sábado, 25 de julio de 2015

Reseña N64: Star Fox 64




Escarbando de nuevo en mi antiguo espacio de Gamefilia me encontré con varias reseñas que ahora merecen mejor trato. El escrito original data de julio del 2011 y viendo todo desde un comprensible punto retrospectivo… es una puta mierda, sinceramente… de por sí algunos de mis actuales textos los considero una mierda ni hablar de ese. Las imágenes han sido corrompidas, redundancias aun más escandalosas y un sistema de puntuación poco acorde a mi actual filosofía a la hora de calificar. En fin.

Ver esa cosa me ha provocado un mono tremendo para volver a pasarme el Star Fox 64 en emulador y madre mía, realmente lo necesitaba. Han sido 2 días en los que por las noches –que se joda la diversión nocturna veraniega por ahora- le he estado dando muy duro a tal punto que, en una sola pasada, lo completé 3 veces; que tampoco es tan descabellado de imaginar pues cada vuelta dura entre 40 minutos cuando mucho, pero ese tiempo tiene momentos espectaculares y vibrantes, algunas escenas son de lo mejor que ha parido Nintendo en toda su puta existencia. Título originalmente pensado como una secuela del original de SNES para esta la Nintendo 64 se agenció uno de los mejores juegos de acción y disparos que enamoró a un sinfín de jugadores… tanto, que no me extraña que las entregas posteriores no dejaran tan satisfechos a los fans.


Lanzado para la consola de Nintendo en 1997 Star Fox 64 nos narra las aventuras de un grupo de mercenarios encargado de derrotar a Andross, un científico malvado desterrado de su planeta natal Corneria hasta lo más recóndito del sistema Lilat, el planeta Venom. Después de un tiempo se detectan extraños sucesos en Venom y los altos mandos de Corneria deciden contratar al equipo original de Star Fox, compuesto por James, Peppi y Pigma. Llegando a su destino se arma un desmadre, Pigma traiciona a sus dos compañeros y estos son atrapados por Andross, por alguna razón Peppi logra escapar, avisarle a todo el mundo lo que está pasando y formar un nuevo escuadrón con Fox, el hijo de James, como el líder… y Andross le declara la guerra a Corneria mandando todas sus tropas a hacer mucha pupa.

 

Esto nos sirve como introducción pues el juego arranca de verdad cuando Fox y compañía acuden al rescate de Corneria que está en un asedio insoportable por las tropas enemigas, dependiendo de nuestro actuar en las diversas misiones el camino a recorrer puede llegar a ser muy distinto, lo que conlleva a cambios sustanciales en algunos fragmentos de la historia como la aparición de algún personaje extra con relación a algunos de los protagonistas o el choque entre otro grupo de mercenarios al mando de Andross, Star Wolf, que vienen a ser la antítesis de todo lo que nuestro grupo de héroes significa, naturalmente. 

A partir de la introducción y cinemática de apertura no volveremos a toparnos con una de estas hasta el final del juego, todo se desarrolla de la misma manera: antes de cada misión el general nos informa brevemente del lugar y nos ponemos en marcha. Lo vital aquí es la comunicación con nuestro equipo, totalmente dinámica mientras la acción transcurre y de esta forma podemos ir conociéndolos mejor o recibir consejos para mejorar nuestro desempeño en la gran cantidad de situaciones diferentes que tenemos que atravesar.

Los personajes resulta muy típicos pero son agradables todos… menos Slippy, el cabrón es un puto inútil que pasa más tiempo siendo acribillado por cualquier madre sin poder hace algo al respecto y tiene una puta voz que me taladra el cerebro; sigamos. Existen grandes diferencias entre sus miembros para mostrar un equipo de lo más variopinto, que constantemente sueltan algunas frases acorde a ellos y con varias pullas entre colegas; estas nunca pueden faltar en un equipo sin importar si es para un proyecto escolar, un partido de futbol en el barrio o para salvar a todo un jodido sistema de planetas de las garras de un puto científico loco que desprecia la vida al mando de una cantidad impactante de unidades activas, robots o armas biológicas… venga.

 

El juego nos muestra varias facetas a lo largo de lo que dura la campaña, pero lo más usual es avanzar de manera automática hacia adelante mientras nosotros nos dignamos a disparar a todo enemigo, algo nada complicado de aprender que resulta en un puto vicio. Igual que en un título de disparos sobre rieles no nos tendremos que preocupar por perdernos, nuestra tarea queda relegada a utiliza la palanca de movimiento para desplazarnos por la pantalla esquivando a todo Dios y repartiendo candela. En teoría, gracias a este estilo de juego, podríamos terminar muchos niveles sin apenas matar enemigos pues la destrucción de estos no determina el seguir avanzando por el escenario… pero no es para nada recomendable, en primer lugar por ser el motivo de principal de jugarlo y sería bastante…raro concederlo de otro modo; en segundo porque muchas situaciones suceden solo si destruimos objetos o enemigos especiales además de estar relacionado enormemente con la posibilidad de tomar caminos alternativos.

El control de la nave es delicioso y me agarró por sorpresa que utilizara el eje Y de manera invertida, lógicamente así es como en realidad se manejaría el Arwing –la nave que conducimos- pero estoy tan acostumbrado a que en los juegos inclinar hacia arriba mande el puntero a esa dirección que me pareció un poco extraño en un principio… claro, tampoco tengo problemas respecto a esta decisión y la cosa se maneja de las mil maravillas, el eje X no cuenta con esta inversión. El Arwing se siente muy suave, no genera ninguna dificultad y los controles son muy intuitivos. Pero claro, yo lo juego con un mando de Xbox 360 y la cosa está un poco rara: en el mando de Nintnedo 64  los botones que hacen la función de control de cámara aquí sirven para acelerar, frenar y activar el comunicador, además, no se utiliza el gatillo izquierdo para hacer girar la nave a la izquierda… se utiliza el botón Z, el que está al centro en la parte trasera del control.

Aun así con todas las peripecias a la hora de configurar el mando mi experiencia fue muy grata. Los movimientos que puede hacer el Arwing no son tan abundantes pero son jodidamente útiles. Contamos con dos tipos de disparo, el normal donde al pulsar repetidamente expulsamos los láseres y uno cargado que puede seguir un objetivo en movimiento, también tenemos bombas que hace mierda todo a su paso y despejan el camino. Como movimientos defensivos podemos dar una vuelta completa para librarnos de nuestros perseguidores en caso de atacarnos por la espalda o girar sobre nuestro propio eje para repeler los disparos enemigos…no tiene puta lógica evitar daño girando como trompo ¿Pero qué diablos?

 

Los enemigos que no se limitan a ser simples navecitas surcando el espacio, pues tenemos desde robots, misiles teledirigíos, armas terrestres, mechas y criaturas mutantes; no son el único peligro, no basta con ponerse a girar como imbécil y disparara a lo estúpido: los niveles están repletos de obstáculos que en ocasiones pueden costar un huevo sortear, haciéndonos daño que puede reflejarse en el estado de la nave al romperse una o ambas alas, esto afecta el control pues la estabilidad se pierde por completo y somos obligados a rectificar el curso hasta repararlas al finalizar el nivel o al encontrar un ítem para reponerlas de inmediato.

El Arwing no es el único vehículo que manejaremos, a estos se les une el mítico Landmaster y el Blue-Marine. El primero es un tanque que hace aparición en 2 niveles y tiene un control bastante duro y tosco, de todo el juego es lo que menos me gusta y aun así los niveles son muy divertidos con situaciones épicas. El Blue-Marine hace acto de presencia en un nivel pero está muy chingón, su manejo es más lento y tiende a responder con cierta latencia a la hora de cambiar a la dirección opuesta, pero cuenta con torpedos infinitos y el escenario donde se desarrolla es grandioso pues a falta de luz es necesario guiarnos con la mira automática para localizar enemigos o lanzar torpedos para iluminar un poco la situación.

Por último está el modo “All Range”. Aquí podemos manejar el Arwing en todas direcciones en un espacio delimitado pero que es bastante grande, aquí se pone a prueba la pericia con los comandos especiales como dar un giro de 360 grados o hacer una pirueta para cambiar de dirección y librarnos de nuestros enemigos, amén.

 

Como bien mencioné, tomarse Star Fox como un paseo te hará perder mucho contenido. En el mapa podemos ver que en total existen 15 zonas -16 en realidad teniendo en cuenta que Venom, el último nivel, puede cambiar de ser un recorrido guiado a un combate en modo “All Range”; lo interesante es que al final del día pasaremos únicamente por 7 de estas zonas y lo que decide tener elección de tomar una ruta alternativa es el cumplimiento de varios objetivos secundarios. Eliminar a cierta cantidad de enemigos, cruzar una serie de portales mágicos, salvar a tus compañeros o no y destruir a tiempo algún objetivo define el siguiente lugar a avanzar.  Lo interesante es que ninguno desmerece del anterior y todas las zonas presentan momentazos dignos de mención.

 

Me ha encantado la espectacularidad con la que se desarrolla el juego, al principio libramos a una ciudad de las tropas enemigas y más adelante estamos involucrados en una batalla masiva entre una nave nodriza escoltada por incontables elementos junto a decenas de aliados; la acción apenas empieza pues al rato estamos en la superficie de la estrella del sistema peleando con una criatura incandescente, nos marchamos a una desesperada defensa contra misiles que quieren destruir nuestra nave base, vamos al rescate de un compañero, nos enfrentamos contra nuestros némesis o ,por si fuera poco, cruzamos la zona de defensa final del villano lleno de gigantes naves, escudos, misiles y demás mierda que quiere hacernos pedazos en uno de las mejores secciones creadas para un videojuego… madre de Dios.

Estamos ante un título altamente rejugable, a muchos les rompió el corazón ver que en menos de la hora de empezar a jugar esto había terminado, pero no joder, no, completar el resto de plantas y zonas de combate, lograr romper puntuaciones y conseguir la medalla de oro solo posible si eliminamos a la inmensa mayoría de enemigos a la par de mantener activos a nuestros tres compañeros, desbloquear con esto el modo difícil y darle caña al multijugador que aun siendo básico divierte bastante con otros tres compañeros nos llevará su tiempo, los niveles son muy dinámicos, lo llevo jugando desde que tenía 5 años en casa de mi abuela hasta los 11 cuando por alguna razón la consola dejó de funcionar para la tristeza de todos los primos, a los 16 lo retomé y ahora con 20 recién cumplidos vuelvo a él, disfrutándolo al igual que siempre, gozando con todo nivel de la misma forma que cuando era un jodido chiquillo de preescolar y esperaba con ansia la hora de la salida para marchar a la casa de los abuelos donde todos nos reuníamos a jugar como Dios manda… pfff, por estas cosas me encantan los videojuegos.

 

Lógicamente en lo técnico ha envejecido, pero se nota el mimo extremo de parte de Nintendo a esta obra. Los escenarios cuando la acción transcurre en algún planeta se notan algo vacios, otra cosa es en el espacio, donde el diseño de niveles alcanza la maestría con estructuras, naves y desechos por todas partes al punto de estar siempre alerta, sin un momento de descanso al aproximarse continuamente nuevos elementos a nuestra posición –en realidad el que se acerca es el Arwing pero se entiende-. La variedad está servida y visitaremos un campo de meteoritos, una base cubierta de nieve, un mar tóxico, la puta estrella del sistema, un planeta desértico o un entorno acuático, todos con elementos característicos.

Las naves son las protagonistas indiscutibles del juego, su diseño es grandioso y en cuanto a texturas no están nada mal, sobre todo destaco que el daño recibido se ve reflejado en forma de descomposturas , observando averías que causan cortes eléctricos en toda la nave y si recibimos un buen tortazo la nave lo refleja con las alas rotas. Los enemigos tampoco se quedan atrás, el diseño es menos inspirado pero la variedad es bastante extensa, muchas criaturas o elementos hostiles aparecen exclusivamente en algunos niveles, en el nivel marino por ejemplo: vemos almejas, peces gigantes, serpientes y calamares, en una zona de batalla aparecen mechas con forma de gorilas y así en el resto. Los jefes también tienen un diseño muy resultón, pero el jefe final se lleva las palmas, el cabrón es imponente, enorme… de pequeño me dejó impactado y las manos me sudaban al hacerle frente.

 

Demás efectos como los láseres, las explosiones, el oleaje de los mares y las ráfagas que causamos al ir a alta velocidad en los planetas… mientras que en el espacio han tenido el cuidado de quitarlas por completo por razones lógicas son algunos de los puntos que hacen a uno percatarse de estar ante un juego cuidado en todo aspecto. La cantidad de elementos en pantalla no reciente para nada la estabilidad del juego, en no pocas ocasiones se junta una cantidad de explosiones y naves que no es ni medio normal y el juego sigue yendo como la seda, en pocas ocasiones noté un bajón y puede ser que el mismo emulador sufriera algún lapsus momentáneo.

La banda sonora es otro pinche rollo, me encanta, tiene una presencia brutal y logra crear un ambiente perfecto. Dentro de todas las piezas musicales existen unas que destaco por encima de las otras, incluyendo la fanfarria mítica de las secuencias finales, el tema mientras surcamos la base de Andross o cuando Star Wolf aparece para molestarnos.

 

El juego lo recomiendo muchísimo, es de mis favoritos desde hace tantísimo tiempo, lo es inclusive desde antes de entrar de manera serie a este mundillo, a ver si pronto voy soltando mis primeras anécdotas sobre videojuegos que datan de hace 14 años y un poco más… en la época donde quería mi propia GameCube pero al mismo tiempo estaba puesto con otras chorradas típicas de niños. Como decía, clásico atemporal y obligado para todo aquel que quiera adentrarse en el catálogo de esta consola, a ver si con el pasar de los días vamos sacando más sobre este pedazo de máquina.

TOTAL: 9

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