viernes, 18 de octubre de 2019

Día 18: "?" (BioShock 2)

 


Existen muchísimos momentos en la saga Bioshock para incluir en este tipo de especiales, sin ir más lejos el abordaje de la batisfera a Rapture luego de tomarla es un excelente ejemplo, el encuentro con el cirujano loco de la clínica también del primer juego o las apariciones fantasmales en Bioshock Infinite hubieran servido para lo que hoy nos incunbe. Pero en lugar de eso quiero exponer el día de hoy algo chiquito, algo que más de un jugador se perdió en su día porque no es parte fundamental del juego y se podía acabar perfectamente sin siquiera conocerlo; un huevo de pascua.

A mí me encantan los huevos de pascua en los videojuegos, que los desarrolladores se tomen las molestias de esconder pequeños guiños, bromas o mensajes siempre me ha parecido entrañable. Algunos juego son una mina de ellos, Halo 3 o la saga GTA por mencionar algunos, y otros son tremendamente elaborados, Trials y las llaves secretas así a bote pronto; pero también tenemos algunos que dan miedete o simplemente son extraños y precisamente vamos a ver uno de esos hoy.

En Bioshock 2 visitamos un sitio llamado Fontaine Futuristics, propiedad de uno de los hombres más reputados de Rapture, y en medio de un despacho encontramos dos cosas llamativas; una pirámide formada por billetes y un plásmido que cambia de color todo el tiempo. Si tocamos este plásmido veremos cómo desaparece de nuestra vista, pudiendo ignorar este hecho y seguir con nuestras vidas o bien indagando más sobre tan inusual suceso. Resulta que este plásmido es uno inestable que da el poder de la teletransportación a quién lo consume…algo demasiado goloso para dejarlo ir así nada más.



Rebuscando por el edificio podemos dar de nuevo con el tónico, siempre obteniendo los mismos resultados (esfumándose en cuanto lo tocamos). En un último avistamiento el tónico aparece descansando en un sofá en la entrada del edificio y esta vez cuando lo tocamos, en lugar de desaparecer, se eleva por los aires y nos lleva consigo a diversas áreas de Rapture hasta que el viaje termina en una sala nunca antes vista:



La sala en español se llama “8.0000”, pero en su idioma original solo se llama “?”. Frente a nosotros tenemos un plásmido en un pedestal rodeado por estatuas cuya posición deja intuir estar en pleno júbilo por la presencia del frasco e inclusive algunas estatuas portan cámaras y posan como si estuvieran fotografiando el recipiente del plásmido. El pedestal, junto a las estatuas que rodean al plásmido están iluminadas por la luz que emite el propio frasco pero fuera de esa pequeña área el resto de la sala está en una oscuridad total, además se escucha el ruido de viento mezclado con lamentos humanos que pueden pasar muy desapercibidos.

Cuando entré a esta sala de inmediato pensé que estaba por caer en una trampa y que apenas tomara el frasco del pedestal todas las estatuas saltarían a por mí… pero eso no pasó. El plásmido es uno que mejora alguna habilidad pasiva y justo cuando lo tomamos una de las estatuas con cámara nos saca una foto, cegándonos con el flash, al recobrar la vista nos damos cuenta que estamos de nuevo en Fontaine Futuristics… como si nada hubiera pasado.


Al final del día nos vamos con las manos casi vacías, sin ese preciado tónico para teletransportarnos; por lo menos nos queda la anécdota.

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