domingo, 24 de agosto de 2014

Reseña PSX: Silent Hill


Silent Hill es una de las mejores experiencias que PSX me ha brindado y hablamos de algo muy reciente, hace escasos días pude terminarlo y las impresiones finales no pueden ser mejores, en la época donde Resident Evil era el estandarte de los Survival Horror la obra de Konami no llegó para competir directamente con la saga de Capcom sino para brindarnos la cara de la otra moneda, una forma diametralmente diferente de brindarnos experiencias aterradoras y mantenernos en una continua tensión.

En uno de estos días trataré estos dos juegos en una sola entrada, claro, aclarando que no puede ser comparativa pues sería estúpido de mi parte intentarlo siento tan diferentes pero a la par son verdaderas obras maestras, pero cierro aquí todo rastro de Resident Evil que nos alejamos del motivo de esta entrada.

Silent Hill no ha envejecido si nos enfocamos a las sensaciones que uno como jugador experimenta, el mundo visceral, oxidado y demencial del pequeño pueblo sigue logrando transmitir íntegro la agobiante desesperación de un entorno insano donde la música, el apartado artístico y la historia se confabulan para parir un juego atemporal perteneciente al Olimpo de títulos presentes en toda la historia de los videojuegos.

Tengo que serles sincero, hacía muchísimo tiempo que no la pasaba tan mal en un videojuego y esto me sorprende de cierta manera pero comprendo el motivo de esto. Silent Hill juega con tu mente, todos esos sórdidos detalles presentes a lo largo del juego nos bombardean desde el principio y con esto englobo todos los apartados con los que el juego desafía a todo valiente que se atreva a adentrarse en una aventura neblinosa, misteriosa y perturbadora. Este análisis me resulta un poco complicado, no por faltarme palabras para desarrollar la entrada pero si por querer escupir todo aunque sea de forma desordenada lo fascinado que estoy, en serio, cuando menos me había dado cuenta ya estaba mesclando en un mismo párrafo la historia y el apartado sonoro, menudo puto desastre, será mejor comenzar de una vez.



Silent Hill nos narra el descenso de Harry Mason hacia el más brutal de los infiernos. El junto a su pequeña hija se encontraban en viaje por la carretera hacia un pequeño pueblo de cierta afluencia turística llamado Silent Hill, durante el trayecto y a punto de llegar a su destino son sorprendidos por una silueta en medio de la carretera, esta resulta ser una mujer y Harry en su intento de no arrollarla pega el volantazo solo para terminar en un fuerte accidente, al despertar se percata que su hija no está.

Recorriendo las calles neblinosas del pueblo durante un tiempo nota la presencia de una niña que parece escapar de él, debido a la nula visibilidad Harry no reconoce del todo si es o no es su hija pero le vale verga, está segurísimo que es ella y comienza a seguirá hasta un extraño callejón, durante su recorrido no encuentra algo extraño aparte de la densa niebla hasta que se topa con una escena surrealista, los despojos de alguien o algo ya hacen desperdigados por el piso en una intensa mancha de sangre. Harry sigue adentrándose al callejón y nota como la luz ha desaparecido, la pesadilla ha comenzado, siguiendo más y más en ese oscuro lugar se encuentra con una silla de ruedas, una camilla con un bulto cubierto y como postre ante tal surrealista espectáculo se topa de lleno con una persona… o lo que queda de ella colgado de una pared.


Harry es atacado por extrañas criaturas que terminan por matarlo, o eso parece. Nuestro protagonista despierta de su pesadilla en una cafetería y ve como lo acompaña una policía, Harry cuenta su historia y le pregunta a la agente si ha visto a su hija, esta responde de forma negativa.

Es en este punto cuando caemos en la cuenta de la gravedad de la situación, un pueblo vacio y al parecer sumamente peligroso, tanto como para que Harry reciba una pistola de parte de la uniformada antes de seguir con su trabajo dejando al devastado hombre a su suerte… y menuda suerte tiene, no ha tan siquiera salió de nuevo y ya se ve en la obligación de utilizar su arma contra un ser alado de aspecto nauseabundo, Harry acaba de ser abrazado por el pueblo y no piensa soltarlo tan fácil.

Todo lo aquí expuesto con anterioridad pasa en pocos minutos y representa solo el inicio de nuestra travesía. Han pasado muchísimos años desde que el juego salió y en general coincidimos en lo magnífica que resulta la historia de este juego, lleno de simbolismos, mensajes ocultos y en general un rico universo donde lo aparentemente dejado al aire puede adquirir tantísimos significados que la Internet está a rebosar de teorías e interpretaciones. Siendo sinceros no me siento la persona más capaz para contarles profundamente todos los aspectos que hacen a Silent Hill a nivel narrativo uno de los mejores juegos terminados por un servidor, pero nuestra compañera Gerald Durden, dueña de un magnífico blog, nos ha brindado untremendo escrito sobre su propia interpretación con infinidad de detalles.

Claro al igual que ella recomiendo encarecidamente jugar antes y obviamente terminarlo, de igual manera paso de seguir explicando aspectos de la historia y una vez terminado el juego si no lo han hecho ya recomiendo totalmente el link del párrafo de arriba.


Silent Hill es llanamente un Survival Horror con elementos típicos, poca munición, un personaje vulnerable y enemigos muy cabrones tanto en cantidad como en capacidad de hacer daño además de un control no muy bueno, con no muy bueno me refiero a situaciones donde Harry Mason se vuelve estúpidamente incontrolable.

Pero llevemos esto por partes. Harry Mason tiene un control que al principio provoca muy pocos problemas y la mayoría de estos resulta por lo poco acostumbrado a él, si lo comparamos con su rival más directo, Resident Evil, es menos caótico manejarlo y está más depurado, un ejemplo de esto es como Harry al chocar contra una pared se ve obligado a detenerse, esto significa un mayor cuidado a la hora de correr pues estamparse de lleno en un objeto significaría perder valiosos momentos, pero esto mismo evita que el personaje se atore de forma continua.

La cámara de este juego no es fija dado que el entorno está hecho con el mismo motor gráfico del juego, cosa contraria a Resident Evil, y esto permite seguir al personaje durante la mayor parte del tiempo  sin pega alguna. Harry se siente muy vulnerable debido a su torpeza a la hora de hacer prácticamente toda acción, caminar, correr apuntar y ni se diga defenderse con armas contundentes. Esto no es un punto negativo pues teniendo en cuenta el propósito del juego y las características del protagonista al ser una persona normal no pedíamos tampoco un puto Rambo experto en armas.

Harry Mason cuenta con un buen arsenal para defenderse, no llegamos a tener armas brutalmente poderosas en forma de lanzacohetes –por lo menos en la primera partida- pero si contamos tanto de fuego como para el cuerpo a cuerpo. Las armas de fuego se reducen en tres, la pistola predeterminada, una escopeta y el rifle de caza, todas con un comportamiento diferente a la hora de usarlas; con la pistola podemos apuntar y movernos al mismo tiempo, con la escopeta podemos hacer lo mismo pero más lento y con el rifle de casa nos plantamos en el lugar donde apuntamos sin poder movernos, al ser el arma más pesada y con mayor potencia suena lógico que Harry necesite estar quieto para controlarla del todo.


El tema de la munición es engañoso, en un principio llegamos a tener más de 250 balas para la pistola –en dificultad normal- pero si uno se pone a matar a lo pendejo enemigos se da cuenta que precisamente no se puede recorrer las calles de Silent Hill repartiendo amor envuelto en plomo de forma tan despreocupada sobre todo porque los enemigos de fuera son excesivamente rápidos, en comparación a Harry y vienen en grupo para cenárselo.  Otra cosa y es lo que provoca la ilusión de ir sobrados en balas es la desaparición paulatina de munición conforme avanzamos… o a lo mejor soy yo y me ha dado un ataque de estupidez,  sea como sea las cajas con balas se hacen más difíciles de encontrar y ni se diga de las otras dos armas aun más potentes recomendadas para hacer pupa a los jefes o en pasillos repletos de monstruos, con un número muy justito.

El otro tipo de armas son las contundentes, un tubo oxidado, un cuchillo y una hacha pequeña completan el conjunto inicial –después hasta usar katana se puede-. Este tipo de objetos puede ser útil contra enemigos presentes de forma dispersa o para acabar con el último de un grupo, de lo contrario seguramente morirás, dado que enfrentarse contra un enemigo tiene su riesgo escapar de él es inclusive más recomendable... en teoría.

Silent Hill deja bien claro que escapar y evitar cualquier enfrentamiento es la opción más segura para seguir con vida y esto se debe a la torpeza de Harry y que los enemigos son unos hijos de puta. La especialidad de los monstruos no es contar con una vitalidad enorme, sino su cantidad y la capacidad de rodear a nuestro protagonista para una violación grupal.  Queda bien claro que ni de puta broma es bueno enfrentarse a todo Dios en las calles, aquí contamos con los enemigos más rápidos del juego, los perros, los monos y las bestias aladas, todos son unos verdaderos cazadores donde lo más seguro es enfrentarse a 4 o 5 de estos si te crees capaz de chingártelos.  Mientras esto pasa en las frías calles repletas de neblina nos topamos con seres muy diferentes dentro de los inmuebles. 

Dentro y dependiendo del lugar encontramos una inmensa cantidad de monstruos demenciales, para variar, con una enorme facilidad de acorralar y jalar a Harry, en este aspecto son unos putos puercos, si, se ven bien pinches a pesar de ser horrendos tanto los niños asesinos o el personal de salud infectado, pero tienen un rango de alcance bien cabrón y si tenemos en cuenta que los pasillo no son precisamente amplios y en ellos ya hace un nutrido grupo de enemigos tenemos la fórmula perfecta para jodernos vivos, amén a la capacidad de estos de ejecutar ataques en dúo del tipo detener a Harry mientras otro le asesta un buen golpe.


El esquema para avanzar a lo largo de esta odisea se centra mucho en las calles, lugar de acceso a otros lugares aunque la mayor parte del tiempo nos la pasaremos dentro de algún edificio como el hospital, súper mercado o la escuela… sin olvidar otros lugares como los muelles y el faro, el parque de diversiones y las putas alcantarillas. Perderse afuera, en el pueblo, no es tan difícil pero tampoco es una putada de grandes proporciones, muchas calles están cerradas e incluso se nos marca en el mapa hacia donde tenemos que movernos ahora, el principal pegue viene cuando toca salir de ellas.

No es algo que haya mencionado pero es bien sabido el cambio continuo de dimensiones, pues bien esto afecta bárbaro la mecánica de juego pues una vez dentro de este oxidado mundo entra en juego los puzles más complicados, en la otra dimensión, la neutra, existen algunos como encontrar llaves para abrir cerraduras pero por razones argumentativas, la representación del mundo y demás verga  se guardan los más desafiantes en la dimensión diabólica.

Aquí ya hacen algunos de los acertijos más memorables de la saga por ser bastante complicados aun usando cierta lógica pues dado a que muchos son expuestos de forma críptica como los poemas ofreciendo ciertas pistas para seguir avanzando, de esta manera el acertijo del piano se lleva el premio a la retorcida genialidad. No por esto se la recolección de objetos vitales pasa a un segundo plano, al contrario, resultan ser más sencillos si previamente nos hemos recorrido toda la zona en busca de objetos pero como te saltes algo al parecer insignificante o con la apariencia de ser parte del decorado vas a estar dando vueltas sin caer en donde mierdas encuentras la dichosa pelota rosa para tapar el caño.

Aun teniendo muchísimas habitaciones en el mapa gran parte de ellas están cerradas de forma permanente, ya dependiendo la dimensión esto cambia también, provocando rodeos, subidas y bajadas a los diferentes pisos con tal de acceder a alguna sala, esto no vuelve al juego monótono o con la odiosa sensación de regresar a sitios anteriores porque si pues tiene su chiste interconectar las salas para aventajar al tiempo.  Prácticamente todo es un campo de batalla, pasillos, salones, dormitorios, donde menos uno se lo espera puede aparecer el peligro y algo que me ha enamorado es el delicioso hándicap al ir apareciendo más y más enemigos en zonas “seguras” conforme nuestro progreso avanza.

Esto último dicho me sacó de onda en más de una ocasión, verán, Harry cuenta con una radio que produce estática cuando un enemigo está próximo, pues bien la sensación de escuchar como la radio reacciona en un lugar donde no había ni una puta alma hace un minuto es indescriptible, este pequeño aparato de sonido es vital para la detección temprana de enemigos pero así como es una bendición otorga una tensión al saber que se nos viene algo encima.


El juego en normal no es tan sencillo pero tiene sus partes pesadas, en las alcantarillas y ya para la parte final del juego las cosas se complican muchísimo por soltar enemigos a lo estúpido, si, ya dije que el control de Harry es algo complicado pero se juega sin problemas hasta que te obligan a bajar por una puta fosa… y para bajar por esa puta fosa tienes que ingresar por el puto lado correcto mientras un putero de estúpidos perros sin piel y pterodáctilos te muerden las nalgas, la situación se vuelve incontrolable queriendo girar sin detenernos pero en lugar de quedar donde  uno quiere Harry se pasa de largo y a la verga regresar, volvemos a dar vuelta para detenernos y tomarnos unos momentos entre que acomodamos a Harry y lo hacemos andar…mientras los perros y monos demoniacos están sobre nosotros.

El juego no es muy largo si jugamos de forma inteligente, derrotando únicamente a los enemigos encontrados en pasillos de transito continuo y examinando lo que parece importante puede durar entre 8 horas o más si algún acertijo te da guerra….que seguramente lo hará. Aun con una duración nada elevada una vez terminada la primera partida la cosa apenas inicia, sacar los diferentes finales requieren de determinadas acciones que alargan el juego pues necesitamos entrar a sitios donde probablemente ni siquiera sabíamos de su existencia, además de contar con una buena cantidad de armas especiales para convertir a Silent Hill en un patio de recreo haciendo polvo a todo Dios y por si te quedan algunas dudas a nivel de la trama también es recomendado volver a jugarlo.

¿Qué puedo decir de este juego? Pues que tiene merecido ser considerado un juegazo, el mal rollo y angustia provocado por el juego no evitó adentrarme cada vez más en este mundo, aun a pesar de regresar a zonas de forma constante como el Hospital que en lo personal me ponían los pelos de punta no podía parar de jugar, me pasa como mi otro compañero de Zona Delta –aclaro que no me pagan por esto, cabrones-, Trax, es un juego que engancha y ciertamente es de los juegos más pulidos a nivel de diseño, con un muy inteligente avance sin dejarnos totalmente perdidos por ser tan críptico pues las pequeñas pistas nos permiten deducir bien qué hacer si somos algo observadores, aun siendo un plato exquisito que degustar el aura terrorífica nos hace pasar un mal rato y da igual si es la primera o sexta vez.


En cuestiones técnicas no tengo ninguna pega, no sé qué les pasa a varios con los juegos de PSX, cierto es que los polígonos cantan demasiado y en comparación a lo que encontramos ahora en el plano de 3D los gráficos de todos los juegos de la primera consola de Sony parecen pinturas rupestres en alguna cueva, pero el envejecimiento no me hace sangrar los ojos. El diseño del protagonista es curioso y sus animaciones lo hacen parecer un poco afeminado por la forma de correr, sostener armas…y saltar hacia atrás, pero eso son mamadas mías. Los enemigos tienen un buen diseño de forma general, las cosas verdes de las alcantarillas están entre ranas mutantes y vegetales satánicos, mostrando un aspecto descarnado, los jefes finales curiosamente son lo menos impactantes de todos.

Los escenarios se llevan las palmas, claro, al ser entornos íntegros en 3D la calidad de estos se ve mermado con el paso de los años pero artísticamente se mantienen perfectos, sobre todo cuando las cosas se vuelven un desmadre. Lo más llamativo de Silent Hill es el aspecto alternativo de las locaciones cuando la dimensión neutral da paso a la de pesadilla. Cuerpos pegados a las paredes, pisos enrejados que dan visión a un abismo sin fondo, paredes oxidadas y en general una visión de total declive y asquerosa de lo que en otro plano dimensional no deja de ser un lugar sin nada especial.  Esta ambientación queda chingona y ofrece una sensación de opresión tremenda pues moverte por pasillos estrechos ensangrentados o con despojos humanos por doquier es todo menos tranquilizador.


La niebla utilizada en las calles tiene como función principal ocultar las limitaciones de la consola, cosa más notoria en las secciones oxidadas en las mismas calles con partes cargándose de la puta nada, no sé si fue defecto de mi emulador o está así de serie pero es un fenómeno curioso que tampoco me hace llorar como putilla gráfica. No existen ralentizaciones notorias, he jugado la versión PAL con 50 FPS, cosa que me importa una mierda de hecho y en solo una ocasión sufrí un bajón considerable, curiosamente es cuando te acercar al lugar del accidente con el coche rojo estrellado en el enrejado pero de ahí en más todo perfecto y fluido como la seda.

El sonido es espectacular. La banda sonora está cuidada al máximo y predominan piezas de corte industrial con ruidos metálicos, con otros punzantes, agudos o acompañados de rechinidos, muy pocas veces se nos dejará descansar de tan infernales melodías y cuando esto sucede el mero sonido ambiental basta para cagarnos de miedo, portazos, objetos quebrándose y desgarradores gritos. En este apartado también metemos a la radio averiada y su característico sonido de alerta…pero creo yo que no existe nada más macabro que la sirena en partes muy puntuales sonando a todo volumen y envolviendo al pueblo. Las criaturas tienen sonidos característicos y ponen de verdad los pelos de punta.


Silent Hill es un juego muy pesado por su atmósfera, historia y también por su mecánica de juego… se entiende que no todo el mundo aguantará jugarlo, no quiero decir que solamente los más valientes del pueblo  puedan jugar… aunque si todo el mundo se ha puesto a gritar como puta y han apretado los esfínteres con el P.T. no sé ya ni que pensar en realidad ya… pero lo recomiendo a todos,  es un juego en verdad grandioso, terrorífico en el aspecto psicológico con una banda sonora perfecta, unos personajes entrañables, repleto de escenas conmovedoras y mal rolleras, el control, si, ha envejecido lo suyo y cuesta acostumbrarse a él además de atenerse a secciones desesperantes por el mismo pero aun así lo considero un juegazo. Disponible para PSX, PS3 y creo que en Vita no vas a tener problemas en jugarlo…pues también existen emuladores que funcionan perfecto.

TOTAL: 10

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