lunes, 14 de octubre de 2019

Día 14: St. Sybil High School (Outlast 2)

 


Blake es nuestro protagonista en Outlast 2, durante toda la historia del título lo acompañaremos en situaciones que superan por mucho los límites de la locura. Red Barrel Games no se anda con medias tintas y lo ha dado todo para poner en escena situaciones demenciales y postales dignas de una película gore de festival europeo donde termina más gente fuera potando que gente en la sala de la proyección.

Dentro de las vivencias que Blake debe soportar para encontrar a su esposa ,secuestrada por un culto instaurado en el marginado pueblo donde fueron a parar luego de un estrepitoso accidente de helicóptero, no faltaron persecuciones por psicópatas asesinos en mitad del campo, revelar los hórridos secretos de los habitantes que los llevaron a un punto de no retorno y las macabras acciones que el líder de la iglesia local realizó con el poder que le había sido confiado.

Durante la trama Blake sufre de constantes alucinaciones que lo llevan a uno de los lugares donde curso con la etapa más traumatizante de su vida, la escuela secundaria St. Sybil. Mientras el poblado se caracteriza por su ambiente sucio lleno de podredumbre y muerte la escuela en comparación es casi un sitio aséptico en apariencia.

 

Las primeras visitas de Blake no muestran mucha acción pero ya el mero hecho de estar plantado en una escuela católica de noche algo de miedo sí que da. Pasar por los pasillos de este instituto refresca la memoria de Blake sobre cosas de suma importancia que por sus buenas razones enterró en lo más profundo de su mente, pero conforme la trama avanza los relativamente tranquilos paseos por la secundaria se empiezan a tornar cada vez más inquietantes.

No tardamos mucho en sentir que Blake no está precisamente solo en la escuela y el juego no duda en usar cierto recurso que me ha parecido sensacional: Sin venir a cuento Blake puede ver (por ende nosotros) sombras que se trasladan en cuestión de instantes desde las esquinas de la pantalla; esto en lo personal me puso los pelos de punta en varias ocasiones porque jamás estuve seguro de ver estas sombras fugaces de verdad o realmente estaba volviéndome loco, aquí la cámara en primera persona juega en favor de la inmersión y atmósfera pero en contra nuestra por decirlo de algún modo.

Eventualmente las cosas empiezan a salirse de madre y aprovechándose que nuestros recorridos nocturnos por la escuela son meras alucinaciones el entorno empieza a deformarse de maneras poco sutiles:

 



Pero lo realmente jodido empieza cuando empieza a deambular por la zona uno de los monstruos más feos que he visto en mi pinche vida:

 
Les presento al padre Loutermilch, o por lo menos la representación enfermiza que Blake guarda de él en su mente y con justa razón.  Conforme avanzamos en el juego se nos desvela que los recuerdos más fuertes datan de la época de su juventud, cuando era un estudiante en St. Sybil y se revela la verdadera importancia que Jessica tuvo para el protagonista… básicamente Blake fue su primer amor.

 

Durante uno de estos flashbacks entra en escena Loutermilch, un sacerdote que labora en el instituto y de carácter severo con los estudiantes; pero bajo esa pulcra sotana negra y recto porte se esconde un hombre realmente perverso. Se nos da a entender que Loutermilch ha efectuado abuso de índole sexual hacia Jessica y en los últimos compases de la historia se revela que este mismo hombre fue el causante de la muerte de Jessica. La chica pierde la vida al romperse el cuello después de sufrir una caída en las escaleras mientras forcejeaba contra el padre, Blake llega justo después de su muerte y es intimidado por Loutermilch para marcharse sin decir nada a nadie. Loutermilch se las arregla para colgar a Jessica con una soga atada al cuello y hacer pasar el crimen como un suicidio, cosa que funciona.

En las alucinaciones Loutermilch es representado como un monstruo humanoide completamente desnudo, posee múltiples pares de brazos provenientes de la espalda y de una herida abierta localizada en el tórax, también cuenta con una enorme lengua que nace de una boca con la mandíbula totalmente desencajada. Todas estas características hacen alusión al depredador sexual que es en vida.

El monstruo del padre hace lo mismo que todo ente en el universo Outlast… persigue a la gente con cámara filmadora. Más allá de su aspecto no tiene una característica especial pero sí es protagonista de algunas de las persecuciones más cardíacas del título.

Es cierto que el momento del día de hoy se lo quedan las alucinaciones de la secundaria en general pero si esto les parece un poco vago les ofrezco la persecución por la biblioteca como el punto más álgido de esta locura:



La corta pero intensa escena tiene de todo: Un enemigo que ha salido de las sombras y puede matarnos de un solo toque, la caótica restructuración de lo que antes era una biblioteca normal por un puto laberinto con pasillos sin salida, la aparición de sombras que más allá del micro infarto también nos pueden hacer virar a un callejón por temor a que sea el verdadero monstruo y la cámara de video que en esta alucinación empieza a presentar fallos de imagen para entorpecer aún más nuestra huida. La posibilidad de que dando vuelta en una esquina choquemos de frente con un jodido engendro ensangrentado y desnudo está ahí.

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