domingo, 6 de octubre de 2019

Día 6: Los archivos (Metro 2033)

 


Para Xbox 360 y PC se lanzó el juegos de disparos en primera persona que sentaría las bases para una saga que a día de hoy cuenta con tres entregas y remasterizaciones, Metro 2033. Este título ambientada en una Rusia azotada por un invierno nuclear tiene fuertes componentes de supervivencia que lo dota de una personalidad muy marcada. Fuerte énfasis en la exploración, cuidado de los escasos recursos, una potente atmósfera post apocalíptica  y las horribles criaturas que pululan por todo el mundo permiten vivir escenas de verdadero terror.

En un momento de la campaña Artyon, el protagonista, y un grupo de soldados deciden emprender un viaje fuera de la estación con dirección a los archivos de una enorme biblioteca. Durante esta misión los soldados son atacados por los demonios, bestias voladoras que para ese entonces ya nos han sacado más de un susto, y en consecuencia causan estragos en el contingente, obligando a Artyom a adentrarse en las profundidades del enorme edificio solo, no sin antes ser advertido por uno de los soldados que tenga mucho cuidado con los bibliotecarios.

Nuestro protagonista no dura mucho tiempo solo (para su desgracia) y se encuentra cara a cara con uno de los bibliotecarios, nos damos cuenta que son criaturas de aspecto humanoide poseedores de una fuerza y resistencia inaudita. Si hacemos un poco de memoria recordaremos las medidas cautelares para lidiar con estos seres, mantener la calma, estar siempre lo más lejos posibles de ellos, evitar lo más que se pueda un enfrentamiento con ellos y la recomendación más peculiar de todas; si estamos peligrosamente cerca de uno, mantener siempre contacto visual con él, mirarlo directo al rostro.



El primer bibliotecario aparece en una área lo bastante amplia para poder estar a buena distancia y ya es decisión nuestra mantener distancia o freírlo a tiros; si nos sentimos preparados y empezamos a disparar notaremos que aquella bestia de lento movimiento se convierte en una mole que arremeterá contra nosotros con poderosos golpes que nos matarán en un instante. 

Disparar a esta masa imparable es el último recurso pero aún siendo sigiloso toparnos con un bibliotecario es casi ineludible durante la misión y aquí es donde la recomendación de mirarlo a los ojos se vuelve crucial. Apuntarle con nuestra arma directo a la cabeza sin hacer movimientos bruscos o voltear a otro lado puede salvar nuestra vida pero esto nos enfrasca en un duelo de voluntades contra el bibliotecario que nos expone a una muerte segura si algo falla. En el mejor de los casos la criatura se aburrirá luego de unos tensos segundos y se marchará para volver a patrullar la zona. 



Esta parte de los archivos tampoco ayuda en lo absoluto contra estos monstruos, repleta de habitaciones interconectadas por muros derrumbados y pasillos angostos que forman una suerte de laberinto podemos convertirnos en presas fáciles. El juego sabe perfectamente que la tensión está en el ambiente y tampoco dudará en soltarnos algunos jumpscares para volver esta misión en una de las más memorables del juego.

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