La mítica PSX fue una de mis primeras consolas, para ser más específicos la segunda, y forma parte de mi etapa como jugador más casual antes de realmente considerarme un fanático asiduo a todo lo relacionado al mundo de los videojuegos. A diferencia de algunos de los lectores que seguramente gozaron la máquina de Sony a mediados de la década de los noventa a mí me tocó encenderla por primera vez cuando su sucesora ya estaba en el mercado acompañada del título indiscutible como reina de la generación.
Mi
yo de 8 años obviamente distaba muchísimo de tener el criterio que
actualmente poseo; Metal Gear, Spyro, Final Fantasy, Tekken, Street
Fighter, Grand Turismo o Tomb Raider pasaron sin ser detectados por
mi radar e inclusive sagas que AMO como Resident Evil o Silent Hill
las evité a toda costa por sus portadas… así nos va. El grueso
del catálogo que mi infantil persona disfrutó por aquellos años me
lo estoy guardando para una siguiente entrada que saldrá pronto
(esta vez lo prometo) pero de todo lo que tenía destaco solamente un
juego, 1998 FIFA World Cup.
Aún
teniendo a disposición entregas más recientes, para PSX tuvimos
hasta FIFA 2005 como última iteración de la saga de EA, este juego
que a todas luces tenía sus añazos logró captar mi atención y se
vino pá casa. Además de ser el único juego de fútbol que pasó
por mis manos durante esos bellos años también fue el último juego
de PSX que compré antes de dar el estratosférico salto a mi primera
Xbox 360, pero se los juro… durante semanas completas no jugué
otra cosa y, poniéndome en la piel del director técnico de la
selección mexicana, el modo que recreaba toda la competición del
deporte más popular del mundo fue la ama y señora de las tardes por
un buen tiempo hasta el día que la casa entró en una época de
importantes remodelaciones que me impidieron jugar por varias semanas
a cualquier cosa.
Esta
entrega de FIFA no tenía una apabullante cantidad de modos de juego,
se dignaron a poner los básicos: patada inicial, multijugador, la
copa mundial y un extra bastante curioso que nos hacía vivir las
finales anteriores de 1998. Que las opciones fueran escasas (cosa
entendible si entendemos que el título fue uno de los primeros
juegos poligonales de la saga) me importó bien poco como lo pude
comentar más atrás, yo me contentaba con dinamitar la red de Países
Bajos, Francia e Italia con México para alcanzar la gloria máxima.
El control del juego para le época no estaba mal y las jugadas de
fantasía con paredes y centros que terminaban en espectaculares
goles de cabeza era el pan de cada día, se me es imposible
encontrarle costura al título en este aspecto porque les hablo desde
la nostalgia, desde el recuerdo… y desde la confesión de que jamás
jugué un partido contra la máquina en otra dificultad que no fuera
la más sencilla, a veces jugaba con mi hermano pero era como jugar
con el 10% de capacidad de la IA en su modo más fácil (no podemos
esperar mucho de un niño de 6 años vamos).
Una
vez que terminaba el modo principal del título con una México
campeona del mundo que apabulló a sus rivales por marcadores de
escándalo se abría ante nuestros ojos el modo clásico. Esta
curiosidad constaba de recrear todos los partidos que definían a los
campeones de las copas pasadas; desde 1994 hasta 1930 con un cariño
y detalle sobresaliente. Empezando por lo obvio; todos los jugadores
estaban representados con nombres oficiales, las selecciones portaban
los uniformes de ese momento pero lo que a mí me ponía loquísimo
era que el balón cambiaba hasta su versión primigenia de cuero, una
pasada.
Una
vez llegó la Xbox 360 a casa la PSX fue regalada a regañadientes a
un primo (mi progenitora me obligó a llegar a ese punto) y con ella
todos los juegos, el peso de esa decisión no me aplastaría hasta
bien entrado en la adolescencia en forma de arrepentimiento pero en
su momento no representó más que un pequeño disgusto.
Durante
los primeros meses me la pasé bomba con Kameo,Viva Piñata, PGR 3,
Need for Speed Carbon y Gears of War (este prestado a escondidas por
un familiar), pero no tardé en añorar de nuevo pisar el césped
virtual y patear el balón apenas lo señalara el pitido del árbitro.
Con 11 años muy poco sabía del percal que PES y FIFA tenían y
menos aún estaba al tanto de las notorias diferencias que había
entre las ediciones de FIFA 07.
Mi
segundo contacto con la franquicia fue FIFA 07 para la máquina de
Microsoft. Revisando artículos y reseñas de la época me doy
cuenta que existieron dos versiones del mismo juego para consolas de
sobremesa, la versión de consolas que pertenecía a la 6ta
generación y la versión “Next Gen” prácticamente exclusiva de
Xbox 360 aún con la PS3 a punto de llegar a América (apenas unos
días de diferencia había entre el lanzamiento de este FIFA y el
arribo de la sucesora de PS2 por estos lares).
Más
pronto que tarde fuí directo por mi copia cuya portada estaba
protagonizada por el inmortal Ronaldinho que militaba en el FC
Barcelona, Francisco Fonseca y Landon Donovan, toda una leyenda del
balompié estadounidense. Momentos después de llegar a mi casa el
disco ya estaba insertado en la consola y yo me disponía a disfrutar
de una introducción que gritaba a los cuatro vientos “La Next Gen
llegó”.
El
juego entraba por los ojos, yo estaba jodidamente maravillado ¡En mi
puta vida había visto algo tan potente! Teníamos a las estrellas
del deporte perfectamente recreadas, la acción en la cancha se
desenvolvía con una fluidez brutal y los estadios junto al ambiente
que se vivía me encandiló por completo. Mi primera impresión de
este título es la de estar ante una chulada. Una vez recuperado el
aliento me dispuse a checar más a fondo las opciones que este FIFA
traía consigo.
A
diferencia de las otras versiones, la entrega de Xbox 360 se veía
mermada en cuanto a ligas licenciadas y apenas podíamos gozar de 6;
si mi memoria no me falla estaban presentes 5 ligas europeas
correspondientes a España, Francia, Italia, Alemania y Países
Bajos; la liga fuera de Europa era la mexicana. Este hecho no pasó
desapercibido, muchísima gente quedó inconforme con esta decisión
que se explicaba por ser una versión Next Gen creada desde cero en
un motor gráfico inédito y representando así un esfuerzo enorme ya
el solamente trabajar en el apartado técnico que se veía reflejado
en las animaciones y físicas. Mientras que los primitivos foros de
internet ardían entorno a la polémica por la ausencia de la mayoría
de ligas que otras versiones atesoraban para mí fue una completa
delicia ver a los 18 equipos nacionales en todo su esplendor.
Después
de algunos partidos sueltos enfrentando a mis Chivas del Guadalajara
contra el Real Madrid me aventuré al resto opciones. El modo carrera
nos permitía jugar por 5 temporadas en el club que más quisiéramos,
teniendo que gestionar los aspectos financieros, administrar la
plantilla al completo con la entrada y salida de jugadores de otros
equipos y cumplir con objetivos para asegurar el futuro de nuestro
club. En lugar de irme a dirigir el equipo de la ciudad decidí
seleccionar a Santos Laguna, el actual campeón del futbol mexicano
que en esos tiempos estaba peleando por mantener la categoría en
primera división. Con la marca lagunera bajo mi mandato empezamos a
ganar partido tras partido, noté cómo los jugadores mejoraban sus
estadísticas y llegábamos a instancias altas en el torneo… justo
cuando me encontraba disputando la semifinal del torneo fuí
despedido de mi cargo, fin, el juego se acabó.
Yo
no entendía por qué en mi primera temporada mi carrera terminaba
aún con el sólido equipo que había formado… hasta que noté que
los fondos del club estaban en números rojos y que el ganar dinero
era fundamental para mantener el puesto. Con la experiencia ganada
fuí mucho más moderado a la hora de comprar jugadores, en la
primera temporada llegué al límite de jugadores dentro de nómina,
seleccionaba los patrocinadores que más dinero dejaban y solamente
así logré terminar los 5 años de carrera con un saldo irreal (en
el futbol mexicano) de 10 torneos siendo campeón de forma
consecutiva. Todo el rollo de la gestión me entusiasmaba más bien
poco, mero trámite para jugar partidos y ganar ligas…pero había
un detallito tan insignificante como chulo que me gustaba muchísimo;
en ocasiones saltaban peticiones, como visitar un hospital con niños
enfermos, que nos hacían decidir el actuar del equipo en esa
situación y bien podríamos enviar a los mejores jugadores, a los
muchachos de reserva o negarnos a asistir, esto representaba
repercusiones a nuestra reputación.
Los
partidos para mí eran alucinantes y me llegué a enviciar de una
manera tan bestial que FIFA 07 no salió de la bandeja de la consola
hasta después de 6-7 meses, literalmente no jugué otra cosa en todo
ese tiempo, era mi referente máximo en cuanto a realismo en fútbol
se trataba. El tener una cantidad ínfima de equipos o de un modo
carrera tan corto no me impidió disfrutar de tantísimo tiempo el
juego y al poco de darle fino a tomar el papel de director técnico
salté a los desafíos.
Era
una manera de paliar la falta de… pues prácticamente todo lo
demás, los desafíos se dividían en varios niveles de dificultad y
pedían cosas pasables como el ganar con diversos goles de ventaja,
tener una precisión de tiros por encima de un determinado porcentaje
o mantener la posesión del balón por un buen tiempo… pero luego
las cosas se ponían puerquísimas con locuras como ganarle a un
equipo por 3 goles, que uno de estos sea anotado por el portero y
evitar a toda costa anotaciones contrarias. El objetivo principal de
este modo era ganar créditos que permitían gastarse en la tienda,
de este modo comprabas balones, equipaciones alternativas o equipos
especiales.
Los
partidos se desenvolvían con una naturalidad que hasta ese entonces
era desconocida, mientras que los fanáticos pegaban el grito en el
cielo por el escaso contenido la prensa no tenía más que alabanzas
en el aspecto técnico y jugable. Curiosamente mis amigos que para
ese entonces tenían ya una Xbox 360 pasaron de esta versión y se
centraron en la de PS2 o similares, un movimiento esperado ante las
diferencias en cuanto a licencias y porque en espacios recreativos
donde la convivencia gira entorno al entretenimiento electrónico
(las papelerías-cibercafé) la versión para consolas de la pasada
generación tenía su lugar inamovible junto al ya famoso Gears of
War, aún así los pocos amigos que pudieron jugar conmigo la versión
Next Gen quedaron igual de encandilados que yo la primera vez que se
pusieron con el mando frente a la pantalla.
Este
juego fue mi niña bonita por mucho tiempo y ni siquiera FIFA 08 que
tenía muchas más ligas u opciones de juego (el modo “Be a Pro”
se estrenó aquí) me hizo disfrutar tanto cuando lo compré al
año siguiente. Varios factores influyeron para ya no pegarme tantas
putas horas frente al siguiente FIFA, como el hecho de haber
desarrollado preferencias un poco más variadas… y que tenía al
puto Halo 3 en mi estantería. Ya no pasé de nuevo por el aro, FIFA
09 se quedó en la tienda porque literalmente estaba HARTO,
totalmente indigestado y fue tal el empacho que duré más de una
década sin comprar uno nuevo.
Fuera
de las partidas esporádicas en casa de algún amigo FIFA era
totalmente ajeno a mi vida como videojugador. En Wii me decanté por
una edición de PES que tenía un control muy exótico pero
satisfactorio y mi atención se centró en juegos de nicho más
pequeño, empecé a interesarme por los títulos de lucha o los
survival horror, me encontré de nuevo con los plataformas, descubrí
que los RPG me habían enamorado y los emuladores me abrieron un
sinfín de posibilidades, así normal que la que se hubiera
convertido en mi saga por casi 2 años quedara en un mero recuerdo,
hasta hace pocos meses.
En
plena época mundialista me dió el venazo por el FIFA de turno, o
sea FIFA 18, lo compré aprovechando una rebaja y me puse con el modo
carrera. FIFA a pesar de todo tiene algo que pocos juegos pueden
ofrecer y es el de permitir asumir el rol que más desees, tengo
amigos que hacen de FIFA una pachanga con el editor de personajes o
de alineaciones, tiene su gracia y encanto ir a la casa de un amigo y
ve cómo ha modificado a su club favorito, un equipo local muy
modesto, cuyos logros futbolísticos en este milenio se cuentan con
los dedos de una mano sobrándote de esta manera cinco dedos, y ver
que ha puesto a 7 estrellas de talla internacional junto a 4
monigotes mal editados que lo representan a él y a nosotros sus
amigos en el 11 inicial… es mágico.
Y
mientras esto pasa otro puede estar totalmente volcado a FUT, dejando
desatado su yo más ludópata con tal de conseguir sobres para armar
un equipo que en el juego competitivo sea imparable. En mi caso he
decidido sacar la cara más rolera de FIFA seleccionando a un equipo
de la cuarta división inglesa, el invencible Cheltenham Town, subir
al primer equipo 6 jugadores ingleses menores de 16 años con
calificación global menor de 55 y ver cómo junto al resto de la
plantilla van levantando al equipo, quedando más cerca de ganar un
torneo, subiendo a divisiones superiores mientras nuevas caras se
unen al grupo al mismo tiempo que otras se retiran, cumpliendo
objetivos tan propios de un equipo diminuto como lo es evitar el
descenso para al final levantar el trofeo de la competición de
clubes más importante del mundo de la mano de 6 canteranos
convertidos en estrellas de fama mundial con una calificación global
que supera el 85. En esa tarea estoy actualmente y los otros modos me
importan poco.
También
FIFA 18 es mi juego para desaturarme de cosas más pesadas como The
Witcher 3, God of War o Persona 5; es el título perfecto para jugar
sin pensar demasiado y dado que prácticamente todo el mundo conoce
las mecánicas básicas de los juegos de futbol el que venga una
visita y se eche unas buenas risas mientras disputamos un partido de
la selección de Alemania enfrentándose al Atlas de la liga mexicana
es una opción perfectamente viable.
Muchísimas
cosas han cambiado en el lapso de tiempo que separa FIFA 08 de FIFA
18, estaría cabrón que no, se han incorporado nuevas ligas, las
selecciones femeninas hacen acto de presencia con justa razón, el
modo FUT se proclama como el plato fuerte e inclusive tenemos un modo
historia que inició en la anterior entrega y tiene su conclusión en
FIFA 19, aún así siempre hay cosas por mejorar o agregar y
tengo una pequeña lista de cosas que bien podrían implementar a
futuro. FIFA 18 me parece bastante completo y FIFA 19 con la licencia
de la liga española al completo, la incorporación de la liga de
China y la adquisición de la UEFA Champions League, a expensas de
arrebatarle la licencia a Konami, son buenos añadidos sin ninguna
duda… pero a día de hoy la ausencia de las competiciones de la
CONMEBOL y mayor presencia de ligas de esta parte del continente
empieza a sentirse un poco extraña, pedir mayor presencia de la
CONCACAF o de la AFC es casi por capricho. También estaría chingón
un modo de fútbol sala o de plano una modalidad Street, si hablamos
dentro del terreno de juego me sorprende que FIFA 18 parezca tener
scripts para depende qué momentos; en los disparos con la cabeza da
la impresión rara de tenerlos , además que el factor algunos
eventos aleatorios está rotísimo; eso de que el 6 tiros al arco
terminan pegando en el poste de forma seguida jamás lo he visto en
la vida real.
Se
me estaba pasando comentar sobre el apartado sonoro. La selección de
música la veo siempre acertada, la de FIFA 08 es mi favorita y tiene
un temazo de MIS que me hace soltar una lágrima de pura nostalgia:
Las
de ediciones posteriores también están chingonas así que poco que
seguir comentando de mi parte. Los comentaristas son otro rollo,
hasta la edición del 2012, año más o año menos, teníamos la voz
aquí en México de Enrique Bermudez y si bien en el 2006 me hacía
muchísima gracia escucharlo mientras decía una chorrada sin sentido
para todos los mortales o emitía sus atronadores gritos al anotar un
equipo admito que si lo hubiera escuchado en todas los FIFA hasta el
2012-2013 estaría hasta las pelotas. Los comentaristas actuales no
están tan chidos, la verdad… el analista me parece nefasto en
realidad porque solo se digna a decir cosas estúpidamente lógicas o
da la impresión de que le cuesta una barbaridad realizar las
sinapsis necesarias para articular una frase que no suene redundante
o vacía.
Cuando
empecé a jugar FIFA 18 pensé en hacerle su reseña, pero eso
significaba meterse a fondo en las mecánicas de juego y como pueden
leer en este escrito ni siquiera las he mencionado más allá de lo
anecdótico porque me da una un palo tremendo y también debido a mi
escaso bagaje en cuanto a simuladores de balompié actuales… a las
pocas horas de juego me percaté de algo que me golpeó durísimo, el
hecho de que este FIFA fuera el primero en 10 años, fue cuando
decidí retomar la idea de escribir de nuevo sobre la saga pero más
que un análisis este escrito era más como una especie de
impresiones muy por encima junto a mis vivencias con la saga, lo
importante que significó para mí en su momento, las cosas que más
me gustaban y el enorme lapso de tiempo que permaneció enterrada
para este servidor. Lo más probable es que este sea el único
escrito que le dedico a FIFA pues estoy seguro que FIFA 18 será el
único juego de la franquicia que estará en mi estantería por mucho
tiempo y para dedicarle una entrada de las 20 que suelo publicar en
un año a un simulador deportivo que tiene millones de reseñas y
opiniones…es mejor dejarlo por la paz, pero admito que me gusta que
la única entrada respecto a esta saga sea precisamente esta en lugar
de cualquier otra.
Nos
vemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario