domingo, 27 de octubre de 2019

Día 27: La guardería (ZOMBI)

 
Hace unos días terminé ZOMBI en su versión de PS4 y de solo recordarlo empiezo a temblar por razones desafortunadas (el port es una putísima mierda), de eso hablaremos más temprano que tarde una vez de por concluido el especial de este mes. Dejando fuera el pésimo trabajo que hicieron al trasladar uno de los exclusivos de WiiU a las consolas de actual generación admito que como Survival Horror está bien apañado y vale perfectamente los 4 dólares que suele costar en las rebajas de las tiendas digitales… joder menudos halagos.

En ZOMBI encarnamos la piel de un sobreviviente en medio del apocalipsis, los muertos han empezado a levantarse con ganas de fresca carne humana y a lo más que aspiramos es a escapar de una Londres devastada antes de ser devorados. Nuestro viaje nos lleva a realizar varios encargos a los supervivientes que encontramos con tal de ganarse sus favores; uno consta de conseguir antibióticos para la esposa del dueño de una gasolinera a cambio de combustible y este mandado nos dirige a una guardería.

Durante el camino al sitio nuestro compañero, que desde un principio nos dirige desde un radio, se comunica con nosotros para advertirnos de lo peligroso que investigar el centro educativo; inclusive comenta que pudo divisar a un grupo grande de personas movilizándose junto con los niños al interior para resguardarse y que ninguno volvió a salir, así que estamos advertidos.

Una vez dentro comprobamos el lamentable estado de las instalaciones, destrozadas en su totalidad, con paredes y suelo salpicado de abundante líquido hemático. Para más inri una tétrica nana empieza a sonar de fondo (lo sé Deja vu del Dead Space 2), a esta se le unen los cánticos y risas de niños o bebés mal rolleros.  Obviando las características propias del sitio, la guardería ofrece lo que ya hemos visto con anterioridad, pasillos angostos y oscuros que nos hacen tensar los músculos al dar la vuelta en cada esquina esperando la emboscada.



Nuestra búsqueda logra dar con la caja de antibióticos pero el piso debajo de nosotros en la sala donde conseguimos la medicina se vence y con ello caemos hasta aterrizar en el sótano. De improviso nos ataca una clase de zombi muy inusual pues podría decirse que está dotado de poderes sobrenaturales. El eléctrico, como se le conoce por algunos (o sea los que vivimos en mi casa aunque le queda mejor “el electromagnético” pero no suena tan chido), interfiere en nuestros aditamentos electrónicos, haciendo que tanto el mapa, la radio y el escáner sean totalmente inútiles; la única manera de enfrentar esta situación es ir directamente por el eléctrico y matarlo para restablecer comunicación y operatividad de nuestro equipo.

Sobre el papel matar al zombi especial es sencillo pero si vamos pobremente preparados se vuelve una lucha difícil de sobrellevar. A diferencia de los otros zombis que necesitan de varios tiros en la cabeza o de varios golpes bien dados con el palo de criquet para caer, el eléctrico necesita ser derrotado varias veces para darle muerte definitiva, además de ser rápido es capaz de teletransportarse; en la guardería nos toca enfrentarnos a esta amenaza en la oscuridad total y en un sótano con varias habitaciones, elementos que juegan en nuestra contra.

El colofón sucede justo después de derrotar al eléctrico, batalla que puede ser uno de los momentos más jodidos del juego. Durante el ascenso a los pisos superiores una horda de zombies invade las instalaciones y toca correr buscando una salida alternativa pues abrirse paso hacia la puerta principal es un suicidio; una escalera de emergencia nos ayuda a escapar del sitio y con los antibióticos en la mochila va siendo hora de seguir.


La aparición de este momento se la debe especialmente a la pelea contra el zombi con poderes, muchos jugadores se toparon con este curioso no muerto con escasos recursos para enfrentarlo y en supervivencia puede liarla bien… por no decir que tiene una facilidad pasmosa para matarnos de un par de golpes al poco nos descuidemos.

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