La muerte y el romance se unen para ejecutar danza macabra en Catherine: Full body, la suerte de remasterización/remake que nos trae la historia de Vincent, un hombre de 32 años que se debate entre la decisión de sentar cabeza con su novia de toda la vida, Katherine, o sucumbir a la aventura que supone una mujer mucho más joven que él y con quién ha engañado a su pareja, Catherine.
La
vida de nuestro protagonista ha dado un vuelco total en cuestión de
una noche y ya no solo tiene el dilema de qué hacer de su futuro,
sino que unas extrañas muertes han empezado a acontecer en toda la
ciudad; las víctimas son hombres que son encontrados sin vida en sus
camas al amanecer y rumores sobre qué está provocándolas no se
hacen esperar. Se dice que los desdichados son infieles que han sido
castigados por alguna fuerza llamada “La furia femenina”; también se menciona que unas extrañas pesadillas han empezado a perturbar
el sueño de los varones y si por algo se llega a morir en estos,
también lo hacen en la realidad.
No
hay que comerse la cabeza mucho para encontrar una posible relación
entre la infidelidad de Vincent, los sueños que sufre; de los cuales
no recuerda nada al despertar, y las muertes que están azotando la
ciudad a niveles de epidemia. Las pesadillas donde nuestro
protagonista escala unas raras torres (la faceta puzle de la
jugabilidad) con el pasar de las noches se harán más complicadas de
superar y seremos testigos de extraños seres monstruosos que
tratarán de impedir nuestro ascenso; pero en la realidad también
viviremos situaciones límite como las que involucran a Vincent
tratando de hacer malabares para que su infidelidad no sea
descubierta o en la toma de decisiones difíciles que marcarán el camino de la historia.
Para
ser un juego con un drama digno de telenovela o volcar su jugabilidad
en una mezcla de aventura conversacional y puzles, Catherine tiene un
rollo inquietante marcado sobre todo por las dudas existenciales del
protagonista, en sueños se traducen en monstruos aberrantes, sin
embargo el verdadero punto que siento va acorde con la temática de
este especial es la que presenciamos durante la octava noche.
Para
este punto Vincent acaba de decantarse por una de las tres mujeres
que han vuelto su vida un infierno y dependiendo de la ruta es la
pesadilla que vivimos. Mi favorita sin duda alguna es la de Rin. Una
vez tomamos la decisión de luchar por el amor de Rin toca empezar a
enmendar lo mejor que se pueda nuestros errores, la primera en
enterarse es Catherine y esta parece tomarse muy bien las cosas; una
vez confesamos que no es ella con quien deseamos compartir nuestra
vida se despide y marcha sin más.
Vincent
se va a dormir y a la mañana siguiente se percata que a diferencia
de las 7 noches anteriores en esta no ha sufrido ninguna pesadilla.
Cabe resaltar que Rin ha estado alejada de este asunto desde hace
algunos días y nuestro protagonista no ha podido comunicarse con
ella de ninguna manera. Vincent se levanta y escucha ruidos en el
departamento vecino donde Rin se había quedado a vivir. Decidido a
confesar sus sentimientos, Vincent se prepara y entra en la morada de
Rin para descubrir que… bueno:
En
una escena digna del cine slasher vemos a Catherine apuñalando
reiteradamente el cuerpo ya inerte de Rin en medio de una sala
ensangrentada. En medio del horror, Catherine se da cuenta de la
presencia de Vincent y empieza a perseguirlo con el arma homicida en
manos. Por poco Vincent logra escapar y se encierra en su
departamento para descubrir que Katherine lo está esperando y no con
muy buenas intenciones:
Nuestro
protagonista está en medio de un aprieto, ahora ambas mujeres
han empezado una caza por la cabeza de Vincent pero el encuentro
entre ambas termina en una discusión y ambas se enfrascan en una
batalla que termina con otra muerte más:
Catherine
se alza victoriosa y decidida a terminar con su trabajo pero, antes
de ejecutar a Vincent, Rin sale de un portal y lo rescata. Resulta
que todo lo ocurrido es una pesadilla y ahora debemos escapar con la
ayuda de Rin de una versión bestial de Catherine.
A
partir de aquí se hacen importantes revelaciones pero este momento
durante la octava noche me dejó loquísimo por su desarrollo tan
surrealista, si bien mi parte favorita de todo el juego es la décima
noche esta no desmerece para nada en cuanto a sorpresas, si acaso se
le puede achacar un poco la torre, que sin ser mala es bastante fácil
de superar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario