sábado, 30 de agosto de 2014

Reseña GBA: Medal of Honor: Infiltrator



Saludos banda a mi primera entrada después de una semana de universidad que a todos seguramente les vale verga así que comenzamos las chorradas. Si, la semana pasada prometí que el anime regresaría en condiciones y a varios días de dar esa noticia no ha pasado nada relacionado con el mundillo, esto se debe a que estoy viendo varias series de forma simultánea incluyendo una en emisión, no me cuesta mucho saltar de serie en serie pero obvio que esto vuelve las cosas más lentas y pues mientras nos quemamos los ojos en libros, archivos electrónicos y en un puñado de trazos en video rompiéndose la madre les traigo la reseña de uno de los últimos juegos completados.

Estoy tratando de hacer una entrada completa en menos de 30 minutos a las 3 de la mañana… a ver qué puta mierda sale.

Medal of Honor es un nombre que me trae nulos recuerdos, venga, la saga no la he jugado fuera del título de GBA y no pienso hacerlo a corto plazo… si, me han dicho que los disponibles para la PSX están muy divertidos pero en estos momentos los videojuegos no son una prioridad –hablando en el ámbito de los pasatiempos- ahora bien, el juego presentado resultó ser una agradable sorpresa y superó las expectativas, tanto así que se ha convertido en uno de mis títulos de acción favoritos para esta portátil... tampoco es que tenga más de 10 juegos catados en GBA pero eso no es el punto hoy, el punto es lo chingón del juego, o sea prácticamente todo.

Siendo un título para una consola “menor” en comparación con el resto de plataformas se decidió dar un enfoque muy distinto al típico juego de disparos en primera persona; este cambio brutal en la mecánica se debe más a tratar de ofrecer una experiencia distinta pero muy completa y satisfactoria en lugar de sacar un producto descuidado con la mera intención de succionar dinero con versiones muy inferiores a lo disponible en sobremesa, digo, se que existen algunos juegos de disparos en primera persona en GBA como Doom y… pues…Doom, pero dudo que se pudiera lograr un título igual de redondo en comparación al producto final, nos dejamos del relleno y comenzamos la reseña ya.



Siendo un juego ambientado en todo este conflicto no tiene nada nuevo en lo respectivo a la historia, básicamente somos un soldado aliado que se enfrenta a los nazis en una buena variedad de misiones para cumplir diversos objetivos como destruir armamento, llegar a una zona determinada o eliminar objetivos clave.


Este juego de acción bélica recuerda mucho a títulos clásicos de disparos disponibles en recreativas y algunos como Ikari Warriors disponibles en la NES, de hecho la bases es idéntica. Medal of Honor: Infiltration nos muestra todo el desmadre de la Segunda Guerra Mundial desde una vista isométrica  con un esquema de control muy sencillo y perfectamente adaptado a la poca cantidad de botones disponibles en la portátil.

Medal of Honor es un título muy sencillo de manejar como lo mencioné anteriormente, pero en un principio puede resistirse un poco por el uso del gatillo izquierdo; verán, al tener solo una cruceta en la portátil tanto el movimiento del personaje como el apuntado hacia algún objetivo se hace con este, resultando engorroso y desesperante matar a una cantidad grande de soldados pues para enemigos dispuestos en los laterales o simplemente para apuntar a una dirección tenemos que meternos en el campo de tiro enemigo. Para no complicarnos tanto la vida el gatillo izquierdo nos ayuda a aguantar la dirección de tiro con la libertad de movernos sin que esta cambie, como bien dije al principio puede costar su trabajo en especial para disparar en diagonal pero nada que con un poco de tiempo se arregle.

A pesar de ser un juego que se presta bien para los disparos a lo pendejo con un montón de enemigos saliendo por todos lados el título le hace honor a su nombre, es más sencillo completar nuestra misión si decidimos avanzar tranquilos y tratando de evitar la atención pues los disparos enemigos quitan una barbaridad de vida y acabar con un buen puñado requiere salir de la cobertura si o si, vamos que un buen tiro nos vamos a llevar seguramente. Jugar de forma sigilosa no es algo realmente difícil, los enemigos no están tan ciegos como un topo pero el patrón de movimiento es el mismo todo el tiempo y se resume en ir de un lado a otro en línea recta; si llegamos desde atrás podemos ejecutarlos de forma silenciosa aunque se necesita estar pegados a ellos pues de lo contrario accionaremos nuestra pistola y se armará la puta gorda.

Suele pasar que por un descuido llamamos la atención y todo nazi viene por nosotros, aquí el juego se complica dado a que los soldados en el campo de batalla son apoyados con refuerzos que llegan de inmediato. Ambas formas de jugar son muy divertidas en realidad, usar objetos y entrar a casa para desaparecer de la visión enemiga está bien aprovechado a pesar de no tener una complejidad abrumadora.


Las armas a nuestra disposición están bien diferenciadas entre sí, el único problema es que cada una viene con algún tipo de explosivo o granada sin poder cambiarla. Bueno, tenemos una pistola que vale pito si no fuera por estar acompañada con una bazuca y otras armas como un fusil y una ametralladora con la diferencia de que una dispara con ráfagas, por último tenemos el rifle de precisión, que mata de un solo tiro y alcanza la máxima distancia. Algo curioso es que las balas pueden llegar a acabarse si nos ponemos locos, a mi mismo me ha tocado vivir misiones donde he avanzado mucho con apenas munición y muriendo irremediablemente por falta de esta, aquí otro punto para optar por ser silencioso, los enemigos tragan mucha munición y en cuestión de nada uno se puede ver desprotegido.

Las misiones cuentan con variedad y se agradece mucho, no estamos ante un título excesivamente largo pero se pudo fastidiar si recurriéramos a las mismas acciones para pasar el juego; desde llegar a un punto del mapa pasamos por misiones de sabotaje y recolección de documentos ocultos donde volamos por los aires recursos enemigos, eliminar a un alto mando nazi, matar a todo el personal de una base y unas geniales huidas en vehículos o donde se nos obliga a mantener la posición desde una perspectiva de primera persona. Estas últimas rifan un puto huevo a pesar de durar escasos minutos y dotan de un toque muy fresco al juego, no tiene mucho chiste, tan solo disparamos a enemigos, aviones y  tanques a través de nuestra mirilla donde la pasamos realmente putas en los últimos niveles de estos.

El juego en términos generales es difícil, contamos con dos vidas que al perderlas todas nos obliga a reiniciar la misión pero esto no se pone grueso hasta llegar a el último tercio del juego, donde ya vale madre si eres una sombra, te lanzarán a hordas de enemigos bien armados con pocos botiquines disponibles, esto conlleva a patadas en los huevos pues se esperan hasta el último momento ya con salud y munición mermada para atacarte no solo con soldados comunes, no señor, tanques y pesados con explosivos pondrán toda la atención en nuestro protagonista.


El juego no es muy largo pero al resultar tan desafiante podemos extendernos unas horas más, yo diría que entre 5 y 10 hora dependiendo de lo hábil que seas y como decidas pasarte el tiempo, matando a lo estúpido o evitando toda confrontación directa posible.
Los gráficos del juego son muy simpáticos y agradables, si, estamos hablando de una obra ambientada en la salvaje y cruda Segunda Guerra Mundial, toda esa violencia se refleja fielmente con soldados muriendo en algunas secciones pero dado el tono caricaturesco se apalea bastante… que no deja de ser violento claro.

Es inclusive cómico como al lanzar una granada o hacer explotar algún barril los soldados son catapultados por los aires mientras giran sobre su propio eje. Los modelados son muy buenos contando con el tamaño justo para la portátil, en emulador esto se ve jodidamente bien, inclusive se han molestado en las vestimentas de los nazis dependiendo del rango.

Los escenarios se ven muy chulos, coloridos y detallistas: Campos de batalla en bosque o playa son igual de detallados en comparación al resto como pueblos, campos de cultivo y bases o bunkers enemigos, tanto así que las estructuras y demás elementos se muestran de forma decadente gracias a la guerra.

No he notado ralentizaciones y eso que las explosiones llegan a abundar, ni se diga los disparos representados como bastoncitos de luces parpadeantes, las animaciones tanto del personaje controlable como del resto es amplia, me ha gustado también algunos efectos puntuales pero buen hechos como las sombras de los bombarderos antes de dejar caer su carga, las escenas en primera persona tampoco desmerecen para nada.

Lo más desapercibido de todo el conjunto es la banda sonora, los gritos de guerra son buenos pero los temas no destacan mucho, si, acompañan muy bien tomando en cuenta el contexto y no esperábamos piezas  de 8-bits pegajosas, es más siendo sincero no esperaba nada del apartado sonoro, el resto es la puta verga y punto.


Medal of Honor: Infiltrator es un juego muy recomendable, tiene ese gustillo a juego retro de recreativa muy coqueto, si tienes oportunidad de catarlo no veo ninguna pega, es un juego nada sencillo pero teniendo emulador se puede apalear el sistema de guardado que te deja sin las vidas perdidas, ergo, con menos intentos en el siguiente nivel.

TOTAL: 9

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