No hace mucho me dió un golpe de nostalgia y compré de nuevo el primer Dead Rising, solo que esta vez la versión de PS4. El motivo de tal acto fueron las ganas que tenia de jugarlo otra vez y dado que mi copia de Xbox 360 estaba en la absoluta mierda (lo compré usado en pésimo estado) no quise esperar a que este se jodiera por completo.
Una
vez con la copia dentro de la consola me dispuse a pasar momentos de
auténtica alegría con uno de juegos que marcaron mi adolescencia y
JODER… sí que ha envejecido el hijo de su puta madre. El juego
sigue estando chido, pero no podemos negar que ya llovió desde ese
lejano 2006 y una multitud de elementos intrínsecos de Dead Rising
no han aguantado bien el paso del tiempo, además el port de PS4 no
es una maravilla en realidad, inclusive creo que tiene fallos
gráficos que el original no tenía… aunque tampoco estamos
hablando de un caso grotesco como Silent Hill Collection.
Aún sin ser un remaster perfecto veo la versión de consolas de actual
generación como una oportunidad genial para probar uno de los juegos
más sorprendentes de su tiempo… siempre y cuando uno tolere su
desfase en muchos apartados y uno de los mayores que afecta a la
dificultad es la IA que poseen los sobrevivientes que tenemos qué
rescatar si queremos completar el juego al 100%.
Veamos.
Dead Rising tiene muchas cosas que pueden sacarnos de nuestras
casillas, el primero es la cuestión de tener límite de tiempo para
completar objetivos, lo que en la partida inicial se traduce a no
poder completar gran parte de los rescates e inclusive podemos joder
el progreso de la historia principal que también se rige por este
concepto. Otra cosa que puede tocar la moral es que debido a lo
anterior sea necesario repetir varias veces desde cero la campaña
(pero con mejoras en el personaje gracias al sistema de niveles).
Por último tenemos el tema de la IA, que es lo que realmente me
toca las pelotas en este juego pues muchas veces el agobio viene en
la tremenda facilidad que tienen para quedarse atorados o en ser
comidos por una horda de muertos vivientes sin poner un mínimo de
resistencia.
La
aventura inicia con una dificultad de base elevada que se va
atenuando en partidas subsecuentes gracias a que, conforme subimos de
nivel, aumentamos barras de vida, espacio en el inventario para
llevar más cosas e inclusive aprendemos movimientos que nos ayudan a
defendernos de los zombies… pero nada de esto te salva de una IA
que prácticamente es inexistente.
En
un principio las broncas con la IA pueden pasar desapercibidos pues
los primeros encargos son de rescatar de uno a dos sobrevivientes por
viaje y las zonas que recorremos no están TAN abarrotadas de zombis,
lo que hace el trayecto un viaje totalmente pasable, es hasta que ya
tomamos vuelo y llegamos a la primera noche que la cosa se pone
peluda. A partir de este momento los zombies se vuelven más
agresivos y empiezan a invadir el centro comercial en mayor cantidad
de elementos, empezamos a combatir psicópatas que la hacen de jefes
y tenemos al conserje del lugar hablándonos por radio para
informarnos de los nuevos sobrevivientes a rescatar junto a su
ubicación, fácil se pueden juntar 3 o 4 encargos junto a la misión
principal de turno y todas con tiempo poco más que justo para
completarlas.
Ir
y venir por cada sobreviviente rescatado es una pérdida de tiempo y
saber por cuál cabrón hay que llegar primero es crucial para
emprender un tour del terror que nos lleve a todos y cada uno de las
personas en apuros sin tener qué hacer rodeos, además de perder
tiempo ponemos en riesgo la vida de nuestros monigotes de forma
innecesaria. Ya con 4 sobrevivientes la cosa se empieza a
torcer, ya no te digo con 8 o más que es cuando la fiesta entra en
su máximo apogeo. En teoría los sobrevivientes responden a dos
comandos: seguir al protagonista o quedarse en un punto señalado;
pueden ser equipados con armas en muchos casos e inclusive
alimentados para recuperar vida, pero en la práctica las cosas no
funcionan tan bien.... de hecho NO FUNCIONAN.
Dar
la indicación de llegar a un punto en específico puede provocar que
nuestros compañeros se queden congelados sin saber a donde putas ir
o inclusive puede pasar que los muy imbéciles se alejen y den un
rodeo totalmente ridículo para llegar, además puede pasar que en
vez de quedar en el punto como uno quisiera queden desperdigados a
varios metros de este. La única utilidad que tiene hacer esto es que
nuestros sacos de carne andantes no se detengan y se vea reducida la
posibilidad de que un zombi los devore mientras desatascamos a un
pobre diablo atorado en algún punto del mapa porque no pudo sortear
una maceta en el piso… a veces alguien se atora de verdad…
… o
peor aún… se atoran dos…
… o
se atoran cuatro…
Fuera
de esto lo más común es ir en plan “sigan al lider”; o sea,
Frank va al frente mientras los demás lo siguen en fila india…
aunque al final parecen más bien una panda de oligofrénicos
corriendo sin ton ni son. Mientras estamos guiando al grupo será
común que algún zombi los pille, obligándonos a regresar para
salvarlo; y más vale tener armas para repeler estos ataques porque de
lo contrario morirá el pobre ciudadano, morirán los demás porque
también fueron atrapados mientras rescatabas al primero, morirá
Frank West en un intento desesperado por enmendar la situación y
posiblemente morirás tú también de PUTO CORAJE.
Gracias
a Dios podemos equipar a nuestros supervivientes con armas para
defenderse ¿No suena eso genial?... PUES NO, ES UNA MIERDA. Darles
armas a nuestros aliados debería de ser algo positivo de cara a la
supervivencia de todos pero en lugar de eso el propiciarse les dota
de unas ganas suicidas de lanzarse contra todo lo que vean y esto
maximiza las posibilidades de que la palmen todos. Al final del día
es mejor no dar armas y jugarnosla como el único ser con la
capacidad de responder a los zombis que convertir al grupo en un
esquadron de kamikazes.
Y
hablando de defenderse. Las armas de fuego resultan las más
efectivas para quitarse a los enemigos de encima, sobre todo las
escopetas que de un tiro pueden derribar a varios y despejar camino
sin mayores complicaciones, el problema es que con estas también te
puedes cargar a algún aliado y es más sencillo de lo que parece.
Durante mis andadas no faltó el alma de cántaro que se atravesó
justo cuando disparaba e inclusive llegué a liquidar a alguno por
estos accidentes. En un juego donde reina el caos es jodido tener a 5
cabrones revoloteando a tu alrededor mientras intentas quitar del
medio a una horda de muertos vivientes.
Sea
cómo sea, uno llora al llegar a la base para dar por concluido el
operativo de rescate, independientemente del resultado, ya sea de
satisfacción por salvar a 9 de 9 o porque de 11 cabrones nada más
tú regresaste gracias a que nada más tenías un perchero para
hacerle frente a los zombies. Aquí no hay medias tintas.
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