ya mi participación en el apocalipsis.
La
noticia fue solo la estocada final de toda una historia que se viera
por donde se viera iba a terminar en tragedia. Ya muchos ya lo saben,
Final Fantasy XV derivó de otro proyecto; Final Fantasy Versus XIII,
un juego originalmente planeado para consolas de la antigua
generación y cuyo maratónico desarrollo duró más de 10 años, en
parte, por darle prioridad a la trilogía de Final Fantasy XIII.
Estaba tan descuidado el pobre hijo de puta que cuando decidieron
ponerse en serio con él descubrieron incompatibilidades a tutiplen
con el motor gráfico que daba vida a las anteriores entregas
de la Fabula Nova Crystallis, obligando a Square Enix a desarrollar
un nuevo motor para poder plasmas, entre otras cosas, el mundo
abierto donde la aventura transcurrirá. Tampoco podemos olvidar los
cambios de dirección, detrás del proyecto original se encontraba
Tetsuya Nomura pero toda paciencia tiene su límite y después de
años donde la cosa parecía no tener fin la empresa decidió poner a
Tabata en su lugar para mantener el barco a flote.
Así nos saluda el juego y nos da las gracias, o nos menta la madre
El
lanzamiento del juego tampoco estuvo exento de polémica. En un
movimiento raro se estrenó “Kingslaive” una supuesta pieza
fundamental para entender ciertos aspectos de la trama acontecidos al
inicio del juego, se supone por lo menos (digo se supone porque me la
pasé por el arco del triunfo y no la vi) y también una serie
animada centrada en el grupo de protagonistas, ambas rondando fechas
próximas a la llegada de FF XV. No pasó mucho tiempo para que
salieran a la luz las opiniones de los jugadores. Entre lo más
comentado destacaba el raro desarrollo de la historia… muchos
resaltaban la extraña sensación de que enfrente se tenía una trama
con huecos enormes e incógnitas hechas de forma rastrera, y daban
muy mala espina de cara al contenido extra para los meses venideros,
se sospechaba que los episodios bien pudieron ser extirpados del
juego base y siendo Square Enix todo es posible. En este aspecto
Final Fantasy XV es un monstruo de Frankenstein, la historia tuvo que
ser retocada vía parche para enmendar un poco el camino y conforme
salían los episodios extras las molestias del público se hacían
más notorias porque efectivamente; los capítulos extra parecían
estar ahí para exprimir más a los jugadores que deseaban descubrir
algunos de los misterios de la trama principal en lugar de ser
complementos.
La
fiesta estaba por tomar un segundo aire y en 2018 llegó Final
Fantasy XV: Royal Edition. Este paquete contenía el juego base junto
a un mísero código de descarga para bajar todo el contenido del
pase de temporada. También se incluía el Royal Pack, un paquete de
descarga con una nueva mazmorra, otro modo de juego, varios
vehículos, etc; todo por 15 pinches dólares, además el puto
esperpento se vendía fuera del season pass así que si querías
tener Final Fantasy XV al completo tenías que sacar la billetera de
nuevo en caso de ser uno de los entusiastas que lo compraron de
estreno… y para cerrar con broche de oro se anunciaba la segunda
temporada de DLC (que como pueden ver terminó por ser cancelada).
Los
que aguantaron para la Royale Edition se pueden considerar los menos
desafortunados, además, ver cómo se descargan los casi 25 Gb de
parches +4 Gb del pack de 15 dólares que debería ser gratis + los 3
episodios que rellenan huecos en la historia + el modo multijugador +
toda clase de ítems es estar al frente de un performance sobre el
desastre y desesperación por parte de Square Enix que además tiene
los santos huevos de meternos todo ese contenido en un código de
descarga en lugar de estar dentro del disco.
Mucho dolor
La
historia a grandes rasgos nos cuenta las aventuras del principe
Noctis y su grupo de amigos. Noctis está destinado a casarse con
Lunafreya que es el oráculo de no sé qué madres para asegurar la
paz del mundo o algo así. La encomienda que tiene el príncipe y su
comitiva es llegar a donde está su próxima esposa para unirse en
santo matrimonio. Con la bendición de su padre, Noctis y su grupo se
monta en coche y parte hacia su destino... desgraciadamente durante
el trayecto el reino de Noctis es atacado por el imperio Niflheim,
que busca el poder del cristal que se resguarda dentro de los límites
de nuestro reino y todo eso conlleva a una serie de desgracias que
obliga a cambiar de planes.
De
emprender un viaje para casarnos pasamos a enfrentarnos a un enorme
ejército que ha invadido la región, dado que Noctis solo cuenta con
su grupo de amigos y un puñado de aliados se empieza una búsqueda
por una serie de mausoleos donde descansan los antepasados de la
familia real para obtener poder y la ayuda de seres mágicos… bueno
que la historia es cliché y la neta no recuerdo bien los detalles,
para lo demás está Wikipedia… de todos modos nadie leerá esto.
El
principal problema que carga la historia es que maneja muchísima
información si contamos personajes, reinos, lugares, eventos y su
puta madre pero lo hace de tal forma que al parecer necesitamos
conocimientos previos…. ¡AH VALE! que para eso están la película
y el anime. Esto no significa que la historia sea incomprensible ni
mucho menos. Se puede identificar los bandos de todo el desmadre y
llevar el hilo de los acontecimientos más importantes no supone un
mayor problema a pesar de que la historia se diluye durante los
primeros dos tercios a expensas de ofrecer un mundo abierto con una
cantidad generosa de personajes secundarios intrascendentes para la
trama, aunque algunos son por lo menos simpáticos.
Lo
que sí está chido es la química existente entre Noctis y su grupo
de colegas. Gladiolus, Ignis y Prompto no se quedan en ser simples
NPC controlados por la IA, realmente se sienten vivos y juntos
parecen casi una familia. Es asombroso lo mucho que uno puede
encariñarse con estos personajes en lugar de tomarles tirria y hay
toda clase de detalles para hacernos notar la unidad y compañerismo,
como verdaderos amigos, por más banales que resulten ser.
Absolutamente todos responden a clichés: Gladiolus es el muro de
músculos de carácter fuerte con la autoridad suficiente para llamar
la atención cuando alguien está portándose mal o simplemente está
echando la hueva; Ignis es la voz de la razón de un carácter mucho
más sereno con una afición por cocinar; Prompto es el alma del
grupo, de personalidad enérgica e hiperactiva que no duda en decir
algún chascarrillo y Noctis, nuestro protagonista, es el clásico
personaje elegido, nuestro joven obligado a recorrer la dolorosa
senda del héroe con una serie de problemas existenciales venidos a
más por su condición de alta cuna.
Durante
la gran mayoría del juego estos personajes permanecen juntos y vemos
un enfoque a la cotidianidad casi permanente, un tema bastante
inusual en la mayoría de juegos si lo pensamos. Conversaciones entre
ellos en el auto o mientras están descansando en algún campamento o
restaurante, peticiones durante alguna misión para poner en práctica
alguna estrategia, que mientras nos trasladamos a un sitio
alguien nos detenga para desviarnos del camino porque quiere visitar
un rancho de chocobos o tomar una foto grupal en algún paisaje, los
comentarios o chistes espontáneos mientras exploramos alguna cueva,
quedar para unas partidas en nuestro campamento o revisar las fotos
que Prompto nos toma con su cámara al finalizar la jornada son
detalles muy chulos.
El
comportamiento de los integrantes varía enormemente según la
situación y prácticamente se puede palpar el malestar o la angustia
de ellos cuando algo crítico acaba de acontecer. Se los juro, hubo
momentos donde no me podían quitar el mando de las manos ni con una
palanca de lo jodidamente prendido que estaba en algunas partes de la
historia y no porque estuviera cabrón la forma de narrar o porque
algún plot twist aconteciera, no, lo hacía para saber cómo carajos
saldrían del apuro Noctis y compañía.
Ya
basta de emociones, es hora de meternos con la jugabilidad que tiene
puntazos, cosas que faltaron por pulir y errores absurdos que evitan
que Final Fantasy XV sea un juego notable.
Antes
que cualquier otra cosa escribiré sobre el sistema de combate,
muchas ampollas ha levantado dentro de la comunidad. Los
enfrentamientos se alejan de los tradicionales por turnos o del que
vimos en FF XIII, aquí la salsa estaba en gestionar los oficios del
grupo y cambiar tácticas constantemente a la vez toda acción
se limita por una barra que se gasta y tarda tiempo en volver a
llenarse, ahora nos manejamos totalmente por la acción. Final
Fantasy XV se rige por unos controles muy familiares a los vistos en
un Hack and Slash pero muuuuuuuuuuuuuuuy simplificados. Tenemos un
comando de ataque que si dejamos presionado realizará de manera
automática los combos, uno de guardia sirviendo este mismo para
esquivar y otro para Lux para realizar ataques fuertes desde la
distancia y transportarnos a partes específicas del escenario.
Sobre
el papel suena bastante normal, Nier: Automata tiene un sistema
parecido y prácticamente son del mismo subgénero, a la
práctica es todo tan simple y aleatorio al punto que en muchos
combates uno puede cerrar los ojos mientras pulsa círculo para salir
victorioso de una gresca. Para la guardia es igual, si
mantenemos cuadrado Noctis se pone en plan Spiderman y empieza a
esquivar pendejadas aunque literalmente el ataque venga desde el
suelo en dirección a su entrepierna, si tenemos un poco de habilidad
podemos bloquear en el momento exacto (el juego te pone en la
pantalla que aprietes cuadrado como imbécil) y responder con un
contraataque. El Lux impetus es la acción más divertida de
usar porque es todoterreno, te permite picarle la panza a un monstruo
gigante desde una distancia considerable y consiste en Noctis
lanzando la espada hacia la dirección que apuntemos para
transportarse a toda pastilla y arremeter con una estocada; si un
enemigo es volador con Lux impetus podemos atacar al posicionarnos en
el aire.
Algo
que me percaté ya cuando llevaba más una partida de más de 30
horas es el uso tan de la chingada que padece la magia, en muchas
situaciones es totalmente prescindible, hasta parece que ponen trabas
de todo tipo para evitar su uso. Primero; los hechizos ofensivos que
en otros Final Fantasy conocemos como “piro”, “electro”,
“hielo” y demás no existen, por lo menos al uso porque necesita
ser creada como objeto independiente y su utilización no se rige por
los puntos de mana sino por la existencia de los hechizos en nuestro
inventario como cualquier otro ítem.
Antes
de tan siquiera pensar en usarla contra algún monstruo es menester
crearla desde su propia sección en el menú y joder… QUE PUTO
COÑAZO. Explico, uno tiene que moverse por las opciones, utilizar
uno o más elementos mágicos y la cantidad de estos para determinar
el poder, gastar algún ítem previamente seleccionado del pinche
inventario (si quieres algún efecto extra), conjurar, guardar los
putos viales en alguna ranura y equiparlos desde el menú de objetos
como si de un arma se tratara en algún espacio disponible. Me parece
increible la existencia de gente afín a este método de hacer las
cosas, en medio de una batalla es un asco detener la acción para
hacer todo el proceso ya explicado en este párrafo para 3, sí, 3
PUTOS VIALES que si se acaban tenemos qué volver al menú, buscar en
la reserva si tenemos más viales o en caso de no contarlos volver a
fabricar más. Qué sí… se puede aumentar el número de viales por
cada vez que conjuramos pero exige una cantidad estúpida de puntos
de experiencia:
La
magia se utiliza más como objeto arrojadizo… son putas bombas a
efectos prácticos, provocan daño de área a todo ser en el combate
y cuando me refiero a todo es a TODO, esto quiere decir que si
arrojamos una bomba incen…. hechizo de fuego ¿podemos? ¡NO! vamos
a darles de llenos a nuestros compañeros, provocandoles daño e
infringiendo el típico estado negativo de “quemadura” y ya me
dirás tú con qué puta cara quedas la primera vez que pasa eso,
cuando utilizas el hechizo pensando en cambiar las tornas de la
batalla y lo único que consigues es otro clavo bien puesto en el
ataúd.
Ignis iniciando ignición
No
encuentro otro método de tratar peor a la magia en este juego. Bien
pudieron optar que la magia pudiera aprenderse y abarcara un espacio
donde se asignan las armas, con un gasto considerable de PM para
evitar el abuso de hechizos, de esta forma sería mucho más práctico
y cómodo usarla durante las peleas… pero en lugar de algo potable
nos dan esa puta mierda.
Durante
varios meses Noctis era el único personaje jugable y esto era uno de
los puntos flacos más acusados; sí, podíamos cambiar por
cualquiera de las 4 armas que tuviéramos equipadas y dar órdenes a
nuestro grupo de machines cuyas habilidades podrían llegar a ser
devastadoras. Saber que teníamos en nuestro grupo a un tanque, un
especialista de armas e fuego y un experto en ataques rápidos con
dominio del daño elemental sin poder controlarlos seguramente fue
una putada al principio y más teniendo en cuenta lo automatizado de
algunas NO, de todas las mecánicas. Ya comentamos algo sobre los
comandos de ataque, defensa y uso de magia pero de los ataques
conjuntos e invocaciones aún falta. Los ataques conjuntos se
activan cuando le damos a algún enemigo por la espalda o cuando se
nos indica que haciendo determinada acción podemos recibir ayuda de
nuestros amigos, esto es completamente al azar al igual que las
invocaciones que después de pasada cierto punto de la historia
pueden ser activadas sin la necesidad de requisitos previos.
El
no tener control ante determinadas acciones me pone malo. Las
invocaciones, por ejemplo, en teoría salen cuando un combate está
siendo largo, el poder de estas es devastador y casi siempre termina
haciendo papilla a los enemigos o les quita una barbaridad de vida
pero me he pateado combates de casi 10 minutos y nada, que no sale a
jugar el hijo de puta.
Una
vez desbloqueamos la habilidad de controlar a todos los personajes la
cosa gana muchísimo, de verdad. El manejo de Gladiolus e Ignis es
similar al de Noctis, pero mientras el primero pega bien macizo y
cuenta con un multiplicador de daño el segundo puede utilizar magia
en combinación de ataques frenéticos y sus habilidades secundarias
pueden utilizarse a placer. Prompto es el que más cambios acarrea en
la jugabilidad, su arsenal consiste en una pistola, una ametralladora
para hacer mucha sangre en cuestión de segundos,una bazooka de
potencia absurda y de granadas que pegan cabrón también; todas las
armas a excepción de la pistola tienen munición limitada durante el
combate para no romper el sistema y como si de un TPS se tratara
podemos apuntar a donde queremos disparar, esto es especialmente útil
para fracturar partes de algún monstruo grande y derribarlo.
Con
esta adición el juego ahora sí se siente bueno … o menos malo.
Nuestras posibilidades para afrontar combates aumentan de forma
infinita si lo comparamos con el juego base donde nada más era
posible controlar al príncipe Noctis pues ahora podemos utilizar
magia que sí vale la pena, derribar enemigos con potencia de fuego
si nos vemos rebasados, concentrarnos en el daño físico y todo esto
pudiendo cambiar de nuevo con Noctis, el personaje más versátil de
todo el juego.
Este
asunto tiene más tela para cortar; en un principio, cuando el juego
aún se llamaba Final Fantasy Versus XIII, la idea de manejar a todos
los integrantes estaba dentro de las mecánicas a implementar,
imagino que por cuestiones de tiempo solamente alcanzó para que
Noctis fuera jugable al inicio de toda esta odisea. Que Square Enix
haya decidido lanzar FF XV como un título que constantemente estaría
actualizándose con contenido nuevo una vez llegado a las tiendas no
me parece malo por sí mismo, pero estamos hablando de un puto RPG y
lo que bien funciona en un juego basado en el multijugador como
Overwatch, Fornite o Call of Duty no aplica para FF XV. Es más, en
primer lugar la posibilidad de usar a todo el grupo debería estar
disponible desde el día uno… lo único que logras lanzando un
juego limitado en una de sus facetas más importantes es echar para
atrás a quien quiera comprarlo y vea en esto una pega importante,
que lo es. A día de hoy sigue saliendo a la superficie el combate
tan descafeinado y automatizado cuando se habla de FF XV aun cuando a
día de hoy este tema está mejor apañado.
Algunas
batallas ,muchas de ellas, llegan a ser tan caóticas al punto de no
saber qué carajos está pasando, bien podría estar Prompto
empotrado contra un árbol por una bestia que ni nos daremos cuenta
por tener 7 bichos haciendo cosas. De todos modos manteniendo el puto
botón de ataque se sale del apuro con regularidad.
Así
como no hay magia al uso aplicable a la ofensiva tampoco la tenemos
para curarnos, prácticamente todo depende de tener cientos de ítems
curativos. Vaya que vamos a usarlos, Noctis a pesar de tener la
defensa como un parámetro modificable puede ser derribado rapidísimo
si nos emocionamos de más, dominar la evasión y los bloqueos es
parte fundamental para no estar la mayor parte del tiempo tirados en
el piso esperando que nos curen o gastando pociones a lo grande. Ver
a Noctis siendo tratado como muñeco de pruebas ante las verguizas
impuestas en algunos escenarios es casi inevitable por la cantidad de
enemigos y la obvia incapacidad de evadirlos a todos en el mismo
instante.
Eeeeeeeeeeeeeeeen
fin. La acción en FF XV se verá muy bonita, realmente espectacular,
pero la simplificación y el dejar como eventos fortuitos las
invocaciones o acciones especiales en conjunto es una puta mierda, al
igual que usar magia, un completo horror. Como puntos positivos está
el poder usar a todos los personajes del grupo y el vivir batallas
ágiles que no terminan de hacerse pesadas por durar horas.
Muy
a pesar de los grandes problemas este sistema de combate me ha
enganchado, es endiabladamente satisfactorio reventar enemigos por la
espalda usando Lux impetus, cazar una bestia de 30 metros y
fracturarle las piernas de un bombazo de Prompto o electrocutar a
toda una legión de duendes con Ignis ¡Qué diablos! dada las
capacidades ofensivas de Noctis y compañía la magia tradicional ni
siquiera se extraña aunque su presencia es puro potencial
desperdiciado. Los combates son una locura, ya dije con anterioridad
el caos que pueden llegar a alcanzar pero no por eso dejan de ser
divertidísimos aún si sólo usamos a Noctis pues este puede
equiparse con todo tipo de armas (espadas, lanzas, espadas largas,
escudos, pistolas…) para repartir estopa a gusto. Digan lo que
digan el cambiar el tradicional sistema por turnos a uno de acción
directa mitiga el hartazgo que en ocasiones puede adolecer un RPG.
Los combates con enemigos de bajo nivel duran, si acaso, un minuto y
en aquellos enfrentamientos donde existe la igualdad de condiciones
la cosa se pone mucho más intensa, la duración de estos es
considerablemente más dilatada pero jamás pasó por mi mente
pensamientos del tipo “Qué puta pereza ya llevo 10 enfrentamientos
previos iguales”, todo esto gracias a los objetivos secundarios que
se pueden activar durante la pelea y las posibilidades bastante
grandes que otorga el grupo a la hora de combatir.
He
dedicado 6 páginas de Word únicamente al sistema de combate, cuando
perfectamente en cualquier otra reseña me basta para abarcar todo un
juego y ojalá estas fueran las últimas palabras del escrito… pero
no, he decidido poner toda la carne al asador esta vez y para mi
desgracia me falta hablar de todo lo demás que no es poco
precisamente.
El
desarrollo de la campaña es inusual. Los 2 primeros tercios del
juego transcurren con normalidad en un extenso mapa que podemos
recorrer casi a placer con muy pocas zonas bloqueadas por cuestiones
argumentales. Las misiones principales conviven con un número
absurdo de misiones secundarias y de caza, además durante la
exploración de este inmenso mundo podemos encontrar lugares de
interés como mazmorras secretas, mausoleos con armas inéditas,
puntos de pesca y un buen puñado de poblados con todo tipo de
habitantes y puestos de comercio donde comprar cachivaches.
La
forma que el juego nos deja convivir con todo este contenido es
demencial, un completo desastre, tanto así que romper el juego
es relativamente sencillo porque el desarrollo de las misiones
principales y el resto de tareas está inconexo de una manera brutal,
permitiendo avanzar en decenas de misiones secundarias para subir de
nivel sin tocar tan siquiera alguna misión principal, derivando esto
en abordar las secuencias estelares iniciales con un nivel digno de
enfrentar al jefazo final de todo el juego. Entremos en esto con
calma.
La
manera de trasladarnos por todo el mundo de la manera más eficiente,
o la menos cansina, es conduciendo el Regalia, un pinche carrazo de
lujo con uno de los sistemas de navegación más espantosos que he
vivido… es como el equivalente a la moto de Travis Touchdown en el
primer No More Heroes pero en triple A. No termino de entender qué
se pretende con esta nave porque en primer lugar sirve para
trasladarnos de un sitio a otro de forma automática viendo el bonito
paisaje pero también tiene opción de viaje rápido que no funciona
para todos los puntos que en teoría uno podría trasladarse porque a
saber la chingada. Esto último se traduce en viajes de hasta 5 - 6
minutos donde solo estamos aplastados en el pinche carro, puedo
afirmar que por lo menos 2 horas de juego contabilizadas consistieron
en ver a Noctis viajando en el Regalia mientras aprovechaba y me
echaba unos minutillos en Twitter o me preparaba algún bocadillo.
Retomo
lo del viaje rápido porque neta, puro pinche estrés, según lo
entendido si un punto está muy cercano de tu posición actual el
viaje rápido no está disponible, pero de todos modos tendríamos
que conducir porque de lo contrario estaríamos 5 minutos corriendo
por la carretera cual subnormal, pero si seleccionamos desde el mapa
el viaje a alguna estación que se encuentre a 50 metros de donde
estamos el viaje rápido funciona sin mayores problemas; Ya, si no
entienden que mierdas acabo de escribir es normal, yo tampoco
entiendo e imagino que los putos desarrolladores tampoco sabían qué
carajos estaba pasando.
Además
de todo este percal el viaje rápido está inhabilitado por las
noches hasta ya pasadas muchas horas porque a Ignis le da cosita
conducir a oscuras (jeje) y se supone que este macizorro es el puto
dios de los viajes rápidos así que si no quiere nada más nos queda
conducir nosotros el Regalia. Uno puede conducir el coche también
durante el día pero es una molestia que uno quiere ahorrarse. El
manejo del Regalia es duro cual madre llegando a casa después
de la entrega de notas y más que sentirse como un coche de verdad
parece un puto carro sobre rieles, o sea que esta cosa se maneja
sola, únicamente es necesario virar para seleccionar un camino
cuando un desvío se presenta.
El
Regalia puede modificarse a un todoterreno o a una máquina voladora,
pero ojo que el todoterreno está disponible únicamente en el pack
Royal de 15 dólares. Además de lo estético uno puede correr en
circuitos en medio del descampado… Y ya. La versión voladora de
nuestro bólido se consigue en el post-game, cuando ya es demasiado
tarde y el 82% de los jugadores ya abandonó el juego.
Ya
tenemos descrito el método más eficiente de transporte por
carretera. Ya dentro de terreno salvaje podemos usar nuestros pies o
rentar chocobos… está claro cual de estas formas de transporte es
más eficaz pero para poder subirnos en un adorable pollo gigante
estamos obligados a cumplir una serie de misiones secundarias que
aparecen hasta después de unas 4 horas aproximadamente. Por cierto,
hablando de misiones secundarias creo que es buen momento para
abordar estas.
Para
aquellos que extrañan la fórmula de los RPG de antaño esto les
caerá de puta madre, o no (la verdad es que no), pues la forma de
tomar y completar misiones secundarias es pura “Old School”, de
cuando los juegos eran más chidos ¿Eh, no es cierto… antes todo
era más vergas no? NO. Ya todos sabemos aquí cuál es el ritual de
ley: llegamos a un lugar nuevo, algún cabrón nos ve con cara de
repartidor, nos pide alguna tarea (por lo general absurda como casar
sapos) y nada más por los loles vamos a ver la manera de cumplir con
los pedidos.
Dependiendo
de la variedad de estas misiones, la recompensa y las subtramas que
encierran pueden o no incentivar a cumplirlas… bueno pues emmmmmm…
yo no digo que todos los juegos tiene que tener secundarias de la
talla de The Witcher 3 pero a uno lo pone enojado que para obtener
unas cuantas pociones se nos obligue a cruzar todo un pinche desierto
para buscar ranas entre los charcos… COMO 3 VECES. Prácticamente
toda misión secundaria es de “Ve y traeme” donde lo más jugoso
sin duda es la experiencia que derraman estas mierdas pero JODER, si
de por sí es cansino hacerla de mandadero no veo la necesidad de
tratarte como un verdadero idiota.
Me
explico; si, tenemos una cantidad abrumadora de misiones pero al
final del día estas son encargadas por los mismos 4 gatos durante
todo el puto juego, ejemplo: en una ciudad encontramos un fotógrafo
que nos contrata para tomar fotos a varias locaciones del mapa. Hasta
aquí todo bien y bonito durante los dos primeros encargos hasta que
te das cuenta que el hijo de la gran puta tiene bajo la manga como 10
pinches misiones iguales y en lugar de soltarlas todas de una perra
vez para aprovechar que los objetivos pueden estar cerca el uno del
otro decide que está más chido ir y venir por cada puta foto
tomada. Esto tiene sentido cuando alguien te encarga matar un bicho
de nivel 8 y después te manda a pelear con uno de nivel 30 pero en
este caso es una pérdida de tiempo.
Y
pues eso, la inmensa mayoría de misiones secundarias radica en
recoger algún objeto, estos pueden ser chapas de cazadores caídos,
juguetes, latas de pintura para el coche u hortalizas; así es , por
todo eso llegamos a arriesgar nuestros culos. Muuuuuuuy de vez en
cuando alguien nos encarga una pendejada que nos lleva a explorar
alguna mazmorra secundaria, el resto es movernos entre algún paraje
a pie de carretera con muchas rocas y algún bicho molesto.
También
están las batidas de monstruos, donde los dueños de un restaurante
o fonda nos envían a madrearnos contra monstruos gigantes. Matar a
estas criaturas además de darnos experiencia nos permitirán ganar
reputación como cazadores, esto nos permitirá acceder a batidas
contra bestias más peligrosas y mejor pagadas. A diferencia de las
misiones secundarias estas son muy entretenidas.
Cómo
en todo buen Final Fantasy, aquí tenemos enemigos para regalar.
Desde bestias salvajes, espíritus, robots, soldados humanos,
demonios y gelatinas, muuuuuuuuuuuchas gelatinas. Los adversarios más
temibles aparecen a partir de la noche, donde demonios de gran
calibre azotan hasta las carreteras.
Lo
mencioné hace unos párrafos, fuera de que podemos encontrar alguna
mazmorra, ponernos a pescar en un pantano o dedicarnos a subir de lo
lindo la experiencia recolectando pepinos el mapa está vacío.
Tendrá locaciones que de vista serán una gozada pero si me quitas
el 50% de la extensión no podríamos hablar de que se esté
perdiendo de algo. Muchas veces, mientras ya hacía montado en
un chocobo recorriendo otro paraje desolado me preguntaba por qué
tengo que atravesar todo este pedazo de tierra que no tiene NADA.
En
fin. Final Fantasy XV trata de meter un mundo abierto de forma poco
acertada, con un mapa que está desaprovechado sin apenas puntos de
real interés… que sí, se ven un putero de poblados pero estos no
se diferencian en nada de cualquier otro o un montón de puntos de
interés que si no son inmuebles abandonados son jodidos
estacionamientos o gasolineras para repostar. Las misiones
secundarias están nada más para meter cosas por hacer sin ofrecer
recompensas jugosas o experiencias únicas; bueno… no tanto así,
el hacer misiones secundarias durante los primeros capítulos
devorará horas, pero a cambio te dejará rotísimo para el resto de
la aventura.
Se
ve a leguas que todo el rollo del mundo abierto lo pusieron sin saber
cómo hacerlo funcionar o por lo menos sin liarla tan fuerte,
eso de entretenerte 30 horas en los primeros capítulos para retomar
la historia principal con 34 niveles encima de lo recomendado se
traduce en quitarle mucha gracia a la campaña. Pero claro,
todo esto pasa en el supuesto de entrarle cabrón a las misiones
secundarias, el juego realmente puede completarse en 25 - 30 horas si
evitamos distraernos más de lo necesario.
Las
misiones estelares y las mazmorras secundarias están bien hechas.
Aquellos eventos donde nos involucramos y hacen avanzar a la
trama suelen tener objetivos a completar bastante variados para lo
que puede ofrecer un RPG: mientras al principio atacar a un grupo de
imperio o recabar información es lo primordial no tardamos en estar
dentro de una operación para infiltrarnos en alguna base enemiga en
busca de la captura de un importante alto mando militar, inclusive
podemos tomar torretas:
Toca
visitar mazmorras cuando estamos a la búsqueda de mausoleos o por
designios de alguna de las pocas misiones secundarias potables y me
ha sorprendido para bien la variedad y el diseño de estas. Cuando
uno se imagina una mazmorra viene a la mente una especie de prisión
o ruinas abandonadas con varios pisos donde la variedad se mantiene
en su mínima expresión o bien pensamos en una cueva habitada por
algún ente maligno… pues este tipo de locaciones también está
presente en FF XV pero hay mucho más: Minas abandonadas, una
arboleda que conecta con restos de la civilización, la escalada
hacia la cima de un volcán o adentrarnos a las profundidades de las
alcantarillas son varios de los escenarios a recorrer, algunos son
lineales mientras otros son jodidamente laberínticos con todo tipo
de atajos y zonas secretas.
Todo
lo anterior puede verse en los primeros 2 tercios de la aventura
porque en el trayecto final las cosas toman un giro interesante, como
si quisieran enderezar un poco las cosas. El mundo abierto pasa a un
segundo plano, la trama, que durante el resto de la campaña
estaba diluida por el colosal océano de relleno, empieza a avanzar a
toda velocidad y ahora sí uno empieza a agarrarle saborsito…
muchas cosas siguen sin estar del todo claras, inclusive alguno que
otro cabrón desaparece para no volver a saber de él jamás pero
pues gracias a Dios tenemos los episodios del DLC que Square Enix nos
ha hecho el favor de cobrarnos (putos usureros) que seguramente
responderán nuestras dudas.
Si
Final Fantasy XV se dividiera en dos juegos independientes donde uno
abarcara solamente el último tercio y el resto otro sin duda este
último saldría perdiendo. En otros aspectos también se cambia de
enfoque y las misiones suceden en entornos más controlados que
evitan distraernos en demasía.
Y
bueno… parece que ya no me dejo nada que sea digno de mención, si
alguien tiene dudas sobre el árbol de habilidades pues basta con
decir que funciona como todos los de su tipo y dado que son muchos
aspectos a tener en cuenta en lugar de tratar de distribuir de manera
balanceada toda la experiencia yo aconsejo gastarla en las aquellas
cosas que más utilicen o los hagan sentir cómodos. Otra cosa que me
he dejado en el tintero son las aficiones, con poco peso a nivel
jugable. Ahora sí, estoy seguro que no me estoy dejando nada por
coment…. ¡Ohhhhhh claro! se me estaba pasando este video:
Casi
a modo coña se habla del error sobre las acciones contextuales y el
engorro que es comunicar a nuestros patrones el éxito de alguna
misión. con el botón “X” saltamos, pero también sirve para
todo tipo de acciones cómo interactuar con un NPC u objeto y por lo
general se terminan solapando, esto es el típico error tonto que
cualquiera pudo ver pero decidieron ignorarlo porque pensaron que no
daba mayores problemas. Lo que acontece del video es un error que no
hay por donde agarrarlo, se puede ver cómo la acción contextual de
informar sobre la misión y hablar para comprar algo es la misma pero
unos cuantos pasos determinan qué queremos hacer con nuestras vidas
en ese momento.
El
apartado gráfico (No saben cómo me alegro al saber que ya pasamos
por todo el apartado jugable) está potente en algunos aspectos. Los
escenarios son bellísimos y existe un fuerte contraste entre zonas
paradisíacas y pintorescas cómo la bahía del principio del juego,
las ajetreadas calles de Altissia o las zonas boscosas que rodean al
rancho de los chocobos:
Con
zonas decadentes visitadas por Noctis y compañía en una exploración
urbana a toda regla:
Dios
me encantan todo este rollo.
Los
personajes lucen bien aunque en diseño no destacan por ser muy
inspirados, al contrario de los enemigos que se ven bien padres.
Muchos son parte del bestiario clásico que la saga tiene y a estos
se unen diseños nuevos.
En
PS4 el juego se comporta de maravilla, con una tasa de FPS estables,
si acaso lo más criticable de todo el conjunto es la cámara que se
vuelve loca en muchas batallas.
El
apartado sonoro es gloria pura. La OST tiene temas de todo, desde los
más épicos que suenan cuando combatimos hasta tonadas que hacen
trizas el corazón. Para el deleite de todos los fans podemos
conseguir en las tiendas de autoservicio discos con canciones de
otras entregas. El doblaje en inglés está de puta madre, yo en lo
personal lo prefiero al japonés, mucho más escandaloso.
Colegas,
afortunadamente (para mí) este es el último párrafo del texto,
donde puedo dar unas breves conclusione respecto a toda la obra.
Final Fantasy XV no cumplió las expectativas y es la viva imagen de
una empresa que ha perdido el rumbo con una de sus sagas más
significativas para todo el mundo de los videojuegos, aun así, es
sorprendente, casi mágico, que hayan logrado lanzar un juego que con
tantos puntos negativos brille con una fuerza espectacular y
realmente no me lo explico. Ante todo lo que he vertido en esta
entrada uno pensaría que tengo motivos más que suficientes para
odiarlo, al fin y al cabo en muchos párrafos únicamente lo pongo a
parir… sí bueno, la verdad es que me ha encantado. Las casi 50
horas que le he dedicado de principio a fin ni las he sentido, han
sido divertidísimas y junto a los momentos tan emotivos, la banda
sonora de lujo y en general un mundo tan bonito (pero desaprovechado)
no puedo ser tan categórico al punto de considerarlo malo.
TOTAL:
7
Y
una última aclaración: FF XV >>>>>>>>>>>>>>>>>>>>>
FF XIII
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