lunes, 16 de junio de 2014

Reseña Xbox 360: Dark Souls



Llevo un puto mes sin escribir absolutamente nada y los motivos son muy variados; desde un mes brutal lleno de exámenes, proyectos, líos personales y esas chingaderas que a nadie le importa hasta un colapso abrupto de mi portátil, empeorando muchísimo la situación y quitándome aún más tiempo del poco disponible….esto tampoco es que les interese mucho pero ya lo dije, se joden todos –no es cierto solo bromeo  ; - ;-.

Gracias al Dios bendito que todo lo ve puedo disponer de dos meses donde estaré más pendiente de la escena montada aquí en Blogger y, como no, subir entradas de forma muchísimo más constante, empezando precisamente por esta…dejemos de dar explicaciones y empecemos.



Desde hace prácticamente un año tengo bajo mi control una copia de Dark Souls, aquel dichoso juego que pone caliente como una perra a todo aquel que se jacta de ser un puto jugador hardcore que no está satisfecho hasta pasarse el juego en máxima dificultad con el control invertido mientras usa una venda en los ojos…aquellos que ven con desprecio a nosotros, simples y débiles mortales cegados por aquellos gustos pecaminosos como es jugar Call of Duty y el otro 98% del catálogo actual para consolas que no exige tener certificado técnico de jugador HARDCORE así en mayúsculas.


Pues bien, Dark Souls se ha ganado su fama a pulso de ser una bestia implacable sedienta de sangre de aquellos incautos que deciden probarlo pensando que su dificultad son solo mamadas sobrevaloradas o de aquellos que se sienten capaces de salir bien parado. Dark Souls es un juego difícil, diabólico y lleno de momentos puteantes desde el minuto uno pero no solo pone de su parte la propia obra a reseñar  hoy, no señor, gran parte de la dificultad, de los malos tragos y de los momentos más hilarantes con las muertes más pendejas son posibles y están palpables en todo el juego gracias al propio jugador, he ahí la  mayor basa de Dark Souls, uno de los títulos más desafiantes y redondos catados por mí en estos últimos años.


Al principio la entrada no estaba concedida como un análisis, pero debido al tiempo jugado –más de 40 horas repartidas en 4 partidas diferentes…todas sin terminar- me veo con la experiencia apta para ofrecerles mis impresiones y las cosas tanto  buenas como malas de este señor juegazo.



Dark Souls nos remonta en una época donde todo se ha ido a la puta mierda gracias a diversos eventos catastróficos que han sumido a la tierra/país/ reino en una crisis enorme…básicamente y por cuestiones que involucran explosiones y magia las personas no mueren ahora cuando se supone tienen que morir, en su lugar dan paso a una versión demacrada y hueca llamada “Hueco” (Dah) o “No muerto”, seres pululando por todos lados y arrastrando a más personas a sus filas, además de estos decir la enorme cantidad de monstruos, demonios, fantasmas y dragones que habitan y forman parte de una mitología muy interesante a la vez de bien explicada en toda la Internet.


En todo caso y centrándonos en el papel tomado por nosotros basta lo siguiente. Somos un No muerto cautivo en una prisión y de nuestros huevos nos sale arreglar todo el desmadre a base de putazos mágicos y con un chingo de armas a nuestra disposición, de un lado para otro nos encontraremos en peliagudas situaciones donde arreglar los problemas tranquilamente  con diálogos seleccionables y QTE no es factible –además de ser para mariquitas-.


A pesar de lo poco que se cuenta en Dark Souls decir lo mucho que me gusta el trabajo hecho por los fans de esta obra… no sé si exista una guía argumental o estoy tan sumamente pendejo para no ver la complicada e interesante trama tejida conforme avanzamos chingado cosas o en su defecto corriendo como putas para seguramente morir cayendo por un acantilado…. El punto es que entre mis búsquedas sobre este juego –tratando de conseguir como averiguar matar a la pareja de Anor Londo- he encontrado interesantes documentos sobre la historia de las localizaciones y enemigos, rifándome un puto huevo todo y consiguiendo sumergirme más en la idiosincrasia de Dark Souls –no sé si lo dicho en las últimas 5 palabras esté bien pero huevos, que suena muy bonito decir idiosincrasia aun sin tener una puta idea de su significado-.



También es notorio la gran cantidad de acontecimientos ya no solo afectando la trama sino la propia historia con resultados muy jodidos en la mayoría de las veces y menudos puñetazos en la cara representa darte cuenta tarde sobre algo evitable o en su defecto resultando menos perjudicial para los propios intereses del jugador, simplemente magnífico y característica de Dark Souls.


Pasando ya a ámbitos de mecánica de juego se puede decir algo conocido por todo el mundo ya. Dark Souls funciona como un juego de Rol donde subir de nivel para mejorar parámetros es esencial pues estos definen  muchísimo el rumbo que como jugadores queremos tomar y pues no vale ir mejorando todo a la vez pues ya por las malas te das cuenta del enorme error que esto representa cuando te topas con enemigos jodidamente poderosos que acaba contigo al no tener características que sobresalgan del resto.


Todo esto significa desde el momento uno tendrás una clara visión de cómo queremos a nuestro personaje, pues siendo uno especializado en armas pesadas de poco nos sirve mejorar los parámetros mágicos o viceversa. Sería un error decir que solo le podemos tirar para un lado pues siendo sabios y conociendo bien que ofrece cada parámetro conseguimos personajes muy versátiles tanto en armas como en piromancia o magia, pero no esperen un todo terreno pues es muy difícil.



Desde el principio nos ofrecen a nuestra selección varias clases, pero no sirven de nada más que conseguir algunas cosas exclusivas como un guante de piromancia si somos pirománticos y…pues otras cosas si somos otra clase.


En realidad tenemos un abanico muy limitado de ataques y movimientos pero tampoco vamos a soltar mamadas pues esto no es un “Hack n Slash”, tenemos lo justo para defendernos contra todo pero resultando un reto constante pues hasta el puto hueco del principio cuenta con un abanico de movimientos nada envidiable del nuestro. La variedad en realidad nos la da el arma que estemos manejando en ese momento, no quiero extenderme demasiado pues no es rollo mío contarles al milímetro como el uso de las lanzas afectan el movimiento pélvico en cada embestida en velocidad, fuerza y tal…pero es digno mencionar el vasto conocimiento que se requiere para conocer todos los tipos de armas y su correcto uso, es duro decirlo…pero no vale ir con la misma espada durante toda la aventura pues te van a violar salvajemente apenas salgas a una nueva zona y dependiendo mucho de los patrones y tipo de enemigos será recomendable usar equipo alterno.


Algo que está jodidamente bien hecho es la enorme cantidad de armas y las mejoras de esta, puede que al principio no se vea mucha diferencia entre usar diferentes espadas o cualquier otro tipo de armas si es que te gusta manejar algo diferente…pero cuando se nos obliga a mejorar nuestras armas con los herreros, previa adquisición de ascuas repartidas por todo el mundo se nos abren los putos ojos y descubrimos el enorme abanico de tener inclusive varias evoluciones de una misma espada que al principio no valía pito. Lanzas eléctricas, espadas tóxicas, mazos, hachas de fuego y un sinfín de posibilidades tenemos a nuestra disposición, siempre y cuando tengamos los materiales –jodidos de conseguir en ocasiones- y las almas necesarias. Lo mismo se puede decir de las armaduras, las más ponchudas se obtienen de enemigos especiales y junto algunos ítems como los anillos forman parte vital para alcanzar el éxito en nuestra aventura.



Ya saqué lo de las almas en este post y tampoco puedo decirles nada nuevo, siendo la moneda particular de Dark Souls gracias a ellas vamos a conseguir los preciados aumentos de parámetros y adquirir ítems vitales. Suena todo muy común hasta que uno se entera de la posibilidad de pérdida si morimos de todas las almas acumuladas. Hasta eso Dark Souls no es tan perro con el jugador, al morir te penaliza quitándote las almas y la humanidad, además de volver al estado hueco si estábamos en estado humano pero las primeras dos se pueden recuperar si llegamos al sitio de nuestra muerte, eso sí, si volvemos a morir en el transcurso –usualmente pasa de una manera bien pinche pendeja por las ansias y prisas-  perderemos definitivamente todas nuestras almas.


Ahora bien, sobre la importancia del estado humano se puede describir como relativa, pues si bien no es necesaria para acabar el juego si significa mucha ayuda al poder invocar espíritus que te ayuden contra jefes de zona, aumenta las posibilidades de encontrar cosas chidas y es la única manera de conseguir duelos con almas de guerreros que ofrecen buenas recompensas si los derrotamos. Para alcanzar este estado se requiere humanidad…una especie de materia negra muy escasa.


No se puede más que aplaudir por el también excelente trabajo impreso en todos y cada uno de los enemigos del juego, ya sean las mierdas esas reptantes de las alcantarillas, los Huecos del primer nivel o las criaturas más sanguinarias y perversas del mundo pueden aniquilarte apenas les des la oportunidad y con eso me refiero a simplemente aparecer en su rango. En Dark Souls el peor error que uno puede cometer es infravalorar a su enemigo, las prisas por llegar a nuestro destino pueden jugarnos momentos muy malos en zonas que creíamos dominadas y es algo que me ha pasado en carne propia, no vieran las risas de perder mis 30,000 almas por caer por una saliente en el Burgo de los No Muertos de mierda gracias a un hijo de puta que ataca con una pinche espada que no vale verga aun teniendo un traje bendecido por la misma virgen con un 900% de aguante a todo…menos a empujones.


La variedad de enemigos está más que servida, cada zona tiene su particular y letal fauna con patrones en ocasiones muy complejos de aprender, siendo necesaria la experiencia que deja innumerables muertes y para más emoción agregarle a los enemigos especiales, esos que si mueren una vez ya la chingaste pues no reviven como el resto al guardar partida en las hogueras que aprovechando esto decir que son nuestras bases, por decirlo de alguna manera, donde gestionamos las almas y demás elementos como la caja para almacenar cosas, el aprendizaje de magia o repara/modificar el equipo.


En Dark Souls algo me queda muy claro y es que la monotonía no existe en ningún sentido, todo combate se torna tenso y por ejemplo, combate entablado con un caballero negro sea cual sea su tipo de ataque es una batalla de vida o muerte entre dos contrincantes que de verdad desean ver destruido a su adversario. Atacar a lo imbécil es algo poco efectivo, nuestra estamina para realizar ataques y defendernos es limitada y al agotarse quedamos sumamente expuestos, cada combate debe de abordarse con calma y teniendo en cuenta todo lo que el enemigo hace y la posición en la que está, no es por exagerar pero son muchos los elementos a tener en cuenta pues a veces simplemente pasamos de un combate por no tener espacio para maniobrar o por una combinación nada favorecedora de armadura, arma y entorno en comparación a nuestro rival.


Los jefes finales son canela de la fina, tienen ataques a rabiar, muchos te los marcan cuando se les sale de la punta del miembro sin previa señal. Remarco de nuevo lo de la variedad en cuanto a diseño como a forma de lidiar con ellos, de rápidos con vida escasa a verdaderas montañas de terror lentas como ellas solas, de criaturas con ataques a distancias, aquellos que afectan el entorno llenándolo de lava, no faltan cabrones con movimientos de muerte instantánea y como chingados no… hasta tenemos un combate doble.


De todos los elementos añadidos a la mecánica que vuelven el juego complicado  podíamos hablar durante mucho tiempo –escribir si se refiere a este medio- desde estados/maleficios que te cortan las putas pelotas, la ausencia de mapa alguno, obligando a hacer uno de forma mental y aprendiendo los atajos y conexiones entre todas las zonas para aprovechar al máximo nuestro paso, tampoco podemos dejar atrás el propio entorno, las trampas ocultas, el accionar de algunos mecanismos de forma inesperada, los cofres que te comen o la presencia de enemigos ridículamente poderosos en habitaciones donde entramos tan tranquilos.



Muchas personas conocedores de esto de los videojuegos he leído, sobre todo para saber su opinión respecto a Dark Souls y pues nada, les encanta, se destaca el hecho de ser un juego donde es casi obligatorio tener que pasarlo solo, conociendo lo más mínimo y tal, evitando leer sobre el y descubriendo, sufriendo y saboreando todo momento de forma intensa sin saber cómo resolver previamente algo…pues una puta mierda con todo eso. Dark Souls es perfectamente “disfrutable” aun sabiendo cosas especiales a base de foros, tips y consejos, inclusive parte de la gracia del juego es verter nuestra experiencia como una especie de comunidad, nutriéndonos de nuevas posibilidades y descubriendo muchas cosas que seguramente pasamos por alto pero otros no, realmente creo que es perfectamente válido jugar Dark Souls bien armado de datos como no sabiendo una madre, en ningún momento detenerme a leer algo mermó mi experiencia en este título y venga…se presta perfecto para eso.


Aquí vamos a morir y mucho pero se ha sabido manejar muy bien esta cuestión siendo la gran mayoría de las veces errores cometidos por uno mismo lo que nos lleva a morir en lugar de una IA tramposa, esto no significa que esté exenta de jaladas pues algunas trampas están jodidamente escondidas y no se dan indicios de su existencia… esto conlleva a una muerte definitiva y casi irremediable la primera vez que nos topamos con ella.


El lugar donde se desarrolla todo está de poca madre en cuanto a diseño, lleno de salas ocultas y atajos no existe ninguna queja en este aspecto, todo lo contrario, la verdad es muy gratificante ver cómo va uniendo todas las zonas, siendo capaz de recorrer en pocos minutos lo que antes costaba tres cojones, aun siendo difícil de ver en un principio la zona central de todo es el santuario de fuego, lugar donde se conectan algunas zonas que dan paso a otras más y estas a otras… al final y después de una exploración a fondo logramos conectar todo con esta principal y vamos, tengo que admitir que es de los juegos con mejores diseños de niveles que haya experimentado –ahí, conviviendo con Doom, Mario 64 y Rayman Origins-



El diseño gráfico solo puede llevarse elogios en su apartado artístico. La verdad nunca he sido fanático de la estética medieval que impregnan títulos de características artísticas similares, pero la forma tan oscura y cruda con la que se presenta Dark Souls no hace más que enamorarme. Tenemos de todo señores, desde el primer momento ya nos ponen un entorno agobiante con la prisión lleno de pasillos oscuros pero también con zonas a la luz del día, podemos presenciar la zona destruida de Nuevo Londo totalmente inundada y oscura, las asfixiantes catacumbas con sus despeñaderos pronunciados, la ciudad infestada y su deplorable estado o la impresionante vista del atardecer en Anor Londo, todas estas son escenas que simplemente se quedan grabadas.


Por difícil que parezca la ambientación de Dark Souls logra mantenerme tenso en todo momento y es que los efectos de oscuridad y detalles están muy bien logrados.


El diseño de personajes y enemigos es fantástico y algunas criaturas realmente dotan de epicidad el juego con esos dragones y demonios del tamaño de un edificio. En ningún momento podemos hablar de reciclado si comparamos entre zonas los diversos enemigos y desde los caballeros de bajo rango a los temibles caballeros negros, pasando por los arboles andantes o los esqueletos se nota muchísimo el mimo.


La banda sonora está compuesta por temas orquestados y cánticos pero solo suenan a la hora de enfrentarnos contra un jefe, la verdad pasan muy desapercibidos aun con una excelente calidad pues con lo duro que son los combates  se exige muchísima concentración.


Al principio de esta entrada comenté que no había terminado aún Dark Souls pero pienso hacerlo y de forma solitaria, podría comenzar a escribir todas las desdichas que me ha traído este juego, son realmente abundantes y por más mierdas que se ha puesto la situación me las he buscado yo solito, sin embargo me niego a expandir el grueso de esta entrada, la más larga que he hecho en estos últimos meses y me las guardo para unos día más adelante. Pido una disculpa por no mencionar nada respecto al juego cooperativo, pero no lo he tan siquiera tocado así que solo he plasmado aquí la experiencia meramente de un jugador.



Recomiendo muchísimo Dark Souls, no lo considero un juego perfecto, ni tan siquiera uno de mis juegos favoritos de toda la historia pero no puedo negar lo bueno que es, un giro brutal en lo que a juegos de rol se refiere donde se prima muchísimo el aprendizaje y crecimiento como jugador en lugar de usar un farmeo insano hasta dejar a los jefes como auténticas nenas –Xenoblade es el más claro ejemplo-. La duración la ignoro aun, llevo más de 40 horas acumuladas y no he completado tan siquiera una partida, pero por lo leído es ampliamente retomable.


TOTAL: 10



Por hoy es todo lo que tengo preparado, en los siguientes días tendré otra entrada respecto a Dark Souls preparada y a esa se le vienen entradas habituales como las reseñas sobre anime y chorradas nuevas en plan post musicales, saludos a todos.

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