sábado, 5 de octubre de 2019

Día 5: Un organismo perfecto (Alien: Isolation)

 



Si hablamos de Survival Horror Alien: Isolation ha significado para mí uno de los mejores títulos de terror de la última década, además de aprovechar de forma magistral una licencia que ya había demostrado potencial con la entrega para NDS, Alien: Infestation.  Este juego que salió en medio de la transición generacional funciona como un excelente homenaje el filme clásico de 1979 al respetar la estética e historia de la película y no hace más que expandir el universo de la franquicia de una manera soberbia.

Dentro de lo destacable hoy nos atañe hablar sobre uno de los enemigos más formidables, intimidantes y sumamente impredecibles, el mismísimo Alien. Se ha hablado largo y tendido sobre el papel de esta criatura, destacando el complejo funcionamiento de la IA que en su momento llegó a levantar suspicacias al punto de tener a muchos jugadores tachandola de tramposa. No es para menos, se rumoraba que el Alien sabía tu posición en todo momento, siendo que solamente “juega” contigo hasta que se le pega la gana atraparte, pero esto fue desmentido por los propios desarrolladores mencionando que de todas las herramientas dadas al Alien para darle esa característica inteligencia de cazador ninguna está enfocada en atacar directamente al jugador. Inclusive aclararon que el Alien jamás se teletransporta “in game” sino que utiliza los sistemas de ventilación o avanza por el escenario siguiendo unos puntos de interés que pueden estar predefinidos o activados por el propio jugador al interactuar con el entorno, al emitir ruido al correr o usar alguna herramienta.

El Alien resultaba tan impredecible en su actuar que bien podríamos ver por primera vez a la criatura antes de la que se supone es el primer encuentro en la partida:



En el video de arriba vemos la escena que la mayoría de los jugadores tienen como la aparición estelar del antagonista pero hay una posibilidad de toparnos con este grandísimo hijo de puta considerablemente antes de la mentada escena, concretamente aquí:



Se sabe es que el Alien tiene una especie de árbol de habilidades que va creciendo conforme la partida avanza o realizamos ciertas tareas, dando así la sensación de estar ante un ser en pleno proceso de aprendizaje que mientras más tiempo pasa en la nave su abanico de patrones y movimientos aumenta. Esto da como resultado una campaña que se convierte en un interesante juego del gato y el ratón donde morir de manera imprevista, al punto de no saber de donde mierdas ha salido del Alien, es casi la norma.

Se me pasaba mencionar algo, el Alien es inmortal. Básicamente todas las armas que conseguimos durante el juego, a excepción del lanzallamas que consigue ahuyentarlo por breve tiempo, apenas le hacen cosquillas al Alien y perjudican al jugador al dar a conocer su posición. Por si ser prácticamente invulnerable no no fuera suficiente este cazador solo necesita un golpe para acabar con nuestras vidas, ser detectados o entrar en un enfrentamiento es muerte segura.

Si algo me hacía gozar (rabiar también en veces) intensamente era que prácticamente toda mecánica que a primeras funciona para hacernos la vida más sencilla termina por acrecentar la peligrosa presencia del Alien, quedando muy claro con el detector de movimiento; este destapa el movimiento del xenomorfo y demuestra lo rápido que recorre su ruta de acecho o cómo literalmente está encima de nosotros, moviéndose por los ductos de ventilación. Correr, esconderse en un casillero, usar los ductos e inclusive guardar la partida puede ser la acción que desencadena nuestra muerte y eso me parece maravilloso.



Prácticamente cada partida es diferente, no tener un mínimo ápice de dónde aparecerá el Alien, si este entrará a la habitación que estamos investigando en cualquier momento o si dará con nuestro escondite puede hacer de esta experiencia no apta para aquellos poco pacientes o que realmente les aterra el no tener “dominado” al antagonista y sufran muchísimo estar 15 minutos haciendo un avance impecable para de un momento a otro ver la cola del xenomorfo atravesando nuestro pecho.

No podría seleccionar un momento en específico porque estuve en constante tensión todo el juego y fuera donde fuera el Alien se las apañaba para jamás hacerme sentir confiado o mínimamente seguro, así que pongo al propio juego como una de las experiencias más alucinantes que he vivido dentro del género del terror.

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