Hace unos días terminé ZOMBI en su versión de PS4 y de solo recordarlo empiezo a temblar por razones desafortunadas (el port es una putísima mierda), de eso hablaremos más temprano que tarde una vez de por concluido el especial de este mes. Dejando fuera el pésimo trabajo que hicieron al trasladar uno de los exclusivos de WiiU a las consolas de actual generación admito que como Survival Horror está bien apañado y vale perfectamente los 4 dólares que suele costar en las rebajas de las tiendas digitales… joder menudos halagos.
En
ZOMBI encarnamos la piel de un sobreviviente en medio del
apocalipsis, los muertos han empezado a levantarse con ganas de
fresca carne humana y a lo más que aspiramos es a escapar de una
Londres devastada antes de ser devorados. Nuestro viaje nos lleva a
realizar varios encargos a los supervivientes que encontramos con tal
de ganarse sus favores; uno consta de conseguir antibióticos para la
esposa del dueño de una gasolinera a cambio de combustible y este
mandado nos dirige a una guardería.
Durante
el camino al sitio nuestro compañero, que desde un principio nos
dirige desde un radio, se comunica con nosotros para advertirnos de
lo peligroso que investigar el centro educativo; inclusive comenta
que pudo divisar a un grupo grande de personas movilizándose junto
con los niños al interior para resguardarse y que ninguno volvió a
salir, así que estamos advertidos.
Una
vez dentro comprobamos el lamentable estado de las instalaciones,
destrozadas en su totalidad, con paredes y suelo salpicado de
abundante líquido hemático. Para más inri una tétrica nana
empieza a sonar de fondo (lo sé Deja vu del Dead Space 2), a esta se
le unen los cánticos y risas de niños o bebés mal rolleros.
Obviando las características propias del sitio, la guardería ofrece
lo que ya hemos visto con anterioridad, pasillos angostos y oscuros
que nos hacen tensar los músculos al dar la vuelta en cada esquina
esperando la emboscada.
Nuestra
búsqueda logra dar con la caja de antibióticos pero el piso debajo
de nosotros en la sala donde conseguimos la medicina se vence y con
ello caemos hasta aterrizar en el sótano. De improviso nos ataca una
clase de zombi muy inusual pues podría decirse que está dotado de
poderes sobrenaturales. El eléctrico, como se le conoce por algunos
(o sea los que vivimos en mi casa aunque le queda mejor “el
electromagnético” pero no suena tan chido), interfiere en nuestros
aditamentos electrónicos, haciendo que tanto el mapa, la radio y el
escáner sean totalmente inútiles; la única manera de enfrentar
esta situación es ir directamente por el eléctrico y matarlo para
restablecer comunicación y operatividad de nuestro equipo.
Sobre
el papel matar al zombi especial es sencillo pero si vamos pobremente
preparados se vuelve una lucha difícil de sobrellevar. A diferencia
de los otros zombis que necesitan de varios tiros en la cabeza o de
varios golpes bien dados con el palo de criquet para caer, el
eléctrico necesita ser derrotado varias veces para darle muerte
definitiva, además de ser rápido es capaz de teletransportarse; en
la guardería nos toca enfrentarnos a esta amenaza en la oscuridad
total y en un sótano con varias habitaciones, elementos que juegan
en nuestra contra.
El
colofón sucede justo después de derrotar al eléctrico, batalla que
puede ser uno de los momentos más jodidos del juego. Durante el
ascenso a los pisos superiores una horda de zombies invade las
instalaciones y toca correr buscando una salida alternativa pues
abrirse paso hacia la puerta principal es un suicidio; una escalera
de emergencia nos ayuda a escapar del sitio y con los antibióticos
en la mochila va siendo hora de seguir.
La
aparición de este momento se la debe especialmente a la pelea contra
el zombi con poderes, muchos jugadores se toparon con este curioso no
muerto con escasos recursos para enfrentarlo y en supervivencia puede
liarla bien… por no decir que tiene una facilidad pasmosa para
matarnos de un par de golpes al poco nos descuidemos.
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