domingo, 10 de agosto de 2014

Reseña GBA: Astro Boy: Omega Factor


Hace varios días mencioné que jugaría cualquier título de GBA –se siguen aceptando propuestas hijos de la chingada- siendo el primero y único de recomendado el Astro boy: Omega Factor, siendo uno tan cortito, de género Arcade donde te agarras a putazos con todo ente pululante además de tener como protagonista a un Robot en calzones era imposible no ponerme enseguida con él. Antes que nada agradecer a Rokuso por recomendar tremendo juegazo, lo he disfrutado mucho a la par de cagarme en la puta madre en alguna que otra ocasión.


La historia en torno a las 7 fases que dura el juego, más una secreta, es sobre los continuos roces que existen entre humanos y robots. Astro boy es uno de los muchos robots que se comportan de forma casi idéntica a las personas, aparte de esto descubre todo un arsenal mortal para hacer el desmadre que él quiera, pero como es el bueno de la historia todo ese potencial destructivo lo usará para proteger a toda la banda, además de guardar recuerdo de todas las personas que vaya conociendo pues la trama se va desarrollando gracias a estos.

En fin, Astro boy: Omega Factor es un juego del género Beat´em up o lo que viene siendo lo mismo un título en el cual tenemos que destruir a base de nuestras habilidades a todo ser en pantalla sin preguntarnos nada combinado con Shump, o sea ir volando como moscas disparándole también a todo dios. Es tremenda la agilidad que el juego ofrece y esto se ve tanto en el ritmo como en la sencilla pero muy completa mecánica de juego, el abanico de movimientos disponibles es bastante amplio, sobre todo para ser de GBA, con un Astro boy que puede golpear, dar patadas o atacar con disparos laser o balas convencionales; todo esto último nos permite encadenar combos muy vistosos sin despeinarnos. A las grandes habilidades para el combate se suman los propulsores para dar dobles saltos o cambiar de dirección en forma inmediata y dos ataques especiales bien cabrones que consumen una barra como las típicas de magia en otros juegos, estas son acumulables hasta 5 y si se nos sale de los huevos podemos gastarnos todas contra los jefes para que no duren ni 2 minutos.

A pesar de ser un juego con un manejo muy sencillo pudiéndose dominar en los primeros compases y resultando ser gloria bendita con un mando de Xbox 360 terminarlo no es nada sencillo, al contrario. Es un título bastante desafiante con obstáculos de todo tipo, la primera fase es un mero calentamiento donde prácticamente nos violamos a todos los Axem Rangers que nos encontramos… ¡No nada! ¿Cómo que esos no son los Axem Rangers, si son igualitos?




Da igual. A lo que quiero llegar es que el juego desde tempranito se pone muy bravo a pesar que como juego portátil tiene muchos elementos asequibles como puntos de control a lo largo del nivel para retomar la partida si abandonamos y continuaciones infinitas que impidan iniciar desde el principio. La velocidad con la que el juego se mueve es trepidante, llegándose a resentir bien gacho cuando la pantalla se llena de mierda. Si el juego es complicado es por la enorme cantidad de enemigos que tenemos que aniquilar, sobre todo unos enormes que nos cuadriplican de tamaño a veces que de solo un golpe te dejan embarrado contra el piso, obligándonos a repetir desde el último punto de control, que no es precisamente poco. La dificultad que durante los niveles podemos llegar a sufrir no se compara contra los jefes de estos, unas bestias colosales que te revientan con la mirada y que al contrario del pequeño robot en calzoncillos aguantan un chingo de daño.

Obviamente no me voy a quejar como nena, pues esto no hace más que enaltecer el espíritu tremendamente Arcade de la propuesta y dado a que tienen un patrón de ataque marcado, que no escaso, es cuestión de tiempo para aprender cómo enfrentarnos contra ellos.

Otra cosa muy destacable es la variedad de las fases, no es que un juego donde reina la repartición de ostias como en día de primera comunión deba de preocuparse si es tan corto como el reseñado hoy, pero se agradece ofrecernos varias mecánicas y bien pulidas para precisamente darle variedad a todo el rollo. Existe una buena cantidad de fases donde en lugar de pelear directamente nos enfrascaremos en las ya mencionadas Shumps, donde gracias al rayo de Astroboy podemos hacerle frente a las hordas de robots enemigos que no querrán ver nuestra misión cumplida.  Ahora bien, la parte Beat´em up tampoco cae en solo dejar a nuestro protagonista avanzando por pasillos mientras contribuye a la chatarrización sino que, aunque sea un poco, los niveles cuentan con sus particularidades como lo es enfrentarse a los malos en cero gravedad donde los saltos tienen que estar muy calculados pues nos elevaremos un putero o con secciones de plataformas y obstáculos.


El juego no es precisamente largo, pero tiene un gran componente re-jugable, verán, Astroboy cuenta con el dichoso factor omega, este consiste en ir desbloqueando una especie de nodos para subir la potencia de nuestras habilidades y vitalidad conforme entable alguna relación con alguna persona, en otras palabras cada vez que nuestro protagonista se ponga a cotorrear con alguien podrá volverse más poderoso.  Algunos personajes, para este fin, los encontraremos a huevo mientras otros están ocultos ¿Cómo se descubren? Ni puta idea, yo supongo que algunos aparecen volviendo a pasarse el juego con los sensores a tope mientras algunos, como yo hice- se encuentran disparando a lo estúpido y apareciendo por mera casualidad.

La primera partida dura aproximadamente 5 horas, no es un título muy largo como verán pero es endiabladamente divertido a tal punto de que dado a ser uno de los grandes dentro de su género portátil entra de lleno al Top de lo mejor que he pasado en el 2014, ademas de que para lograr el 100%, acceder al capítulo 8, tendrás que cumplir una serie de requisitos como tener al máximo los sensores…menudos hijos de puta con esto.

Los gráficos son de lo mejor que se puede encontrar en una GBA, los  diseños de todos son muy simpáticos hasta el de los enemigos…que dan unas ganas enormes de abrazarlos y llevarlos a casa, pero se repiten hasta el infinito, pero como vienen en muchos colores siguen siendo la riata, hasta que aparece un puto Axem Ranger de tamaño triple desentonando bien cabrón con el resto pues solo se ha puesto a escala más grande enseñando todo el píxel de forma descarada.


No hay ningún fallo, solo el bajón que más arriba les he comentado, todo se mueve de forma fluida, los efectos gráficos son muy resultones con bolitas de colores y bastoncitos fosforescentes surcando los aires a toda madre, los fondos están muy cuidados y detallados, venga, en todo lo demás está perfecto el bendito juego.

La banda sonora… ¿existe?... yo supongo, la verdad es que pasa muy desapercibida, a pesar de terminar de jugarlo el viernes no recuerdo ninguna melodía, es más 2 segundos después de cerrar el emulador noté que no guardo ningún recuerdo sonoro del juego, será porque el resto es tan increíblemente bueno que opaca la música…o porque esta no es muy buena, a saber.


Me la he pasado bomba con este juego, no es muy largo pero tiene alicientes para pasarlo varias veces, de lo poco que he jugado de GBA lo considero de lo mejor catado ya no solo de la familia de juegos de acción, sino de forma general como uno grande de todo el catálogo, con un control sencillo pero que deja un gusto muy satisfactorio a la hora de romper madres, unos gráficos de estética manga/anime preciosos muy cuidados y claro, la presencia de un robot con pistolas que le salen de las nalgas que va volando por los cielos en calzones; Astro boy : Omega Factor tiene toda mi aprobación para que todo el mundo lo juegue.

TOTAL: 9

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