Si hablamos de Survival Horror Alien: Isolation ha significado para mí uno de los mejores títulos de terror de la última década, además de aprovechar de forma magistral una licencia que ya había demostrado potencial con la entrega para NDS, Alien: Infestation. Este juego que salió en medio de la transición generacional funciona como un excelente homenaje el filme clásico de 1979 al respetar la estética e historia de la película y no hace más que expandir el universo de la franquicia de una manera soberbia.
Dentro
de lo destacable hoy nos atañe hablar sobre uno de los enemigos más
formidables, intimidantes y sumamente impredecibles, el mismísimo
Alien. Se ha hablado largo y tendido sobre el papel de esta criatura,
destacando el complejo funcionamiento de la IA que en su momento
llegó a levantar suspicacias al punto de tener a muchos jugadores
tachandola de tramposa. No es para menos, se rumoraba que el Alien
sabía tu posición en todo momento, siendo que solamente “juega”
contigo hasta que se le pega la gana atraparte, pero esto fue
desmentido por los propios desarrolladores mencionando que de todas
las herramientas dadas al Alien para darle esa característica
inteligencia de cazador ninguna está enfocada en atacar directamente
al jugador. Inclusive aclararon que el Alien jamás se teletransporta
“in game” sino que utiliza los sistemas de ventilación o avanza
por el escenario siguiendo unos puntos de interés que pueden estar
predefinidos o activados por el propio jugador al interactuar con el
entorno, al emitir ruido al correr o usar alguna herramienta.
El
Alien resultaba tan impredecible en su actuar que bien podríamos ver
por primera vez a la criatura antes de la que se supone es el primer
encuentro en la partida:
En
el video de arriba vemos la escena que la mayoría de los jugadores
tienen como la aparición estelar del antagonista pero hay una
posibilidad de toparnos con este grandísimo hijo de puta
considerablemente antes de la mentada escena, concretamente aquí:
Se
sabe es que el Alien tiene una especie de árbol de habilidades que
va creciendo conforme la partida avanza o realizamos ciertas tareas,
dando así la sensación de estar ante un ser en pleno proceso de
aprendizaje que mientras más tiempo pasa en la nave su abanico de
patrones y movimientos aumenta. Esto da como resultado una campaña
que se convierte en un interesante juego del gato y el ratón donde
morir de manera imprevista, al punto de no saber de donde mierdas ha
salido del Alien, es casi la norma.
Se
me pasaba mencionar algo, el Alien es inmortal. Básicamente todas
las armas que conseguimos durante el juego, a excepción del
lanzallamas que consigue ahuyentarlo por breve tiempo, apenas le
hacen cosquillas al Alien y perjudican al jugador al dar a conocer su
posición. Por si ser prácticamente invulnerable no no fuera
suficiente este cazador solo necesita un golpe para acabar con
nuestras vidas, ser detectados o entrar en un enfrentamiento es
muerte segura.
Si
algo me hacía gozar (rabiar también en veces) intensamente era que
prácticamente toda mecánica que a primeras funciona para hacernos
la vida más sencilla termina por acrecentar la peligrosa presencia
del Alien, quedando muy claro con el detector de movimiento; este
destapa el movimiento del xenomorfo y demuestra lo rápido que
recorre su ruta de acecho o cómo literalmente está encima de
nosotros, moviéndose por los ductos de ventilación. Correr,
esconderse en un casillero, usar los ductos e inclusive guardar la
partida puede ser la acción que desencadena nuestra muerte y eso me
parece maravilloso.
Prácticamente
cada partida es diferente, no tener un mínimo ápice de dónde
aparecerá el Alien, si este entrará a la habitación que estamos
investigando en cualquier momento o si dará con nuestro escondite
puede hacer de esta experiencia no apta para aquellos poco pacientes
o que realmente les aterra el no tener “dominado” al antagonista
y sufran muchísimo estar 15 minutos haciendo un avance impecable
para de un momento a otro ver la cola del xenomorfo atravesando
nuestro pecho.
No
podría seleccionar un momento en específico porque estuve en
constante tensión todo el juego y fuera donde fuera el Alien se las
apañaba para jamás hacerme sentir confiado o mínimamente seguro,
así que pongo al propio juego como una de las experiencias más
alucinantes que he vivido dentro del género del terror.
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